Los incidentes de Osorno, que provocaron el corte del suministro de agua potable de la ciudad durante diez días y afectaron a 200.000 personas aproximadamente, constituyen un capítulo negro en la historia sanitaria de Chile.
Sin embargo, las autoridades de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess) aseguran que se trató de un hecho aislado, y destacan la amplia cobertura de agua potable, recolección y tratamiento a nivel global que tiene el país.
En su documento "Reporte de la Industria del Agua Urbana en Chile", Andess asegura que Chile fue el primer país en alcanzar el 100% de cobertura de tratamiento de aguas servidas, con índices superiores a países como Holanda y Luxemburgo.
Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que una de cada tres personas en el mundo -el equivalente a 2.400 millones- no disponen de servicios higiénicos conectados al alcantarillado e incluso 946 millones defecan al aire libre.
La recolección del agua en Chile, en su gran mayoría proviene de dos fuentes: superficiales y subterráneas, además de dos plantas desaladoras en el norte del país que obtienen agua potable del mar.