Soy psicóloga educacional y estos son los 5 mejores consejos para que los niños y niñas lean
Soy Macarena Silva, académica del CIAE de la U. de Chile, con amplia experiencia en investigación en el área del desarrollo de la comprensión lectora, y estas son mis recomendaciones para acercar la lectura a niños y niñas en casa.
El desarrollo de la lectura y la comprensión lectora han sido temas desafiantes en las escuelas chilenas, no sólo después de la pandemia. Esto es clave, ya que la lectura comprensiva y también la escritura, son habilidades básicas no sólo del área de lenguaje, sino que nos permiten aprender otras materias en la escuela y también desenvolvernos en contextos diversos, como al jugar, enviar mensajes, leer el diario, entre otros.
Si bien la enseñanza de la lectura convencional ocurre principalmente en la escuela, hay algunas cosas que se pueden hacer en casa para favorecer su desarrollo. Lo central es que estas actividades emerjan de la cotidianeidad, sin replicar lo que ya se está trabajando en la escuela, es decir, brindando un apoyo al trabajo escolar.
Estas son las cinco mejores formas de hacer que los niños y niñas lean según una psicóloga educacional
1. La importancia de la cotidianeidad: revistas y cómics también sirven
En primer lugar, no es necesario tener una gran biblioteca en casa para incentivar la lectura. Podemos partir con materiales de lectura diversos (no necesariamente libros) que tengamos a la mano, como revistas, cómics, instrucciones de juegos, recetas, manuales para armar un mueble, entre otros. Lo importante es abrirse a diversos tipos de lecturas que pueden ser interesantes y motivantes para las niñas y los niños. En esas ocasiones, es bueno mostrar que la lectura permite aprender, guiar, entretener, informar y otras funciones que surjan.
2. La sensación de éxito
En general, a los seres humanos, no nos motivan las tareas que son en extremo difíciles de lograr. Si un/a niño/a percibe que, a pesar de sus esfuerzos, no logra leer con fluidez, por ejemplo, es posible que piense que no es bueno para esa tarea, que no le guste y que trate de evitarla.
Dado lo anterior, es importante que durante el aprendizaje de la lectura, niños y niñas puedan experimentar la sensación de éxito, darse cuenta de que sí pueden lograrlo. Una forma de abordar esto es presentarles desafíos de lectura alcanzables. Si un niño o niña tienen dificultades para leer y se les presenta un texto largo, a simple vista la tarea parece no abordable. Si en ese caso, utilizamos textos más breves, por ejemplo, comics, cuyas viñetas suelen contener pocas palabras, el niño o niña podrá experimentar que logra leer una página o más, es decir, puede hacerlo. Para este mismo objetivo, también son buenos los libros informativos y expositivos que tienen recuadros (las enciclopedias de animales, por ejemplo). Es importante, en este sentido, que los desafíos sean atingentes y pertinentes al nivel de cada niño y niña.
3. Leer en familia
Los momentos de lectura en familia también pueden ser aprovechados como una gran oportunidad para que los niños y niñas se acerquen a leer. En este sentido, recomiendo que se tomen turnos de manera que padres, madres o cuidadores y niños/as se turnen para leer diversos párrafos, con lo que se va generando una actividad más dinámica donde la tarea es compartida entre todos.
Esto puede ocurrir, cuando se está haciendo una tarea grupal o de a dos (cocinar, por ejemplo, en el que cada uno puede ir leyendo algunas partes de la receta), al leer libros antes de dormir, o cualquier actividad que signifique interacción en torno a la lectura. En este caso, es importante recalcar que niñas y niños pequeños disfrutan la lectura repetida, es decir, leer el mismo libro una y otra vez. Esto es positivo, ya que permite ir mejorando la precisión con que leen o reconocen ciertas palabras y también la fluidez.
4. Piensen en lo que leen
Otra recomendación es que, al leer, los niños y las niñas puedan pensar sobre la lectura, lo que les ayudará a vincularse con el libro y a desarrollar sus ideas. Para ello, se les puede hacer preguntas antes, durante y al terminar la lectura, idealmente preguntas que vayan más allá del chequeo de la información. Por ejemplo, ¿qué hubieras hecho tú si hubieras sido ese personaje? ¿Qué consejos le darías a este personaje para que no le ocurra lo mismo?
5. Tener espacios de conversación
Esto permite, además, fortalecer el vínculo entre el lenguaje oral y el escrito. Muchas veces se nos olvida que la comprensión lectora está anclada a la habilidad de comprender el lenguaje oral. Es importante tener espacios de conversación, discusión e intercambio con los niños y niñas que permitan que ellos amplíen su comprensión y expresión del lenguaje. Una manera de fortalecer esto es ofrecer sinónimos de palabras conocidas durante los intercambios, preguntar sobre lo que se lee, sobre las experiencias del día, explicar y cualquier otra actividad que incremente la participación de niñas y niños en el habla.
*Macarena Silva, investigadora del CIAE y subdirectora del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile (IE) de la Universidad de Chile,
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