Fue noticia a nivel nacional. El miércoles 2 de enero apareció un puma (macho juvenil) en una casa en Lo Barnechea, sector de El Arrayán. El felino se encontraba en un pino a unos 15 metros de altura, lo que encendió los alarmas y generó un operativo de rescate por parte de las autoridades correspondientes. Finalmente, y tras varias horas de trabajo y dos intentos fallidos, funcionarios del Zoológico del Parque Metropolitano y del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), lograron dormir al animal con un tercer dardo, lo que significó que cayera al suelo, pero amortiguado por las ramas del árbol y colchonetas, dispuestas en el suelo.
El puma, salvó ileso de la caída y quedó solo con lesiones menores, pero sin fracturas tras el impacto. Posteriormente fue internado en el Centro Clínico del Zoo Nacional del Parquemet, donde estuvo en reposo durante ocho días, para ser liberado finalmente el miércoles 9 de enero, tras recibir el alta médica y bajos estrictas medidas de seguridad, evitando una nueva situación de estrés.
El animal, de dos años y 33.5 kgs fue liberado con un collar GPS y en buenas condiciones de salud, pese a algunos perdigones que registraba de eventos anteriores al ocurrido recientemente en el sector oriente de Santiago. Horacio Bórquez, director nacional del SAG, establecía en ese instante que se observaría su proceso de aclimatación y evolución con el medioambiente. Mientras que Alejandra Montalba, directora Zoológico Nacional, aclaraba que es importante que su reinserción sea lo más alejada posible del ser humano, de manera tranquila y resguardada.
¿Dónde está ahora? En un informe emitido por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) para Qué Pasa, se establece que el Puma Concolor reinsertado en la cordillera en la Región Metropolitana el pasado 9 de enero con un collar satelital (Irridium) se encuentra muy activo y en buenas condiciones, de acuerdo a los movimientos registrados. Después de un seguimiento de 21 días desde la reinserción en la cordillera de la Región Metropolitana, el ejemplar ha recorrido 99,2 km aproximadamente desde el punto inicial y no muestra inconvenientes en su desplazamiento. Está ubicado en un sector con alimentación abundante y agua suficiente para su sobrevivencia.
El equipo de monitoreo analiza cinco veces al día al ejemplar (00:00, 4:00 y 10:00 en la mañana, y 15:00 y 19:00 en la tarde), con el objetivo de obtener información relevante que pudiera indicar si el entorno está proporcionando los requisitos mínimos para el bienestar del puma. Además de tomar puntos GPS y realizar videos con un dron.