Christian Drosten es considerado el virólogo con la mayor reputación de Alemania. El médico explicó en mayo en su cuenta de Twitter (@c_drosten) que las recien detectadas variantes de Ómicron BA.4 y BA.5, “tienen un origen propio, es decir, no son descendientes de BA.1, .2 o .3, sino del ancestro común omicrónico. Además del Ómicrón en su espiga, estas variantes tienen una mutación L452R, que se puede encontrar, entre otras cepas, en Delta y que aumenta la virulencia en estudios en hámsters”, explicó.
Además, otra cosa que hace que BA.4 y BA.5 se destaquen para los virólogos es una mutación de aminoácido que comparten, llamada F486V. Se encuentra en la proteína espiga de los virus, cerca de donde la proteína se une al receptor ACE2 en las células huésped para infectarlas. Los anticuerpos importantes generados en respuesta a las vacunas Covid-19 y a infecciones anteriores por Sars-CoV-2 neutralizan el virus al adherirse a este lugar.
Esta caracterización hizo que los científicos temieran que las entonces recién descubiertas nuevas subvariantes del Sars CoV-2 pudieran desencadenar más casos de coronavirus, lo que aparentemente pareciera ser cierto.
John Burn Murdoch, investigador del Data Science Institute (LSE) de Londres y columnista del Financial Times, tuiteó este domingo que “desafortunadamente, es hora de otra actualización internacional de Covid, ya que el linaje BA.5 Omicron (y BA.4 en menor medida) envía no solo casos sino también hospitalizaciones que aumentan en todo el mundo, desde Sudáfrica hasta Portugal, el Reino Unido, Israel y ahora EE.UU.”
Uno de los países que ya ha señalado estar viviendo “oficialmente” una sexta ola es Israel, precisamente por la presencia de estas dos variantes. Los centros médicos de todo el país han informado un aumento en los pacientes hospitalizados, los que están gravemente enfermos y el número de fallecidos.
El departamento de medicina interna del Centro Médico Ziv en Safed es el más sobrecargado, con una capacidad del 123%, seguido del Centro Médico Hillel Yaffe en Hadera, con un 121%, informó el diario local Jerusalem Post.
El domingo, 11.438 personas dieron positivo por coronavirus y 68.000 dieron positivo en los últimos siete días, según datos del Ministerio de Salud de ese país. Según el último recuento, 53.828 personas tenían una infección activa, la mayoría con el subtipo BA.5.
El Dr. Nadav Sorek, director del laboratorio de enfermedades infecciosas del Hospital Samson Assuta Ashdod, dijo que el 25% de las pruebas de antígenos para el coronavirus ahora dieron positivo, en comparación con el 10% el mes pasado.
“La importancia es doble y preocupante a la luz del aumento en el número de pruebas”, dijo. “Si el criterio para estar en otra ola de Covid es un aumento extremo en el número de pruebas positivas, entonces estamos en medio de una ola. En las últimas semanas, hemos sido testigos de un aumento de pruebas positivas del número total de pruebas para detectar e identificar corona, y si tenemos en cuenta que la cantidad de pruebas ha aumentado al mismo tiempo, entonces la realidad es aún más compleja.
Otro país que ha reportado un explosivo aumento de casos (donde se habla de la “séptima ola”) es España. De acuerdo a un reporte de La Vanguardia, las urgencias están colapsadas en la mayoría de las comunidades. Urgenciólogos advierten que no pueden atender a los pacientes Covid. “Si la sexta ola desbordó la Atención Primaria, dejándola convaleciente, esta séptima amenaza con hacer lo propio con las urgencias, que en las últimas tres semanas están atendiendo entre un 20 y un 70% más de pacientes”, señala el reporte del sitio. No hay camas y tampoco personal, y menos aún habrá a partir de la semana que viene cuando la mitad de los sanitarios se vayan de vacaciones. Las comunidades buscan ahora médicos y enfermeras, pero no encuentran.
Tal como en Israel, la ola sigue creciendo y está atacando particularmente a los adultos mayores. Desde el viernes, hay casi 1.350 pacientes más ingresados, mientras que la incidencia a 14 días sigue en aumento. En mayores de 60 años se sitúa ya en los 841,27 casos por 100.000 habitantes, casi 100 más que el viernes pasado. En las tres franjas etarias (60-69; 70-70 y más de 80), la incidencia sube de manera clara. En los mayores de 80 ya supera los 1.082 casos por 100.000 habitantes.
En EE.UU. y Chile también desplazan a otras variantes
Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, su sigla en inglés), este par de subvariantes de Ómicron que recientemente comenzaron a circular en ese país EE.UU. rápidamente se transformaron también en las cepas de coronavirus dominantes en ese país.
BA.4 y BA.5 fueron responsables de un total del 52% de los nuevos casos de coronavirus la semana pasada, según estimaciones actualizadas de los CDC. Eso es un aumento del 37% de los casos la semana anterior y el 24% la semana anterior. A principios de mayo, la pareja solo representaba el 1% de las nuevas infecciones.
El par altamente transmisible también está aumentando a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). “El aumento en la prevalencia de BA.4 y BA.5 ha coincidido con un aumento de casos en varias regiones de la OMS”, dijo la organización en un reciente informe. “En algunos países, el aumento de casos también ha provocado un aumento en las hospitalizaciones y admisiones en la UCI; sin embargo, la evidencia actual disponible no indica un cambio en la gravedad asociado con ninguno de los tres linajes descendientes de omicron BA.2.12.1, BA.4 y BA.5″, agregó el informe.
En Chile, la situación es similar. Si bien la variante Ómicron 2 sigue siendo la de mayor circulación, BA.5 y especialmente BA.4 han tenido un explosivo crecimiento a partir de la semana 20 (15 de mayo), como muestran los gráficos del Ministerio de Salud.
¿Cuándo y dónde se descubrieron esta dos variantes?
BA.4 se identificó por primera vez el 10 de enero de 2022 en casos secuenciados en Sudáfrica, según Outbreak.info. Ese país también fue el primero en identificar BA.5 el 26 de febrero.
Según Bloomberg, los nuevos sublinajes de Ómicron muestran la capacidad de evadir los anticuerpos de infecciones y vacunas anteriores, de acuerdo a un estudio preliminar dirigido por el Instituto de Investigación de Salud de África en Sudáfrica.
Los resultados de la investigación mostraron que las muestras de sangre de personas que habían sido infectadas con la variante Ómicron original vieron una caída de casi ocho veces en la producción de anticuerpos neutralizantes cuando se analizaron contra los sublinajes BA.4 y BA.5.
En cambio, las muestras de personas que fueron vacunadas mostraron una disminución de anticuerpos de aproximadamente tres veces.
Tulio de Oliveira, el virólogo que dirige uno de los programas más sólidos del mundo para la vigilancia genómica del Sars-CoV-2, en el Centro de Respuesta e Innovación Epidémica en la Universidad Stellenbosch de Sudáfrica, explicó en su cuenta de Twitter que los nuevos resultados del profesor Alex Sigal (@sigallab) “muestran que las infecciones previas con Ómicron BA.1 no serán suficientes para prevenir una segunda infección con BA.4 y BA.5″
“Todos estamos cansados de este virus, pero puede que él no esté cansado de nosotros. Ahora debemos tomarnos en serio la inmunidad decreciente de infecciones previas”, añadió en su hilo de Twitter de Oliveira.