¿Se aproxima un terremoto en Chile? Expertos explican la relación con el sismo ocurrido en Haití

Luego del devastador sismo de este domingo, surgieron especulaciones sobre un posible terremoto en el país al recordar que el 27F se produjo apenas un mes después de otro devastador movimiento telúrico en Haití.


A raíz del devastador sismo de magnitud 7,2 en la escala de Richter que afectó este sábado 14 de agosto a Haití y que ya deja más de 1.300 fallecidos y una gran destrucción, comenzaron a surgir las especulaciones sobre un posible terremoto en territorio nacional.

Esto debido a que el sismo de 2010, más conocido como 27F tuvo lugar casi dos meses después que un devastador sismo azotara al país caribeño en enero de ese mismo año. Situación que ha provocado diversas teorías entre las personas que dicen que puede quedar poco tiempo para que se produzca un evento de gran magnitud en nuestro país.

¿Es posible que el terremoto de Haití anticipe uno en Chile?

Los expertos explican que esto no es posible ya que no existe evidencia científica que pueda conectar ambos eventos. Ambos terremotos suceden por causas distintas y no hay forma de que se genere un efecto dominó.

El sismo de gran magnitud que ocurrió en Haití “responde en su génesis a un sismo del tipo cortical, es decir, un sismo de poca profundidad generado por una falla a poca profundidad”, explica Pablo Salucci, geógrafo de la Universidad Católica y docente de la U. San Sebastián (USS).

01 marzo 2010
Localidad de Juan Fernandez tras terremoto que afecto a
La Tercera - Raul Lorca-La Tercera

En cambio, si miramos lo ocurrido en Chile, más específicamente en la Región del Maule en 2010, ese evento “ocurrió en el contacto de subducción de la placa de Nazca bajo la Sudamericana”. Por lo tanto, son contextos diferentes en placas distintas y distantes, no es posible, aún por lo menos, demostrar alguna conexión más allá de especulaciones generales” dice Gabriel Easton, geólogo y académico de la Universidad de Chile.

Chile vs Haití

No hay que olvidar que ambos eventos – los de hace once años atrás y el ocurrido este fin de semana- son placas y mecanismos de generación sísmica muy distintos. Además, los sismos ocurridos en territorio nacional no tienen relación directa con movimientos tectónicos de otros países, y muchas veces ni siquiera los eventos que ocurren a lo largo del país tienen relación entre sí, ya que existen distintos “segmentos” con dinámicas propias, señala Salucci.

El territorio de Haití se encuentra emplazado en sistema de fallas activas, que históricamente han generado terremotos en la zona. El evento del sábado se generó en la Falla Enriquillo en donde limita la placa del Caribe con la microplaca de Génova. “Estas fallas pueden generar eventos a poca profundidad lo que genera importantes daños, como los observados hasta el momento en la isla” agrega el académico.

Sin embargo, en Chile continental los terremotos ocurren más frecuentemente en el contacto de la subducción de las placas tectónicas de Nazca (una de las más activas del mundo) bajo la Sudamericana, que se producen en general a más de 20 km de profundidad en promedio con magnitudes que pueden alcanzar 8,8 (como en 2010) o 9,5 (como en Valdivia en 1960) explica el geólogo de la U. de Chile.

Pero también existe fallas activas como la Falla San Ramón o como la falla Liquiñe-Ofqui que produjo el terremoto de 2007 en Aysén, que pueden producir sismos más espaciados y superficiales en el tiempo.

¿Se avecina un sismo de gran magnitud en el país?

Aunque todavía no se pueden predecir terremotos, los diversos mecanismos y estudios científicos han aportado – y continúan aportando – un conocimiento crucial para abordar el riesgo sísmico del país, que permite saber cuáles son las zonas geográficas que, dado el tiempo transcurrido desde el ultimo evento histórico, podrían registrar un terremoto en los próximos años o décadas. De esta forma, se puede anteceder dónde es más posible que ocurran, o dónde ya hay suficiente esfuerzo tectónico acumulado para generar un terremoto de gran magnitud, explican ambos expertos.

“Como ejemplo de esto último está la zona central de Chile, en donde los estudios muestran una gran cantidad de esfuerzo tectónico acumulado en el contacto de subducción frente San Antonio-Valparaíso (donde el último gran sismo de magnitud estimada en 9,0 ocurrió en 1730), o también en fallas activas como la Falla San Ramón (esto último dados los antecedentes paleosismológicos disponibles a la fecha, que muestran que el último terremoto importante de magnitud 7,2-7,5 ocurrió hace ya unos 8.000 años)” comenta Easton.

Diversos estudios que se han realizado para reconstruir la data sísmica del país establecen que, dado el tiempo transcurrido desde el ultimo evento sísmico observado, existen diversas “lagunas sísmicas” que corresponden a territorios donde podría generarse un futuro terremoto de consideración, dada la energía acumulada en esos lugares.

“Así se observa la laguna sísmica existente en el norte de nuestro país, la cual involucra a las ciudades Arica o Iquique o en la zona central frente a Valparaíso. Un estudio de similares características informó en su momento del potencial sísmico que poseía la Región del Biobío antes del 2010” señala el docente de la USS.

Precaución tsunami

Ser precavido

Chile es uno de los países más sísmicos del mundo, por lo tanto el llamado de los expertos es a estar siempre preparados, tranquilos, pero siempre atentos para un eventual sismo de mayor magnitud.

“Esto implica conversar con nuestras familias y amigos de estos temas, tener un plan de emergencia y nuestra mochila emergencia con lo indispensable frente a la eventualidad de un terremoto” aconseja Pablo Salucci.

“Gracias a los avances de la ciencia y la ingeniería existen normativas que son robustas pero que se pueden y deben revisar en forma continua para estar cada vez mejor preparados; este último es el caso en particular de las fallas activas, que constituyen una fuente de amenaza localizada pero con un alto potencial de daño dado que pueden generar terremotos superficiales (como el de Haití), y esto debiera ser considerado como tal, en forma específica tanto en planes reguladores urbanos como también en la norma sísmica” finaliza Gabriel Easton.

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