En los últimos años, los casos de cáncer de colon entre personas jóvenes han ido en aumento de manera alarmante. Aunque tradicionalmente esta enfermedad estaba asociada a personas mayores de 50 años, estudios recientes muestran que cada vez más jóvenes, menores de 55 años, están siendo diagnosticados con cáncer colorrectal.

Según un estudio publicado por la Sociedad Americana del Cáncer, en 2019 el 20% de los casos de cáncer colorrectal se dieron en personas menores de 55 años, duplicando el 11% reportado en 1995. Este fenómeno también ha sido observado en otros países como Chile, donde la incidencia de esta enfermedad ha crecido de forma alarmante.

Uno de los mayores desafíos es que muchos jóvenes son diagnosticados en etapas avanzadas de la enfermedad, lo que complica su tratamiento. Por ello, es fundamental reconocer los síntomas más comunes que pueden indicar la presencia de cáncer colorrectal en esta población. A continuación, se presentan los seis síntomas más frecuentes:

El sangrado rectal es el síntoma más frecuente y alarmante del cáncer de colon en jóvenes. Investigaciones recientes han mostrado que casi la mitad de los pacientes jóvenes diagnosticados con esta enfermedad reportaron encontrar sangre en el papel higiénico o en la taza del inodoro.

La Dra. Andrea Cercek, oncóloga del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, explicó a Self que los tumores en personas jóvenes tienden a formarse en la última porción del colon o en el recto. “La sangre de esos tumores tiene que viajar una distancia más corta, por lo que sale de color rojo brillante, mientras que la sangre que ha estado en el tracto digestivo durante un tiempo puede verse casi negra”.

Aunque el sangrado rectal puede deberse a otras condiciones como hemorroides o fisuras anales, es crucial realizar una evaluación médica cuando este síntoma persiste.

Los cambios en los hábitos intestinales son otro signo clave. Estos pueden manifestarse como estreñimiento frecuente, diarrea o una sensación de no haber vaciado completamente los intestinos después de una evacuación.

Según dijo el Dr. Tiago Biachi del Moffitt Cancer Center a Self, los tumores pueden actuar como una obstrucción en el intestino, lo que altera el patrón normal de las evacuaciones. “Eso puede provocar estreñimiento frecuente, diarrea o ambas cosas. En otros casos, las personas no se sienten “vacías” después de defecar o notan que sus heces tienen un aspecto diferente al de antes (por ejemplo, son más estrechas)”.

Si estos cambios persisten durante varias semanas, es vital consultar a un especialista.

El dolor abdominal persistente puede ser algo que se pase por alto, sin embargo, es preocupante cuando coincide con las horas de comida o si no mejora con el tiempo. Aunque este dolor puede estar relacionado con problemas menos graves como cólicos menstruales o infecciones del tracto urinario, los expertos recomiendan prestar especial atención si el dolor es constante o si coincide con otros síntomas como el sangrado rectal.

Para saber cómo diferenciar un dolor abdominal común con uno del que hay que preocuparse, la Dra. Sonia Kupfer, directora de la Clínica de Prevención y Riesgo de Cáncer Gastrointestinal en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chicago, le dijo a Self: “Si el dolor abdominal es nuevo o diferente a lo que has experimentado antes, esa es una razón para consultar a tu médico”.

La pérdida de peso involuntaria es un síntoma común en varios tipos de cáncer, incluido el colorrectal. Los tumores pueden liberar hormonas que suprimen el apetito y dificultan la alimentación, según el Dr. Biachi.

En un estudio reciente, el 15% de las personas más jóvenes informaron haber perdido el apetito entre cuatro y seis meses antes de su diagnóstico. Una pérdida de peso de más del 5% del peso corporal en un período de seis meses sin una causa aparente debe ser motivo de preocupación y consulta médica.

El sangrado crónico causado por los tumores puede llevar a una deficiencia de hierro y, en consecuencia, a anemia. Esta condición se presenta con síntomas como fatiga extrema, mareos, manos y pies fríos, caída del cabellos, uñas quebradizas y debilidad general.

En personas jóvenes, la anemia a menudo se atribuye a otras causas, como menstruaciones abundantes, lo que puede retrasar un diagnóstico adecuado. Sin embargo, si hay otros síntomas, podría indicar cáncer de colon.

La fatiga es otro síntoma común en pacientes con cáncer de colon. Aproximadamente el 8% de los pacientes jóvenes diagnosticados reportan sentirse constantemente agotados en los meses previos al diagnóstico. Esta fatiga puede deberse tanto a la anemia como a las hormonas liberadas por los tumores, que afectan los niveles de energía y el bienestar general.

El aumento de casos de cáncer de colon en personas jóvenes ha llevado a los especialistas a hacer un llamado urgente para aumentar la conciencia sobre los síntomas. A menudo, los pacientes jóvenes tienden a ser diagnosticados en etapas avanzadas de la enfermedad debido a la falta de exámenes de detección rutinarios antes de los 45 años y a la confusión con otras afecciones como las hemorroides o el síndrome del intestino irritable.

En Chile, la situación es similar a la de Estados Unidos, con un incremento significativo en el número de jóvenes diagnosticados. De acuerdo a datos del Anuario de Estadísticas Vitales, del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en 2019 por primera vez el cáncer fue la causa de muerte principal en Chile. Por su parte, el cáncer de colon, también conocido como cáncer colorrectal, es el de tipo digestivo que más afecta al país. Según el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, en Chile se diagnostican alrededor de 6.200 casos nuevos al año, y cerca de la mitad de esas personas fallecen.

En el 2000 las cifras del INE evidenciaron que 863 personas murieron por cáncer de colon (lo que representó un 1% del total de fallecidos ese año), de los cuales, 55 eran menores de 50 años. En el 2016, los números mostraron 1.861 muertes por este tipo de cáncer (1,7%), de ellos, 105 eran jóvenes menores de 50.

La detección temprana es clave para mejorar las tasas de supervivencia. Los médicos coinciden en que cualquier persona que experimente uno o más de estos síntomas debe buscar una evaluación médica, especialmente si hay antecedentes familiares de cáncer de colon. La Dra. Cercek subraya que realizarse una colonoscopia a tiempo puede marcar la diferencia en el tratamiento y las posibilidades de curación.