Alrededor de 200 personas participaron en el conversatorio organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación en el marco de Congreso Futuro 2024. En la sala Cámara del Centro de Extensión del Instituto Nacional (CEINA), destacados académicos se dieron cita para reflexionar en torno a la necesidad de generar condiciones de convivencia y sostenibilidad en medio de un escenario de transformación tecnológica como el actual.
Bajo el título “¿Cómo generamos condiciones de convivencia y sostenibilidad en el actual escenario de transformación tecnológica?”, el panel reunió a la subsecretaria del MinCiencia, Carolina Gainza; a la decana de la Facultad de Ciencias Sociales en la U. de Tarapacá, Marietta Ortega y al director del Instituto de Ciencias Sociales de U. O’Higgins, Manuel Canales. La conversación fue moderada por Diana Aurenque, profesora del Depto. de Filosofía de la U. de Santiago de Chile.
Muchos de los desafíos complejos que hoy debe enfrentar nuestro país como los temas de seguridad y migración, la interculturalidad, la desigualdad, afectan la convivencia de las personas. Y las ciencias sociales, las artes y las humanidades pueden aportar al desarrollo de tecnologías y procesos de innovación social, que nos empujarán hacia un desarrollo sostenible e integral. “El contexto actual requiere de enfoques innovadores y basados en conocimientos especializados y evidencias, que permitan construir un desarrollo integral y sostenible a la medida de nuestras necesidades”, señaló la subsecretaria Gainza.
Respecto de esta charla, que despertó gran interés sobre todo en el público más joven de Congreso Futuro, la subsecretaría destacó que la generación de espacios de discusión en torno a la convivencia y la sostenibilidad son cada vez más necesarios para “avanzar hacia una sociedad que esté más involucrada en construir y generar espacios de colaboración. Y las tecnologías nos pueden ayudar a ello, pero para eso tenemos que pensar en tener mejores formas de convivencia y ver cómo las tecnologías nos permiten acercarnos a ello”.
A juicio de Aurenque, las tecnologías de la información están presentes en toda nuestra vida, pero pareciera que “todavía nos falta mucho debate respecto de cómo estas tecnologías afectan el convivir, cómo contribuyen, en cuestiones como desinformación, atomización de los grupos, ciudadanos, hay muchas preguntas”, señaló.
En su intervención, Marietta Ortega hizo hincapié en la distancia que existen con las regiones y sobre todo con las regiones extremas del país. “La convivencia se da en la práctica, requiere un esfuerzo y una educación también. Tenemos que convivir. Además, desde los territorios se vive una lejanía extrema con el centro del país y eso, aunque no podamos resolverlo, da una oportunidad a las nuevas tecnologías para que estos dos mil kilómetros no se sientan como seis mil”. La sostenibilidad, insistió, se debe discutir con el aporte de los territorios.
Una mirada más crítica tuvo Canales, doctor en sociología y también profesor titular de Universidad de Chile. “¿Nos interesa la convivencia realmente? No pensemos en la convivencia como quien está pensando en un asunto químico que lo mismo puede pensarlo para acá que para allá. La convivencia, como todo lo humano y social, es siempre en su concreto contexto. Entonces hay que pensar cuáles son los temas en su contexto para que no nos quede solo como una pregunta de oportunidad”, reflexionó.
Por último, la subsecretaria Gainza, adelantó que desde el MinCiencia se está trabajando en la creación de una nueva Institución, un Instituto Tecnológico y de Investigación Público de Convivencia y Sostenibilidad Social, que será lanzado a fines de 2024 y que permitirá, entre otras cosas, desarrollar nuevas tecnologías para analizar y aplicar criterios y estándares de sostenibilidad social, procesos de innovación social entre distintas regiones del país, y nuevos modelos de interfaz y articulación institucional entre quienes producen conocimientos sociales y culturales y el sector público, privado y la sociedad civil. Todo esto, con el fin de construir bienes públicos que permitan diseñar y definir nuevos y mejores estándares, criterios e indicadores de desarrollo sostenible e integral para Chile.