Tengo 69 años, soy doctora especialista en longevidad y estas son las 5 cosas que debes hacer para vivir más
La destacada Dra. Florence Comite es conocida internacionalmente por su experiencia en detectar, predecir y revertir los trastornos del envejecimiento para lograr una salud y vitalidad óptimas.
Tener una vida larga y plena es una aspiración común entre las personas. En un mundo donde los avances científicos y tecnológicos están transformando nuestra comprensión del envejecimiento y la salud, la idea de vivir más tiempo se ha arraigado profundamente en la psique colectiva.
La Dra. Florence Comite, endocrinóloga y fundadora del Centro Comite de Medicina y Salud de Precisión en EE.UU. es conocida internacionalmente por su experiencia en detectar, predecir y revertir los trastornos del envejecimiento para lograr una salud y vitalidad óptimas.
Sus 69 años le han dado renombre y experiencia en el campo de la medicina de precisión. Y ahora compartió con el sitio Business Insider cinco cosas que hace para intentar vivir más tiempo.
Tengo 69 años, soy doctora especialista en longevidad y estas son las 5 cosas que debes hacer para vivir más
1. Prioriza las proteínas
Priorizar las proteínas en la dieta es crucial para promover una vida más larga y saludable, especialmente a medida que envejecemos. La Dra. Comite señaló al portal que ingiere al menos un gramo por kilogramo de su peso corporal en proteínas cada día para mantener su masa muscular.
Esta priorización se basa en varios factores fundamentales para la salud y el bienestar a largo plazo. A medida que envejecemos, el cuerpo tiende a perder masa muscular en un proceso conocido como sarcopenia. Esta pérdida de masa muscular puede conducir a la debilidad, la disminución de la movilidad y un mayor riesgo de caídas y lesiones. Las proteínas son esenciales para la síntesis y el mantenimiento de los tejidos musculares, lo que ayuda a preservar la masa muscular y a mantener la fuerza y la función física a medida que envejecemos.
Las proteínas son fundamentales para el proceso de curación en el cuerpo. Después de una lesión, enfermedad o cirugía, el cuerpo requiere una ingesta adecuada de proteínas para reparar y regenerar los tejidos dañados. Al priorizar las proteínas en la dieta, se facilita la recuperación y se acelera el proceso de curación, lo que contribuye a una mejor salud a largo plazo.
Además, las proteínas desempeñan un papel crucial en la producción de hormonas, que son mensajeros químicos responsables de regular una variedad de funciones corporales, incluido el metabolismo, el crecimiento y el estado de ánimo. Mantener una ingesta adecuada de proteínas ayuda a garantizar que el cuerpo tenga los nutrientes necesarios para producir y regular adecuadamente estas hormonas, lo que puede tener un impacto positivo en la salud y el bienestar general a lo largo de la vida.
2. Haz ejercicio
Al igual que una dieta rica en proteínas, el ejercicio de resistencia o fuerza contribuye significativamente a mantener y aumentar la masa muscular. Los ejercicios de resistencia, como levantar pesas o hacer ejercicios con bandas de resistencia, estimulan el crecimiento muscular y la síntesis de proteínas, lo que ayuda a contrarrestar la pérdida muscular asociada con el envejecimiento. Esto es crucial para prevenir la debilidad, la disminución de la movilidad y el riesgo de lesiones relacionadas con la pérdida de masa muscular.
Además de beneficiar a los músculos, el ejercicio de resistencia también fortalece los huesos. La actividad física regular estimula la formación de tejido óseo nuevo, lo que ayuda a prevenir la pérdida de densidad ósea y reduce el riesgo de osteoporosis y fracturas relacionadas con la edad.
Sumado a esto, el ejercicio regular, incluido el entrenamiento de resistencia, fortalece el corazón y mejora la salud cardiovascular. Ayuda a reducir la presión arterial, controlar los niveles de colesterol y triglicéridos, y mejorar la circulación sanguínea, lo que a su vez reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, y contribuye a una vida más larga y saludable.
La Dra. Comite realiza entrenamiento de resistencia, como levantar pesas, dos veces por semana. Ella equilibra eso con ejercicio aeróbico o cardio, dos o tres veces por semana, que puede ser caminar, correr, nadar, andar en bicicleta, hacer elíptica (máquina).
3. Come chocolate amargo
Consumir chocolate amargo puede ser beneficioso para promover una vida más larga y saludable, especialmente debido a los flavonoides presentes en el cacao. Estos compuestos tienen varios efectos positivos en la salud cardiovascular y cerebral, lo que puede contribuir a una mayor longevidad.
Los flavonoides presentes en el chocolate amargo están asociados con la reducción de la presión arterial y el colesterol LDL (“malo”). Estos efectos ayudan a mantener la salud cardiovascular al reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, como la arteriosclerosis y los accidentes cerebrovasculares.
Los flavonoides del cacao también han demostrado mejorar el flujo sanguíneo al cerebro. Esto puede tener beneficios significativos para la función cognitiva y la salud cerebral, lo que podría ayudar a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
El chocolate amargo es rico en antioxidantes, que ayudan a combatir el estrés oxidativo y reducen el daño celular causado por los radicales libres. Esto puede ayudar a proteger contra el envejecimiento prematuro y diversas enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Ella come chocolate con un contenido sólido de cacao del 70 al 90% porque contiene mucha menos azúcar que el chocolate con leche.
4. No bebas alcohol con frecuencia
El consumo excesivo y frecuente de alcohol puede tener graves consecuencias para la salud física. Puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades hepáticas, cardiovasculares, cáncer y trastornos gastrointestinales. Además, el alcohol puede debilitar el sistema inmunológico, lo que hace que el cuerpo sea más susceptible a enfermedades infecciosas.
Business Insider explica que una gran revisión de estudios realizada en 2023 con 4,8 millones de participantes encontró que las mujeres bebedoras tenían más probabilidades de morir que las no bebedoras. Un estudio separado de 2022 encontró que los bebedores habituales perdieron un promedio de 6,9 años de vida. La Organización Mundial de la Salud dice que ninguna cantidad de alcohol es segura para la salud.
5. Toma astrágalo
El astrágalo, una hierba conocida por sus propiedades adaptógenas, lo que significa que, en teoría, podría ayudar a proteger contra el estrés, el daño celular y enfermedades como el cáncer y la diabetes, según Mount Sinai.
Se ha sugerido que el astrágalo tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que puede ayudar a proteger contra el daño celular causado por los radicales libres y la inflamación crónica. Esto podría tener implicaciones significativas para la prevención de enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y cáncer.
Sin embargo, el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa dice que no existen estudios en humanos de alta calidad que demuestren que pueda ayudar a nadie con cualquier condición de salud.
El Centro advierte que la ingesta de astrágalo por vía oral puede tener los siguientes efectos secundarios: sarpullido, picazón, síntomas nasales y malestar estomacal. El astrágalo también podría interactuar con medicamentos que inhiben el sistema inmunológico, y la investigación en animales sugiere que podría no ser seguro tomarlo durante el embarazo, según el NCCIH.
De todas formas, la Dra. Comite dijo que a los seis meses de tomar astrágalo, su vista mejoró y ya no necesita gafas para leer. “Regresé para hacerme la prueba en Yale. Vi a mi oftalmólogo y me dijo: ‘Has retrocedido el tiempo. Tus ojos se parecen a los de hace 20 años’”, dijo.
Se ha encontrado evidencia preliminar en estudios con ratones que sugiere que el astrágalo puede mejorar la retinopatía diabética, que es cuando la parte posterior de los ojos se daña por los altos niveles de azúcar en la sangre causados por la diabetes. Pero esta evidencia proviene de estudios realizados en ratones, por lo que es posible que no se relacione con los humanos.
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