El autor John Steinbeck dijo: “Es una experiencia común que un problema difícil por la noche se resuelva por la mañana después de que el comité del sueño haya trabajado en él”. Muchos otros han afirmado haber formulado avances e innovaciones en los sueños. Estudios recientes sobre la ciencia del sueño sugieren que estas afirmaciones están respaldadas por la ciencia moderna.

Un estudio de 2024 sugiere que el sueño puede ayudarnos a tomar decisiones más racionales e informadas y a no dejarnos llevar por una primera impresión engañosa.

¿Se pueden tomar mejores decisiones si duermes bien? Esto dice la ciencia

Para demostrarlo, investigadores de la Universidad Duke en EE.UU. pidieron a los voluntarios que participaran en un juego de venta de garaje. En el experimento, los participantes hurgaron en cajas virtuales de artículos no deseados. La mayoría de los artículos en la caja no valían mucho, pero algunos objetos especiales eran más valiosos. Después de buscar en varias cajas, se pidió a los participantes que eligieran su caja favorita y ganarían una recompensa en efectivo equivalente al valor de los artículos en la caja.

Cuando los participantes tuvieron que decidirse por una caja de inmediato, tendieron a juzgar las cajas no por todo su contenido, sino por los primeros elementos. En otras palabras, estos participantes se dejaron influenciar indebidamente por la primera información con la que se encontraron y no tuvieron en cuenta la información posterior a la hora de tomar su decisión.

Cuando los participantes durmieron y tomaron su decisión al día siguiente, tomaron decisiones más racionales y la posición de los objetos valiosos en la caja no pareció influir en su decisión.

Cuando nos quedamos atascados en un problema difícil, podemos sentir que hemos llegado a un callejón sin salida. Un estudio de 2019 descubrió que cuando le daban señales al cerebro dormido, en forma de sonidos vinculados a un problema sin resolver, parecía ayudar a los participantes a resolver ese problema al día siguiente.

En este experimento, se les dio a los participantes un conjunto de acertijos para resolver. Mientras lo hacían, se reproducía un sonido único de fondo. Al final de la sesión de prueba, los investigadores reunieron todos los acertijos que los participantes no pudieron resolver. Mientras los participantes dormían, los investigadores reprodujeron sonidos asociados con algunos de los acertijos sin resolver.

A la mañana siguiente, los participantes volvieron al laboratorio e intentaron resolver los acertijos que no habían podido resolver la noche anterior. La tasa de resolución fue mayor en el caso de los acertijos que recibieron pistas durante la noche, lo que sugiere que las pistas sonoras activaron el cerebro dormido para trabajar en una solución para ese acertijo.

Una de las formas en que el sueño podría ayudarnos a resolver problemas es descubriendo información sobre las relaciones entre objetos y eventos. Un estudio publicado en 2023 puso a prueba esta idea.

Los investigadores pidieron a los participantes que aprendieran asociaciones entre cuatro elementos diferentes (un animal, un lugar, un objeto y un alimento) relacionados con un acontecimiento que los investigadores les describieron. Algunas de las asociaciones eran emparejamientos obvios, por ejemplo, el elemento A se emparejaba directamente con el elemento B. Otras solo estaban vinculadas indirectamente con el resto del acontecimiento, por ejemplo, el elemento D nunca se emparejó directamente con los elementos A o C.

El equipo de investigación descubrió que, después de una noche de sueño, los participantes eran más capaces de descubrir las asociaciones indirectas (descubrieron el vínculo sutil entre los elementos A y D), en comparación con los que permanecían despiertos. Esto sugiere que el sueño les dio a los participantes una idea de la estructura subyacente del evento.

Soñando tu camino hacia la creatividad

Thomas Edison, quien ayudó a inventar la bombilla, a menudo aprovechaba las siestas diurnas para estimular su creatividad, aunque afirmaba no dormir más de cuatro horas por noche.

Cuando Edison iba a dormir la siesta, se quedaba dormido con una pelota en la mano.

Mientras se quedaba dormido, su mano se relajó y la pelota cayó al suelo. El ruido de la pelota al golpear el suelo despertó a Edison sobresaltado. Él y otros pensadores famosos, entre ellos Salvador Dalí, afirmaron que era ese estado de transición, el momento entre la vigilia y el sueño, lo que alimentaba su creatividad.

Thomas Edison inventó el fonógrafo en 1877.

En 2021, unos científicos franceses pusieron a prueba la afirmación de Edison. Hicieron que los participantes intentaran resolver un problema de matemáticas. Sin que los participantes lo supieran, el problema tenía una regla oculta que les permitiría resolverlo mucho más rápido.

Después de trabajar en el problema, los participantes se quedaron dormidos como Edison. Cada participante sostenía una taza en la mano que dejaría caer si se quedaba dormido.

Después de este retraso, los participantes volvieron a ser examinados sobre el problema de matemáticas. Descubrieron que aquellos participantes que se quedaron dormidos de forma ligera eran más capaces de descubrir la regla oculta, en comparación con los participantes que permanecieron despiertos o que entraron en etapas más profundas de sueño mientras aún sostenían la taza.

Durante este período crepuscular entre la vigilia y el sueño, muchos de los participantes informaron haber experimentado hipnagogia, imágenes similares a sueños que son comunes durante el inicio del sueño.

En 2023, un grupo diferente de científicos investigó si el contenido de la hipnagogia estaba relacionado con las tres tareas creativas centradas en un tema de árboles que sus participantes realizaron justo antes de irse a dormir.

Por ejemplo, enumerar todos los usos creativos y alternativos que se les ocurrían para un árbol. Descubrieron que la resolución creativa de problemas mejoraba cuando las imágenes hipnagógicas involucraban árboles, lo que sugiere que las imágenes los ayudaron a resolver el problema.

Resulta que Edison tenía razón: el inicio del sueño es realmente un punto óptimo para la creatividad y dormir en él funciona.

*Dan Denis, profesora de Psicología, Universidad de York