Taquicardia extrema, dolor en el pecho, náuseas insoportables: sobreviviente de coronavirus revela los terroríficos síntomas que experimentó
Además de fiebre y tos seca, muchos pacientes han sufrido de dolencias muchas más graves. Una persona que escapó de una versión extrema de la enfermedad, relata lo que vivió, y dice, espera, "no volver a vivir nunca más".
Con el coronavirus aún en estudio, todavía se discute en torno a los síntomas de la enfermedad. A los tradicionales, como fiebre, tos seca o cansancio, se han sumado otros, varios de ellos bastantes complejos.
Estos han sido compartidos por diferentes fuentes, tanto estudios, como centros médicos e incluso pacientes que sobrevivieron a la enfermedad. A la lista publicada oficialmente por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), se suman nuevos síntomas, mucho más graves.
Un reciente hilo publicado en Twitter, dado a conocer por la directora de desarrollo de la Fundación N + 1, Dani Oliver, revela en primera persona algunas dolencias por las que pasó tras ser víctima del mortal virus, que la tuvo por más de tres meses con fiebre y síntomas respiratorios, además cardiovasculares y neurológicos.
Oliver detalla que sufrió de taquicardia extrema, señalando que su ritmo cardíaco fue de 160 mientras dormía, dolor en el pecho, como si alguien estuviera sentado en tu esternón, dolor de espalda y costillas como si alguien hubiera puesto un bate de béisbol en tu torso, fatiga como nunca antes has sentido en tu vida, diarrea todos los días durante más de dos meses y náuseas insoportables.
Agrega que también sufrió de otros malestares, incluso peores que los anteriores. “Pequeños vasos sanguíneos rotos en todo mi cuerpo, síntomas neurológicos con delirios y alucinaciones, insomnio y tirones corporales crónicos hipnóticos, me desperaba en medio de la noche, sin aliento y temblores al tratar de dormir, como si alguien estuviera sacudiendo la cama”, explica en Twitter Oliver.
Ignacio Silva, infectólogo y académico de Postgrados de la Universidad de Santiago, señala que algunos síntomas que se han asociado al Covid-19, y que se han presentado de maneras menos frecuente, “son las lesiones cutáneas en la piel, que pueden manifestarse como cualquier tipo de exantema (erupción o sarpullido)”.
“También las cefaleas, no solo como acompañante de los síntomas respiratorios en la fase aguda, sino en la etapa de convalecencia, donde algunos pacientes persisten con dolores de cabeza muy intensos y que muchas veces los hace consultar a un neurólogo, con exámenes de imágenes cerebrales para descartar complicaciones. Eso sucede, ya que solo es una cefalea post Covid-19″, explica Silva.
El infectólogo añade que “los eventos trombóticos también han tenido relación, ya sea como infartos al corazón, tromboembolismo pulmonar, trombosis en extremidades o trombosis cerebrales”.
“Lo otro, que se ha asociado en adolescentes y niños es el famoso síndrome multisistémico inflamatorio pediátrico, que es grave y que últimamente se ha dado bastante énfasis en su diagnóstico temprano para que los papás lleven a los niños a consultas rápidamente y evitar estos escenarios”, señala Silva.
A lo expuesto por la directora de desarrollo de la Fundación N + 1 y el infectólogo de la Usach, se suman otros antecedentes, con características similares en otras partes del mundo.
Por ejemplo, un reciente estudio reveló los 34 efectos del coronavirus en el cuerpo humano. En éste, investigadores realizaron la revisión más completa hasta ahora de las otras afecciones derivadas de la enfermedad, enfocándose en ocho áreas específicas del cuerpo, añadiendo que lo más preocupante son los efectos neurológicos, renales y al corazón, además de síntomas hepáticos, endocrinos y dermatológicos.
“Estuve en primera línea desde el principio y observé que los pacientes se coagulaban mucho, tenían niveles altos de azúcar en la sangre, incluso si no tenían diabetes, y muchos sufrían lesiones en el corazón y los riñones”, afirma Aakriti Gupta, coautora del estudio perteneciente a la Universidad de Columbia en EE.UU. y publicado en la revista Nature Medicine.
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