¿Cómo funcionan los “superalimentos” en el corazón? Existen componentes que por su aporte nutricional generan sorprendentes beneficios para el organismo. Un estudio liderado por investigadores del Núcleo Milenio Cardio MR mostró que el orujo de la uva contiene nutrientes capaces de reducir el riesgo de contraer complicaciones a la salud, tales como la enfermedad cardiovascular aterosclerótica, diabetes, así también como otros beneficios para el ser humano.
A través de la resonancia magnética, las y los investigadores de este centro de investigación decidieron estudiar este subproducto de la fruta. El orujo, todo lo sólido de la uva que queda luego de ser prensada, podría contribuir a generar terapias alternativas a las ya existentes aplicaciones farmacológicas para contrarrestar la acumulación de grasa en las arterias del corazón, que puede desencadenar en una aterosclerosis.
“Como grupo de investigación evaluamos el impacto de una suplementación dietética con harina obtenida del orujo de uva sobre la enfermedad cardiovascular aterosclerótica y muerte prematura por cardiopatía coronaria isquémica”, explica el investigador senior del Núcleo Milenio Cardio MR, Attilio Rigotti. El estudio se enfocó en descubrir los posibles mecanismos protectores que ofrece este nutriente ante la aparición de aterosclerosis oclusiva, enfermedad coronaria y muerte cardíaca.
La enfermedad cardiovascular aterosclerótica tiene una de las mayores tasas de muertes por enfermedades coronarias. “Es inducida por la acumulación de depósitos de colesterol en la pared arterial, lo cual desencadena una respuesta inflamatoria que conduce a una lesión que limita la perfusión sanguínea y puede complicarse con ruptura de la placa y obstrucción arterial”, explica Katherine Rivera, magíster en investigación en Ciencias de la Salud e investigadora joven del Núcleo Cardio MR. Esta enfermedad, según detalla, limita bruscamente el aporte sanguíneo al corazón, lo que aumenta el riesgo de muerte cardiovascular.
El orujo de uva, conformado por el hollejo, tallo y las semillas, reduce significativamente los niveles de colesterol en la sangre. “Esto, de acuerdo al estudio, por su porcentaje de fibra dietética y de inactivación de las especies reactivas del oxígeno, lo que reduce el daño oxidativo en los vasos sanguíneos”, complementó Rivera. Este proceso está involucrado en el desarrollo de arteriosclerosis y otras enfermedades crónicas.
Esta investigación se basó en la existencia de estudios previos, que demostraron que la utilización de este subproducto en intervenciones dietéticas generó efectos favorables en la regulación de los niveles de lípidos, glucosa y antioxidantes. “Sin embargo, no existían hasta ahora estudios que evaluaran estos efectos en la sangre, parámetros relacionados al inicio o progresión de la aterosclerosis en animales”, indicó Rigotti.
Asimismo, el investigador del Núcleo Cardio MR explicó que “es altamente probable que la salud de pacientes con enfermedad cardiovascular aterosclerótica, o individuos en riesgo, se vea beneficiada por la ingesta de harina de orujo de uva como suplemento en su dieta alimenticia”, Es decir, el consumo de este nutriente disminuye la incidencia de eventos vasculares isquémicos.
Por su parte, Katherine Rivera indicó que la relevancia que reviste el estudio puede tener otras aplicaciones. “Este superalimento no solamente funciona como un coadyuvante para prevenir eventos cardiovasculares, sino también para atenuar el desarrollo y la progresión de otras enfermedades asociadas a trastornos metabólicos y oxidativos como la diabetes”. Según detalla, un estudio en curso podría validar el uso de este nutracéutico en el control metabólico de pacientes diabéticos.
Para ambos investigadores del Núcleo Cardio MR, el orujo de uva tiene lo necesario para ser considerado un superalimento, dada su alta densidad nutricional en aporte de fibra y antioxidantes y a los beneficios para la salud cardiovascular. Sin embargo, aclararon que se deben realizar nuevos estudios que confirmen otros beneficios de este subproducto de la uva en humanos.
El rol crucial de la resonancia magnética
Si bien existen otras metodologías para estudiar la acción de nutrientes en el organismo, el hecho de que este estudio fuera realizado con resonancia magnética hizo que los resultados fueran más precisos y con mejor calidad de datos obtenidos.
“El uso de la resonancia magnética no invasiva nos permitió evaluar la estructura y funcionalidad de la pared de las arterias comprometidas ‘in vivo’, lo que es difícil de lograr con otras metodologías”, explicó Rivera.
Esto, sumado a un novedoso método de contraste y captura de imágenes de alta calidad, permitió hacer el seguimiento del daño de los tejidos internos y de la insuficiencia cardiaca, lo que aportó información determinante a los resultados del estudio. Esto representó, además, una alternativa indiscutible en la prevención primaria y secundaria de eventos cardiovasculares ateroscleróticos isquémicos.