La madrugada de este lunes, el Centro Europeo de Operaciones Espaciales, ubicado en Alemania, recibió la noticia de que  Solar Orbiter había desplegado sus paneles solares con éxito, luego de que fuera lanzado el domingo desde Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos. Así comienza una nueva misión hacia el espacio que busca recolectar información que ayude a comprender el comportamiento del Sol.

La nave espacial, desarrollada por la Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio (NASA) y la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés) proporcionará las primeras imágenes de los polos solares, incluyendo 22 acercamientos al Sol y llevando la sonda dentro de la órbita de Mercurio.

"Como humanos, siempre hemos estado familiarizados con la importancia del Sol para la vida en la Tierra, observándolo e investigando cómo funciona en detalle, pero también hemos sabido por mucho tiempo que tiene el potencial de interrumpir la vida cotidiana si estuviéramos en la línea de fuego de una poderosa tormenta solar", dijo Günther Hasinger, director de Ciencia de la ESA.

La clave es estudiar la heliosfera, que corresponde a una especie de burbuja expulsada por el Sol que está cargada de partículas y campos magnéticos, la que se extiende a tal distancia que envuelve cada planeta del sistema solar.

Durante los tres primeros meses, el Solar Orbiter verificará el correcto funcionamiento de los 10 instrumentos enviados y tardará cerca de dos años en llegar a la órbita científica principal. Estas herramientas medirán los campos magnéticos, eléctricos, partículas y ondas, mientras que los instrumentos de detección remota serán los encargados de captar imágenes del Sol desde lejos.

Se espera que en 2022, el Solar Orbiter esté a un tercio de distancia del Sol a la Tierra. Cuando eso ocurra, la nave se desprenderá  y se alineará aproximadamente con el ecuador del Sol, usando la asistencia de gravedad de Venus (8,87 metros por segundo al cuadrado).

Thomas Zurbuchen, administrador asociado de Ciencia de la NASA en la sede de la agencia en Washington, afirma: "Solar Orbiter hará cosas asombrosas. Combinado con las otras misiones de la NASA lanzadas recientemente para estudiar el Sol, estamos obteniendo nuevos conocimientos sin precedentes sobre nuestra estrella. Junto con nuestros socios europeos, estamos entrando en una nueva era de heliofísica que transformará el estudio del Sol y ayudará a que los astronautas estén más seguros mientras viajan en misiones del programa Artemis a la Luna".