Soy nutricionista y estas son las consecuencias de tomar bebidas energéticas para estudiar en la noche

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En busca de un empujón extra de energía, muchos estudiantes recurren a estas bebidas durante períodos de alta exigencia académica.


“Cuando bebía hasta cuatro bebidas energéticas por día, sufría de temblores y palpitaciones, lo que interfería con mi capacidad para concentrarme en las tareas diarias y mis estudios en la universidad”, señala el relato de un joven de 21 años en Inglaterra que terminó en el hospital con insuficiencia cardíaca después de consumir cuatro bebidas energéticas al día durante dos años, según un informe publicado en 2020 en el British Medical Journal (BMJ).

Sólo en nuestro país, según datos de Euromonitor, para 2018 cada chileno ya consumía 2,3 litros de estas bebidas al año, con un gasto de $7.636,2.

Soy nutricionista y estas son las consecuencias de tomar bebidas energéticas para estudiar en la noche

En efecto, estas bebidas se están convirtiendo cada vez más en la solución preferida para estudiantes universitarios que buscan un impulso extra para estudiar, sobre todo cuando se acerca el final del semestre, explicó en una nota de Yahoo! Life la nutricionista Brittany Krim, profesora de kinesiología de la Universidad de Texas.

Pero lo que la mayoría de las personas no sabe es que detrás de ese ofrecimiento de más “energía”, hay riesgos para la salud que se derivan de su consumo, según han demostrado varios estudios.

Krim dijo que es importante tener precaución cuando se trata de bebidas energéticas debido a efectos como alteraciones del sueño.

Insomnio
Insomnio

Una investigación realizada a principios de este año por el Instituto Noruego de Salud Pública y la Universidad de Oslo a estudiantes universitarios, descubrió que beber bebidas energéticas para mantenerse alerta tiene efectos en la eficiencia del sueño. Según el estudio, aquellos que bebían bebidas energéticas dormían aproximadamente media hora menos cada noche, en comparación con aquellos que no bebían bebidas energéticas o las tomaban sólo ocasionalmente.

Los estudiantes que bebieron bebidas energéticas también tardaron más en conciliar el sueño, según el estudio. “Incluso solo una pequeña cantidad (una bebida de una a tres veces al mes) puede estar relacionada con la calidad y cantidad de sueño de los jóvenes”, explicó al sitio SINC Siri Kaldenbach, primera autora e investigadora en el Hospital Innlandet de Noruega.

También se observaron asociaciones similares en cuanto a despertarse después de dormirse y a tardar más en conciliar el sueño. Por tanto, el aumento de la ingesta se asoció con un incremento tanto del tiempo de vigilia nocturna como del que se tarda en dormirse, es decir, una menor eficiencia del sueño.

El insomnio también era más frecuente entre las mujeres y los hombres que declaraban un consumo diario que entre los que declaraban un uso ocasional o nulo: 51 % frente a 33 % (ellas) y 37 % frente a 22 % (ellos).

En general, un mayor consumo de bebidas energéticas se asoció con un mayor riesgo de problemas de sueño en todos los aspectos estudiados, con las asociaciones más fuertes para la corta duración del sueño.

Keryn Pasch, profesora asociada de kinesiología y educación para la salud de UT, también ha realizado investigaciones sobre el consumo de bebidas energéticas durante más de 10 años. Citada por Yahoo! Life, dijo que los estudiantes deberían priorizar su sueño en lugar de quedarse despiertos para estudiar más. Pasch dijo que dormir bien puede conducir a una carrera académica más exitosa y a un estilo de vida más saludable en general.

Síndrome de abstinencia debido a las bebidas energéticas

El joven mencionado en el reporte de The British Journal Medical, agregó que también sufría de fuertes dolores de cabeza por migraña que a menudo ocurrían durante los períodos en los que no tomaba bebidas energéticas; “esto también restringió mi capacidad para realizar las tareas del día a día e incluso actividades de ocio como ir al parque o dar un paseo”.

Finalmente el joven fue admitido en la UCI, una experiencia que asegura “fue extremadamente traumática”. No solo estaba sufriendo de delirio, tenía problemas de memoria hasta tal punto que no podía recordar por qué estaba en la UCI. “Estaba constantemente asustado porque estaba luchando por moverme o hablar, esto eventualmente me llevó al insomnio. A menudo no me dormía hasta la madrugada y me frustraba cuando no podía pensar en las palabras para decir cuando quería algo y esto a menudo me hacía sentir abrumado por emociones como la ansiedad y la depresión”, señala en el reporte.

Woman buys Red Bull energy drink cans in a supermarket in Bangkok
En Chile datos de 2018 de Euromonitor, indican que se consumieron 41.9 millones de litros de bebidas energéticas, eso equivale por persona a 2,3 litros y a un gasto de $7.636,2. Foto: Reuters.

Los problemas cardíacos del joven pueden haber sido provocados por su consumo excesivo de bebidas energéticas, indica el informe que advierte este tipo de productos deberían tener etiquetas de advertencia, similares a las de fumar, para ilustrar los peligros potenciales de sus ingredientes.

Otros problemas vinculados a la bebidas energéticas

Las bebidas energéticas además muchas veces se consumen junto con alcohol. En Chile datos 2018 señalan uno de cada cinco jóvenes entre 19 y 25 años que bebe energéticas las mezcla con alcohol (21,6%). Los peligros de consumir un estimulante se magnifican cuando se combina con un depresor como el alcohol. Las bebidas energéticas pueden enmascarar los efectos depresivos del alcohol al hacer que el consumidor se sienta más alerta y despierto.

El consumo de bebidas energéticas crece, pero el impacto del uso excesivo y crónico de tales productos en el sistema cardiovascular sigue siendo poco conocido.

Varios estudios han detallado una amplia gama de posibles efectos nocivos para la salud, incluida la disfunción cardiovascular y la insuficiencia cardíaca, “aunque la mayoría de los consumidores no son conscientes de ello”, detallan los autores del informe del BMJ.

Otro estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Texas A&M descubrieron que algunas bebidas energéticas tienen “efectos adversos sobre las células musculares del corazón”. En el estudio publicado en Food and Chemical Toxicology, evaluaron 17 marcas de venta libre ampliamente disponibles y observaron lo que sucedía con los cardiomiocitos, o células cardíacas humanas cultivadas en un laboratorio, cuando se exponen a estas bebidas. Encontraron que los cardiomiocitos mostraban un aumento de la frecuencia de los latidos y otros factores que afectaban la función cardíaca.

En el caso del paciente de 21 años, se presentó inicialmente con disnea e hinchazón abdominal. Los exámenes revelaron que tenía insuficiencia renal con retención urinaria y las imágenes posteriores confirmaron una hidronefrosis bilateral grave (cuando la orina no puede bajar desde el riñón hasta la vejiga) que requirió nefrostomías bilaterales (sonda que se coloca en el riñón para facilitar el drenaje de la orina).

También presentaba otros síntomas: una historia de cuatro meses de dificultad para respirar progresiva con el esfuerzo, ortopnea (incomodidad al respirar mientras se está acostado, común en personas con algunos tipos de afecciones cardíacas o pulmonares), pérdida de peso y malestar general.

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