En mayo de 2017, Tedros Adhanom Ghebreyesus decidió afrontar el máximo desafío de su carrera: presidir durante cinco años la Organización Mundial de la Salud, una entidad con 7.000 empleados, 195 Estados miembros y seis oficinas regionales distribuidas en distintos puntos del planeta.
Próximo a concluir su gestión -y como único candidato de cara al mandato de los próximos cinco años-, el ex ministro de Salud y Relaciones Exteriores de Etiopía, y primer africano en llegar al máximo escalafón de la OMS, tiene sobre sus hombros una carga mucho más pesada de la que imaginó al asumir: lidiar con una pandemia global y reforzar el prestigio de una institución que ha estado bajo la lupa en los últimos dos años.
El punto más álgido de esa crisis fue en julio de 2020, cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó la retirada de su país de la OMS, siendo este el mayor contribuyente individual del organismo (400 millones de dólares en 2019, lo que representa 15% del presupuesto total). Hoy las aguas parecen un poco más calmas con la restitución de la participación norteamericana en la agencia por decisión de Joe Biden.
Adhanom tuvo su aparición en la jornada inaugural de Congreso Futuro, donde participó por segunda vez, con un breve video en el que destacó la importancia de achicar las brechas entre la política y la ciencia. El mandatario también defendió la gestión de la OMS para hacer frente al Covid-19.
“La ciencia siempre estuvo en el corazón de las mejoras en la salud. Hace casi tres años, como parte de la transformación digital, creamos una nueva división de ciencia para mejorar la forma en que recopilamos y analizamos evidencia y un nuevo equipo de asuntos parlamentarios para achicar la grieta entre ciencia y política. Al poco tiempo de iniciada la pandemia creamos un foro de investigación e innovación que atrajo a cientos de científicos de todo el mundo, el cual permitió el desarrollo de herramientas que ayudaron a prevenir, detectar y tratar el virus. No podemos esperar a otras crisis para poner mecanismos de advertencia de la ciencia. La pandemia demostró la necesidad de desarrollar sistemas robustos que lleven evidencia científica a políticas públicas basadas en esas evidencias. Los esfuerzos tienen que ser multisectoriales: públicos, privados y también el sector civil, y de todos los países. La ciencia debe salvar vidas”, explicó en su exposición, la cual comenzó con un saludo al presidente Piñera.
Logros en Etiopía y prestigio internacional
Nacido en la ciudad eritrea (noreste de África) de Asmara, el Dr. Tedros se graduó en biología por la Universidad de Asmara, y posteriormente obtuvo una Maestría en Ciencias (MSc) en inmunología de las enfermedades infecciosas por la Universidad de Londres y un doctorado (PhD) en salud comunitaria por la Universidad de Nottingham y fue nombrado miembro honorario de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
Adhanom alcanzó prestigio internacional gracias a sus logros en Etiopía, entre los que se destacan una reforma integral del sistema de salud del país para promover la cobertura sanitaria universal y la prestación de servicios a todas las personas, incluso en las zonas más remotas.
De acuerdo al sitio de la OMS, Etiopía amplió su infraestructura de salud bajo el liderazgo de Adhanom, además de poner en marcha mecanismos innovadores de financiación de la salud.
Un elemento importante de las reformas impulsadas por el Dr. Tedros fue el establecimiento de un programa de ampliación de la atención primaria de salud por el que 40.000 trabajadoras de la salud fueron desplegadas por todo el país. Uno de los principales resultados del programa fue una reducción aproximada del 60% en la mortalidad materna e infantil, en comparación con los niveles de 2000.