“Sucio, mal olor, feo y húmedo”: la drástica evaluación de los clientes de Caleta Portales según estudio
Investigación de la Universidad Austral reveló el valor cultural, social, antropológico y económico de cinco caletas chilenas: Calbuco, Puerto Montt, Valdivia, Caleta Portales y Tongoy. Mercado de Valparaíso no tuvo una buena evaluación.
En la actual legislación de nuestro país una caleta artesanal, o caleta, constituye la unidad productiva, económica, social y cultural ubicada en un área geográfica delimitada, en la que se desarrollan labores propias de la actividad pesquera artesanal y otras relacionadas directa o indirectamente con aquella (Ley 21027).
Pero las interacciones que se dan en estos espacios no se limitan a la venta de productos del mar, existen interacciones muchos más complejas, partiendo por las personas que trabajan y se relacionan día a día en estos espacios.
Así lo reveló el estudio Sistemas pesquero-artesanales y mercados costeros de lugar en Chile. Una investigación antropológica sobre la opacidad de la economía, dirigido por el antropólogo de la Universidad Austral de Chile, Dr. Gonzalo Saavedra, quien junto a su equipo investigó cinco mercados costeros del país ubicados en Calbuco, Puerto Montt, Valdivia, Valparaíso y Tongoy.
“Sucio, mal olor, feo y húmedo”: la drástica evaluación de los clientes de Caleta Portales según estudio
Esto, a través de un enfoque metodológico mixto (cualitativo y cuantitativo), usando una combinación de entrevistas y encuestas para tener un visón integral de las personas que componen estos mercados.
Saavedra indica que “hace ya varias décadas Chile optó por un modelo que basa su crecimiento económico en la exportación de materias primas, con escasa o limitada agregación de valor, como ocurrió históricamente con la minería o la gran agricultura, o más recientemente como ocurre con la industria forestal o la acuicultura a escala industrial”.
“Lo que nosotros investigamos en este proyecto permite dimensionar la importancia de esos mercados tradicionales, para las personas que allí trabajan y también para sus visitantes; pero también, y sobre todo, su importancia para el territorio y la economía regional”, añade.
Algunos datos relevantes, derivados de encuestas aplicadas a más de mil comerciantes y consumidores indican que, por ejemplo, la asociación más frecuente, en el caso de Caleta Portales (Valparaíso), es el comercio, con un 100% de peso relacional, mientras que el atributo más cercano al interés patrimonial o turístico es lo “típico”, con solo un 29% de peso relacional.
Distinto es el caso de la Feria Fluvial de Valdivia, donde precisamente el “turismo” es la categoría relacional que tanto comerciantes como consumidores asocian a ese lugar, con un 100% de peso, siendo el comercio el segundo atributo más relacionado con este espacio, con un 96%.
Por ejemplo, si en esta última esos atributos son positivos, como artesanías (64%), patrimonio (31%) o atractivo (21%), en Caleta Portales no aparece ningún atributo que podría implicar una valoración turística por parte de sus visitantes.
De hecho, en orden de importancia Caleta Portales como espacio, solo aparece asociada a características negativas: sucio, mal olor, apretado, feo y húmedo, en ese orden de importancia; mientras la Feria Fluvial de Valdivia destaca como un lugar atractivo, bonito y grande, revela el estudio.
Entre los distintos descubrimientos realizados por el equipo de la investigación, se puede destacar la apreciación que se tiene desde dentro de estos mercados, o sea el “valor del lugar”. Este concepto significa que los productos tienen un origen local identificado, que asegura la valorización por reconocimiento de parte de los compradores.
En esta misma línea también se le da gran peso al significado que tienen los trabajos que se realizan en estos entornos, es decir, en esos productos tanto comerciantes como consumidores pueden reconocer que trabajo que significa su extracción y producción.
Radiografía a los mercados costeros tradicionales de Chile
En cuanto a la visión del espacio del mercado que tienen tanto pescadores como comerciantes, los dos elementos más importantes evidenciados se refieren a que los mercados son un espacio de sustento, que les han permitido mantener a sus familias de forma estable, a lo largo de varias generaciones; y, por otro lado, que han sido espacios que han favorecido la movilidad social al permitir costear la educación superior de sus hijos e hijas e incluso de sus nietos.
Otra línea importante de esta investigación fue el estado de los mercados y las políticas públicas que se aplican a estos espacios (o que podrían aplicarse), donde se evidenció que el potencial turístico de estas caletas y mercados no está desarrollado.
“En el sur de Europa o en países más cercanos a Chile, como México, visitar cualquier mercado tradicional es un atractivo turístico de gran interés y eso no ocurre en Chile. Uno de los mercados más bonitos que tenemos en Chile es la Feria Fluvial del Valdivia, pero la gente que trabaja ahí no tiene baño, por ejemplo”, comenta Saavedra.
“Otro caso es la Feria de Calbuco, que también es un atractivo turístico, y que probablemente existe desde la época precolombina, pero sigue siendo un mercado de la calle”, agrega.
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