¿Sueño post fiesta? Esto le hace el alcohol a tu cerebro cuando te vas a dormir
Chile es el séptimo país que más consume alcohol por persona, alcanzando un promedio mensual de 9,1 litros. Con un fin recreativo, el alcohol puede convertirse en un problema para las horas de dormir.
Las fiestas y sus momentos alegres duran hasta que volvemos a casa y descansamos. Para los chilenos, y quienes deciden descansar con unas copas de más, se ven perjudicados en su sueño, sumando daños a su cerebro y otros procesos biológicos que se producen al momento de descansar.
Bares, discotecas, pubs, entre otros locales nocturnos del país entregan un mínimo de 4 horas para disfrutar entre amigos, colegas del trabajo y más personas, en compañía de un cóctel a gusto. Siendo tan solo un vaso de alcohol el factor mínimo para producir efectos sobre el sueño.
Para Theresa Schnorbach, psicóloga y científica del sueño de Emma Chile, “el alcohol actúa sobre varias sustancias químicas del cerebro que intervienen en la regulación del ritmo de sueño y vigilia”. Las principales: la adenosina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA).
La adenosina es la responsable de la presión del sueño, cuanto más adenosina se acumula en el cerebro, más sueño sentimos; esto ocurre de forma natural a lo largo del día. Del mismo modo, el GABA es una de las principales sustancias químicas que regulan el descanso, interviene tanto en la generación del sueño REM (Rapid Eye Movement) como del NREM (No Rapid Eye Movement).
Cuando bebes alcohol, detalla Schnorbach, “tu cerebro se vuelve más sensible a los efectos inductores del sueño de ambas sustancias. Esto no es lo mismo que quedarse dormido de forma natural; el alcohol funciona como un sedante, similar a la anestesia general”.
El sueño se compone de dos grandes ciclos. Durante la primera etapa, NREM, No movimiento rápido de ojos, las personas pasan de estar despiertas a ralentizar la actividad del cerebro y alcanzar un sueño profundo y reparador.
Luego, con el sueño REM, que ocurre en las últimas horas al dormir, los ojos se mueven rápidamente y la actividad cerebral está despierta, con la diferencia que los músculos se encuentran paralizados para evitar los movimientos del sueño. La etapa REM es fundamental, ya que permite procesar y consolidar emociones, la memoria y el aprendizaje durante el día.
¿Cuáles son los efectos de dormir con unas copas de más?
Según lo que explica la experta, “el sueño inducido por el alcohol se caracteriza por un aumento del sueño profundo, una reducción del sueño REM y despertares más frecuentes durante la noche”. En estos puede que te duermas más rápido después de beber, pero te despertarás más a menudo, sobre todo en la segunda mitad de la noche.
Provocando no solo un descanso insuficiente, también efectos a largo plazo. “Al dormir tras haber consumido alcohol recientemente, suprimimos procesos naturales. Por eso es normal que las personas se sientan ansiosas o nerviosas al día siguiente de beber. Ellos no han tenido la oportunidad de ordenar sus emociones y recuperarse de las experiencias diarias, como lo harían normalmente”, comenta Schnorbach.
Además se pueden sumar problemas como parálisis del sueño, pesadillas o terrores nocturnos. Frente a la inflamación de tejidos, puede ser que se ronque con más frecuencia y aumenten los síntomas de apnea.
Frente a esto, la especialista entrega recomendaciones para evitar consecuencias tras las fiestas. “Es ideal beber agua para minimizar los efectos de la deshidratación. De igual forma, se tiene que prolongar el tiempo entre la última copa y la hora de acostarse: 4 horas es lo recomendado”, detalla la científica.
A esto también suma los fin de semanas de fiestas, “Se debe evitar beber varias noches seguidas para dar a tu cuerpo (y a tu sueño) la oportunidad de recuperarse totalmente de la última”.
Al día siguiente, “intenta levantarte a tu hora habitual, esto ayuda a mantener controlado el ritmo circadiano o reloj biológico. Come y bebe algo justo después de levantarte. Toma el sol, la exposición al sol por la mañana puede favorecer la producción de serotonina, que te ayuda a sentirte más alerta, motivado y despierto. Finalmente, si necesitas una siesta, procura que sea de 20 minutos como máximo y no más tarde de 6 horas antes de acostarte”, finaliza la experta.
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