La última época del año suele ser intensa debido a que aumentan las exigencias en varios ámbitos: laborales, académicos, económicos, sociales, familiares, etcétera. A ello, se suma muchas veces una auto presión de evaluar nuestras metas o logros alcanzados durante el año.
No es de extrañar que este cúmulo de situaciones nos saque de nuestro centro y nos provoqué estrés, agobio o ansiedad.
Soy psicoterapeuta y estas son 5 formas de reducir el estrés de fin de año
Para vivir un fin de año de mejor forma, mediante 5 invitaciones prácticas, el académico y director del Diplomado en Mindfulness Relacional y Prácticas de Bienestar impartido por la Escuela de Psicología de la UAI, Claudio Araya, propone afrontar el estrés de fin de año recuperando la conexión humana con los demás y con cada uno, practicando el estar plenamente presentes, cultivando una actitud empática y compasiva para volvernos a conectar con las raíces de nuestra humanidad compartida.
“Cultivar intencionalmente la humanidad compartida y la conexión social puede ser un formidable antídoto para afrontar el estrés y las exigencias de fin de año, está a la mano y podemos recurrir a ello cuando lo necesitemos”, explica Araya. A continuación, 5 invitaciones o formas de afrontar de mejor forma estos últimos días del año:
- 1. Realizar pequeñas pausas diarias para conectar con tus propias necesidades. Dentro de tus posibilidades, busca espacios de silencio y quietud, momentos que te ayuden a sentirte con mayor equilibro y serenidad. Pueden ser pausas de 2, 3 o 5 minutos.
- 2. Busca conectar directamente con las personas que son significativas para ti, la conexión social es un antídoto al estrés y al sentimiento de soledad. No tienen necesariamente que ser momentos prolongados, ni tampoco tiene que transformarse en otra exigencia más de fin de año. Puede ser valioso hacer un llamado telefónico, enviar un correo o darte un momento para compartir un té o café.
- 3. Frente a la tarea de realizar una autoevaluación, presta especial atención a lo que valoras que ha ocurrido durante el año. Reconoce las circunstancias que has tenido que afrontar y trátate con compasión y bondad, tal como tratarías a alguien a quien aprecias y que ha vivido circunstancias similares. Presta especial atención a si aparecen voces autocríticas y excesivamente exigentes y castigadoras. La investigación muestra que la autocrítica y el autocastigo, no solo no contribuyen al bienestar, sino que tampoco mejora tu rendimiento.
- 4. Realiza micro gestos que te ayuden a conectar con la humanidad que compartes con los demás, detalles simples como una sonrisa, un saludo, dar las gracias o valorar lo que los demás hacen, pueden ser gestos que van cambiando tu día y el de los demás.
- 5. Finalmente, tómate un tiempo para escuchar a los demás o a ayudarles en lo que puedan necesitar, aunque sean actos pequeños. La investigación ha mostrado que considerar y ayudar a otros/as, trae beneficios también sobre el bienestar de quien realiza la acción altruista. ¡Considerar a los demás es una buena idea para los demás y también para nosotros mismos!