En invierno bajan las temperaturas y todos tratan de entibiarse de la mejor manera, con estufas, calientacamas y guateros. Sin embargo, si estos están en malas condiciones y no se verifica su estado pueden provocar graves accidentes.
La primera precaución que se debe tener en esta época es tener precaución con el método que ocupamos para calefaccionarnos, el cuál se debe encontrar en optimas condiciones. En el caso de los guateros rellenos de agua caliente, se deben renovar oportunamente, ya que las gomas se dañan con el uso. Deben mantenerse con un forro que actúe como aislante (regulador) del calor, nunca llenarlos demasiado, ni con agua recién hervida, y se debe botarle el aire antes de taparlo. Son más seguros aquellos que tienen sistema de tapa rosca.
Respecto a las estufas, estas jamás deben estar rozando o en contacto muy cercano con la piel o los pantalones de una persona, siempre debe estar a una distancia razonable de unos dos a tres metros de la persona.
En caso de resultar quemado con cualquiera de estos artefactos, lo principal es realizar los primeros auxilios adecuados, es decir, aliviar la zona afectada y disminuir su temperatura con agua fría durante 10 minutos. A
Asimismo, se debe cubrir la lesión con gasa estéril o un pañuelo recién planchado frío y evitar el uso de ungüentos o cremas sobre la lesión, ya que dificulta su posterior tratamiento.
Es fundamental no romper las ampollas que se formen (estas serán retiradas en el centro asistencial si es necesario) y retirar cinturones, pulseras, cintas, ropas u otros elementos que puedan comprimir la zona, una vez que comience el proceso inflamatorio local.
Cuándo hay que concurrir a urgencias: "Las heridas profundas no duelen"
Lo primero que se debe saber para ir a un servicio de urgencia o de atención primaria frente a una quemadura es la superficie quemada, el tiempo de exposición el agua hirviendo a la estufa y la edad de la persona quemada.
En caso de ser adulto mayor o niño menor de cinco años, siempre hay que concurrir a algún sistema de salud primario para que evalúen la gravedad de la herida.
Otro dato a tener en cuenta, es el lugar del cuerpo que se quemó. Hay partes más sensibles como manos, pies, caras, mamas, genitales que tienen la piel mucho más delicada y es necesario ir a un centro de asistencia.
Frente a la superficie quemada y tiempo de exposición, si la zona de quemado es muy grande, como por ejemplo, la espalda completa también se debe asistir al hospital o clínica.
Otro dato a tener en cuenta, para saber el grado de la quemadura es el dolor. Si la quemadura es grande y estuvo mucho tiempo expuesta a este calor por lo general esa herida o quemadura no duele, las quemaduras profundas no duelen, en cambio las superficiales, cómo por ejemplo: cuando te cae una gotita de agua hirviendo o te insolas, por lo general duelen mucho.
Cuidados en la casa posterior a la quemadura
Lo esencial tanto para niños como adultos mayores, para cuidar correctamente una quemadura en casa es la limpieza. Por lo general, cualquier quemadura es más propensa a contagiarse con alguna bacteria, por lo que es esencial que el lugar donde esta el enfermo y su herida este limpia siempre.
Otro dato importante, es consumir mucha agua para lograr rehidratar el cuerpo nuevamente y mantener reposo y no tocarse la herida.
Para los niños en especial, es importante que no jueguen con tierra ni con elementos que puedan infectar la quemadura y estén alejados de las mascotas hasta su recuperación.
* Enfermera jefe de la Clínica Cath