Vecinos, turistas, autoridades y sobre todo los científicos, se encuentran preocupados por la actual actividad en el volcán Villarrica. Durante las últimas semanas el volcán ha dejado ver una llamativa columna de fuego, la que puede verse especialmente por las noches, conocida técnicamente como incandescencia.
Las autoridades también confirmaron una anomalía en el foco de calor en la zona del cráter. “Las condiciones meteorológicas favorables permitieron apreciar la mayor intensidad y altura de incandescencia en el volcán Villarrica, la cual osciló entre 80 y 220 metros sobre el nivel de su cráter y observada desde sectores distantes al volcán”, informó la semana pasada el Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (Sernageomin).
Ahora, el subdirector (s) de Geología del Sernageomin, Álvaro Amigo, reconoció que el volcán Villarrica está en una “condición de inestabilidad”, lo que dificulta proyectar o predecir su comportamiento. A su juicio, “es crucial mantener una vigilancia y un monitoreo día a día”.
Además, a través de un tuit, Amigo reconoció que la actividad del volcán había generado impactos de lava. “Hay una zona que ha recibido impactos de fragmentos de lava incadescente, aunque la mayoría fríos, que no alcanzan a derretir la nieve. Pero esto refuerza mantener la zona de peligro definida por el Sernageomin”, señaló la autoridad.
Toda esta situación ha obligado al organismo a mantener la alerta técnica Amarilla.
La Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), indicó que “se mantiene la zonificación de peligros, considerando como zona de probable afectación por productos volcánicos un radio de 500 metros respecto del borde del cráter activo. En consecuencia, el Sinapred mantiene el perímetro de seguridad para las regiones de La Araucanía y Los Ríos, con 500 metros alrededor del cráter activo, restringiendo el acceso de ingreso a estos terrenos, en conformidad con las facultades que otorga el artículo N°38, letra d), de la Ley N°21.364″.
Además de las columnas de fuego y las fumarolas, durante los últimos días se han observado “disparos sísmicos” con más de 20 temblores en el sector, todos de origen volcánico. La actividad de tipo estromboliana de este macizo, implica constantes burbujas de gas hacia la superficie que arrastra magma y expulsa flujos de piroclastos, que puede constituir un riesgo para las personas.
Según Christian Salazar, director de la Escuela de Geología de la U. Mayor, hoy técnicamente se habla de una “crisis eruptiva”. De acuerdo a Salazar, “se habla de erupción cuando el volcán comienza a emitir material fuera de la superficie del cono, fuera del cráter”, lo que hasta ahora no ha sucedido.
Agrega que esta inestabilidad se debe porque aumenta y disminuye la actividad sismovulcanológica, y eso es debido a esta presión interna que se genera a los 5 km de profundidad y empieza a generar un fracturamiento de roca.
“Por eso está este radio de exclusión de 500 metros. Esta fumarola que se ve son los gases volátiles que tiene en su interior, que se producen por la presión interna que se ha generado en el reservorio magmático que está entre 2,5 y 5 km de profundidad desde cráter, donde ha habido un ascenso de magma que ha generado esta presión”, explica el especialista.
De acuerdo a Pablo Osses, académico del Instituto de Geografía UC, todas las personas que vivan dentro del rectángulo que forma Pucón, Coñaripe, Villarrica y Lican Ray debieran hacer el ejercicio de ver el mapa de riesgo. “Especialmente los que estén cerca del curso de un río deben poner mayor atención, porque ahí se producen los descensos de lahares, que son esta mezcla de vapor de agua con lava”.
“Venimos saliendo del invierno, por lo que el volcán está cargado de hielo. Entonces, hay mucha carga nival y eso significa que, de aumentar la actividad volcánica, la lava va a derretir la nieve y se va a convertir en un flujo lahárico”, añade.
Permanentes erupciones
Situado en el límite de las provincias de Cautín y Valdivia, y entre los lagos Villarrica y Calafquén, cuenta con un amplio historial de erupciones, destacando las de 1948, 1963, 1964, 1971 y 1985. Actualmente es considerado el más peligroso del país, número uno en el Ranking de Riesgo Específico de Volcanes Activos de Chile y considerado uno de los volcanes con mayor registro históricos de erupciones de Sudamérica.
Respecto al actual riesgo, según Salazar se habla de personas o infraestructura vulnerable a un evento. “Hablamos desde el peligro del evento en sí, y uno de ellos es la generación de los lahares. Estos son aluviones, una mezcla de material volcánico y agua”, señala.
“Por el mismo calor del material volcánico. Esto es lo que generaría mayor riesgo, porque si entra en una ciudad podría afectar a hogares y personas. En 1971 Coñaripe fue parcialmente arrasado por estos lahares, con varios muertos a su paso”.
Añade que es importante estar atentos a lo que indique Sernageomin o Onemi. El volcán Villarrica es el mejor instrumentado que hay en Chile. Tiene una capacidad suficiente de monitoreo para poder confiar en los datos que emiten las autoridades.
Daniel Epprecht, director regional de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi), ha sido aún más claro, precisando que hay que estar preparados para lo que venga. “Esperemos que no ocurra una erupción, pero es minuto de prepararse. El volcán Villarrica ha hecho erupciones mayores y buscamos con esto disminuir la vulnerabilidad de las personas que habitan en el sector”.