Comienza la temporada de Vía Láctea: ¿Cómo fotografiarla con tu cámara o smartphone?
Hasta octubre próximo, el centro galáctico estará sobre nuestras cabezas. ¿Cómo encontrarlo y sacarle buen provecho para nuestras fotos? Aplicaciones, técnica y mucha paciencia son las claves.
Desde la madrugada de este domingo y hasta el 16 de octubre, desde el hemisferio sur será visible el centro galáctico de la Vía Láctea, una oportunidad imperdible para quienes disfruten de fotografiar los objetos celestes en el cielo.
Para ello y aprovechando la claridad de los cielos en estas fechas hasta la llegada de la época invernal, bien vale considerar algunos consejos para fotógrafos que recién comienzan en el mundo profesional -o impulsarlos para que den el salto-, o bien quienes prefieren utilizar un smartphone para este propósito.
Cámaras profesionales
Primero hay que tener en cuenta algunos términos con los que nos encontraremos en cuanto ingresemos a los "modos pro" de las cámaras fotográficas avanzadas, o las opciones que nos entregan algunos smartphones. Suenan complejos, pero si perdemos el miedo podemos encontrar un mundo completamente nuevo, donde aprovecharemos al máximo las capacidades de estos aparatos.
En la fotografía prácticamente todo se trata del manejo de la luz. En condiciones ambientales carentes de luminosidad -como la astrofotografía-, básicamente tenemos dos alternativas: Aumentar ISO, lo que se traduce en un aumento de sensibilidad del sensor, que para este caso importa más que los megapixeles. Utilizar un ISO alto permitirá que más luz sea utilizada por el sensor de la cámara, contrariamente a si este parámetro se encuentra bajo. El problema es que al utilizar altos niveles ISO se sacrifica nitidez y aparece el "ruido", pequeños granos que ensucian la imagen. En una cámara réflex o DSLR, valores de 3200 o 6400 es lo usual. Puede ser más, dependiendo de la cámara.
Debemos utilizar tiempos de obturación más lentos (vale decir el 'pestañeo' o apertura del diafragma), permitiendo que más luz llegue al sensor. Sin embargo, cualquier mínimo movimiento dará lugar a distorsiones no deseadas, por lo que se requiere muy buena estabilización, idealmente un trípode. El tiempo de obturación usual es de 25 a 30 segundos. Podemos probar, o usar como referencia la famosa "regla de 500": Dividir 500 por la distancia focal de nuestro objetivo, lo que nos da la velocidad de obturación más extensa posible. ¿Ejemplo? si nuestro lente es de 18 mm, nuestro tiempo será 27 segundos.
Ajustar la apertura. Mientras menor sea el valor "f" que acompaña un lente, mayor será la cantidad de luz que pasa por él y entra al sensor de la cámara. Esencial en fotografía de estrellas o en este caso, la Vía Láctea. Técnicamente, la idea es utilizar un lente "luminoso" como un f1.4 (a menor número la apertura es mayor) por ejemplo de 25mm, vale decir un gran angular que nos permita abarcar más. Enfoca al infinito a través de una fuente de luz lejana, puedes pedirle a alguien que sostenga una linterna a lo lejos y también te ayudará en componer una buena imagen.
Olvidemos los telescopios. Lo buscamos es abarcar la mayor cantidad de cielo posible, justamente lo contrario al efecto que produce un telescopio, que se concentra en una porción muy pequeña del cielo.
Usar un trípode firme y un control remoto para evitar las vibraciones producto de presionar el botón de disparo y considerar el temporizador como una opción para este propósito.
Si queremos asesorarnos, fabricantes como Canon y Sony cuentan con apartados técnicos en sus sitios oficiales donde fotógrafos profesionales cuentan sus propios métodos. Además, este último añade como recomendación, modelos como la α7S II y α6100 como cámara de entrada.
Tomar tantas fotos como se pueda. Llevar una batería de repuesto y quizá una memoria extra. La clave es que la cámara esté quieta durante exposiciones largas, o sea manteniendo abierto el obturador durante varios segundos.
No existe una fórmula concreta. Experimentar y practicar con diferentes configuraciones de aperturas de diafragma, ISO y tiempos de exposición siempre será necesario hasta lograr la foto que deseamos. Debemos ser muy pacientes.
¿Y con mi smartphone?
Dicen que la mejor cámara que podemos tener es la que tenemos con nosotros. Últimamente la tecnología incluida en las cámaras para smartphones ha avanzado a pasos agigantados y se acerca tímidamente al segmento profesional, aunque por razones físicas no podamos tener los mismos resultados sorprendentes. Pero eso no implica que no podamos intentarlo, ya que con un poco de práctica obtendremos imágenes más que aceptables.
Tomás Westenenk es arquitecto de profesión y fotógrafo por oficio. En esta última área destaca por sus trabajos con smartphones y los modos profesionales, función que se encuentra presente en varios terminales gama alta pero que aún no es aprovechada por los usuarios.
En relación a la posibilidad de sacar fotos a la Vía Láctea, Westenenk manifiesta sus dudas, pero cree que controlando algunos parámetros básicos sería posible tener algún resultado satisfactorio, considerando las limitaciones de un smartphone versus una cámara profesional.
"En una foto así lo que buscamos no es rapidez con el modo automático, sino una foto bien expuesta", señala. "Más que el rango máximo de ISO, la idea es usar este parámetro a nuestro favor".
El fotógrafo, que asegura utilizar un Samsung Galaxy Note 10+ para sus fotos, señala que este aparato "podemos regular la ISO a un nivel bajo (si lo subimos aumentará el 'ruido' de la foto), abrir el diafragma (f1,5 es la opción máxima del smartphone), dejar 30 segundos de exposición y usar un trípode además del lápiz S-Pen, que ayuda como control remoto. Y no olvidar sacar las fotos en formato RAW, porque se pierde menor información al editarlo con un software".
Westenenk indica que otro punto a considerar es el tamaño del sensor, que de acuerdo a Samsung es de 1/2.55 con una relación de aspecto de 4:3. Como referencia, Galaxy Note+ posee un ISO mínimo de 50 y máximo de 3200, mientras que los segundos máximos son 30. Estos mismos parámetros son incluidos en el nuevo Galaxy S20, aunque en este último caso se añade un mejor sensor, que de acuerdo a la surcoreana es tres veces más grande que Galaxy S10.
Otro smartphone que nos puede ayudar en este propósito empleando la misma técnica es Huawei P30 Pro. El dispositivo ofrece una alta sensibilidad a la luz de hasta ISO 409600, por lo que el fabricante busca que las fotos nocturnas con poca luz sean claras y en lo posible, nítidas. Pero al mirar las estrellas las cosas cambian: En este caso, una ISO forzada a tal punto sólo nos llenaría la imagen de "ruido" que sería muy difícil de eliminar al revelarlo con programas como Lightroom, el más utilizado en estos casos, tanto para profesionales como en su aplicación para smartphones.
Según Huawei, el smartphone posee un sensor de 1/1.54 pulgadas y proporciona un amplio campo de visión de una distancia focal equivalente de 18 mm, siendo compatible con una relación de aspecto de 3:2 como una cámara DSLR full-frame.
¿Y Apple? Por ahora el terminal no cuenta con un "Modo Pro", pero sí podemos descargar algunas aplicaciones para el modo nocturno, como NeuralCam o ProCam (ambas de pago). Recordemos que el iPhone 11 Pro Max posee un objetivo estabilizado con diafragma f1,8, lo que si bien no es lo mejor, puede ser suficiente. Eso, sumado a aplicaciones como el ya mencionado Lightroom o Snapseed puede entregarnos fotos bastante dignas.
Además, en el caso del smartphone de Apple cabe destacar que dependiendo de la cámara empleada, la sensibilidad ISO cambia (26mm tiene 800 ISO y 52mm 640 ISO), aunque con 30 segundos de exposición y sin usar la cámara ultra gran angular.
Aplicaciones útiles
También existen aplicaciones que nos pueden ayudar a ubicar la Vía Láctea, o incluso programar cómo podremos componer una escena con mucha antelación. La más completa y utilizada por los fotógrafos profesionales es Photopills, que emplea datos geográficos y astronómicos para calcular el momento idóneo para sacar una foto. Incluso si estamos a kilómetros de distancia, podemos planificar perfectamente dónde pararnos y qué resultado tendremos gracias a su realidad aumentada. Funciona no sólo para la Vía Láctea, sino para todo evento astronómico u objeto celeste. Es de pago, pero vale completamente la pena. Y en su sitio oficial hay tutoriales para recién iniciados y expertos.
Otras apps muy útiles son:
SkyView: Utiliza el dispositivo Android o iOS para localizar lo que está mirando en el cielo, permitiendo identificar fácilmente los objetos celestes.
Night Sky: Similar a la anterior, también añade el soporte para Siri en el caso de iOS, ayudando a localizar planetas, galaxias, constelaciones y más.
Star Walk 2: Una excelente aplicación de astro guía disponible para dispositivos iOS y Android.
Sky Map: Originalmente diseñada como Google Sky Map, actualmente es de código abierto. Gratuita, sin anuncios ni compras adicionales.
Stellarium: Disponible para Windows, OSX y Linux, es una aplicación de planetario/mapa estelar para astrónomos aficionados. Es gratuita y de código abierto.
Contaminación lumínica
En este aspecto hay que considerar algunos factores básicos. Aparte del equipamiento correspondiente, lo primero buscar en algún calendario de fases lunares los días con Luna Nueva, para poder evitar la luz proveniente del satélite natural de la Tierra y visualizar la mayor cantidad de estrellas y astros posibles. Lo otro es buscar un lugar alto y seco debido a que la humedad absorbe las partículas de luz (los centros astronómicos del norte de Chile están a más de 3 mil metros); en lo posible realizar la sesión de madrugada (entre 1 y 4 am) y alejarse de los centros urbanos.
Para este último punto, Light Pollution Map aparece como una app imprescindible si queremos conocer las mejores zonas sin contaminación lumínica. En la imagen, Santiago aparece iluminado incluso en el sector del Cajón del Maipo o camino a Farellones, donde se suele acudir para fotografiar las estrellas. Lo más cercano a la capital hacia el norte es Combarbalá y sus alrededores.
De la misma forma, también hay que considerar alguna aplicación como Accuweather para prever el pronóstico del tiempo. En estas fechas tenemos al menos hasta mayo sin nubes, mientras que ya en septiembre y octubre aún nos podemos encontrar con cielos nublados y el centro galáctico ya no podrá ser visto hasta 2021. Ya en septiembre el tiempo de visibilidad del centro galáctico se va acortando hasta dejar de ser visible en noviembre en ambos hemisferios.
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