Según la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), 2019 ha sido un año sumamente caluroso, un efecto que se ha agudizado este fin de año.

Según el organismo, durante diciembre, las temperaturas máximas no han bajado de 27,6°C, y la mayoría de las jornadas han superado los 30°C.

Hasta este lunes, de los 23 días corridos en el mes, en 14 de ellos la temperatura máxima superó los 30°C, cuando el promedio de temperaturas máximas para este mes es de 29,2°C. El promedio acumulado para diciembre en 2019 es de 30,9°C, casi dos grados más que el normal para la fecha.

En 1982, por ejemplo, de los 31 días de diciembre, solo se registraron 12 días sobre los 30°C.

Este lunes, la Estación Quinta Normal registró 36,7°C, el tercer registro más alto de la historia, superando la anterior marca, que databa de 1919 (36,3°C). El más alto es 37,3°C en 2016, seguido de 37,2°C, del año 1915.

Los 36,7°C es, además, la sexta temperatura más alta registrada en esta estación, en cualquier mes del año.

Arnaldo Zúñiga, meteorólogo de la DMC, señala que esta ola de calor se debe al anticiclón del Pacífico (alta presión) que sigue muy activo, sumado con vientos descendientes de los Andes y asociado a la etapa de vaguada costera, lo que genera vientos del este, lo que implica un aumento térmico adicional en niveles bajos de la tropósfera. "Para fin de año es probable otro golpe térmico", asegura.

Estudio en alerces

Este lunes también fue dado a conocer un estudio del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, y del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), que analizó las temperaturas de la zona sur de Sudamérica en los últimos 5.680 años, en el registro más completo que se haya hecho en su tipo.

El estudio, liderado por Antonio Lara, del (CR)2 y académico de la UACh, junto a Ricardo Villalba, del Ianigla, analizó los anillos de los troncos de alerces, los que sobreviven más de 3.500 años. Los científicos analizaron más de 388.000 anillos.

Entre las principales conclusiones, el estudio señala que en las últimas décadas, si bien hay un aumento de temperaturas en el sur de Sudamérica, los veranos más cálidos ocurrieron entre los años 3140 y 2800 a. de C., y entre el año 70 a. de C. y 150 D. d. C.

Las décadas recientes (1959-2009) muestran una tendencia al calentamiento que no es excepcional en el contexto de los últimos cinco milenios.

"Hay una correlación entre el ancho de los anillos y la temperatura, por lo que se puede inferir a través de una ecuación matemática una estimación de las temperaturas", explica Lara.