Sensibilidad. Es la principal duda que ha generado en algunas comunidades científicas y médicas la propuesta del Ministerio de Salud, que este viernes anunció la implementación de un test de saliva para detectar el coronavirus, el que debería ser la norma para testear en el país a fin de mes.
Pese a las dudas, el ministro Jaime Mañalich garantiza su eficacia. "Sabemos que la saliva produce una información incluso más sensible que el hisopado bronquial, y tiene más seguridad para el personal de salud”, afirmó la máxima autoridad sanitaria del país.
La propuesta proviene del Consejo Asesor Covid-19, que afirma que el Sar-CoV-2 se multiplica en la lengua y glándulas salivales. Incluso, este órgano asesor asegura que se ha logrado aislar virus vivo de la saliva.
"Menos falsos positivos”, esgrimió el consejo, justificando la propuesta.
Una de las razones esgrimidas por el organismo es que la muestra es tomada por el propio paciente, lo que disminuye el riesgo de contagiar al personal de salud.
Y es tal vez, la etapa menos glamorosa del examen: el paciente debe escupir sobre el frasco de la muestra: y no poco, al menos dos ml, algo así como un tercio del frasco.
Entre sus ventajas versus el sistema actual, los expertos que asesoran al Minsal establecen que la sensibilidad de la muestra de saliva es mayor y la detección del virus es más prolongada durante la evolución de la enfermedad; la toma de muestra no es invasiva, disminuye el estrés del personal y pacientes, disminuye molestias, dolor y sangramiento; evita trasmisión; permite toma de muestras fuera del hospital, incluso en la casa de los pacientes; y elimina el tiempo de espera de la toma de muestra acelerando el proceso y entrega de resultados.
Para sus consideraciones, el Consejo cita a la Agencia de Control de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA), que recientemente aprobó el uso de este examen, y un estudio publicado el 22 de abril por 50 científicos, donde se dan a conocer las ventajas de este sistema versus los hisopos nasofaríngeos.
Ya hay varios países que lo están utilizando además de EE.UU., como Japón y Argentina, que también tiene una programa experimental de implementación.
Pero no todos están de acuerdo. Partiendo por la Sociedad Chilena de Infectología (Sochinf), que defendió las bondades del actual test, que “se encuentra muy bien estandarizado en la Red de laboratorios clínicos a lo largo del país”, y ha sido utilizado por décadas en el diagnóstico de virus respiratorios en Chile y el mundo.
El organismo cuestionó los estudios publicados que prueban su eficacia, por ser “limitados” y porque su aplicación se da inapropiadamente en un “momento crítico de la pandemia”
La Sochinf, a través de un comunicado, hizo una larga lista de los eventuales problemas que el examen pudiera generar, que incluyen el transporte y la refrigeración de las muestras.
Varios científicos, como el infectólogo y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Santiago, Ignacio Silva, y el Rodrigo Cruz, director del Centro de Investigación y Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Valparaíso, entrevistados por este medio, coincidieron con la Sochinf, y afirman que “si bien han salido buenos estudios que validan las pruebas a través de la saliva, tienen pocos pacientes.
“Los estudios son aún insuficientes, principalmente vinculados a 'series de casos’ por lo
Pero también hay médicos que lo apoyan, como Marcos Huilcamán, infectólogo de la Clínica Ciudad del Mar, que dijo que “el virus podrá ser encontrado en cualquier lugar donde haya secreciones y replicación viral. Podemos hacer un test de lo que uno quiera y vamos a encontrar virus”.
La saliva se ha vuelto un problema de paladar.