¿Tiene la mujer un espacio reconocido en el mundo del fútbol?

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Ada Hegerberg, la primera mujer en ganar el Balón de Oro femenino en 2018, no participará del mundial en Francia como un acto de protesta a la brecha de género en el fútbol en Noruega, su país.


Se ha avanzado hacia ello, pero no sé, hasta qué punto, las mujeres tienen un espacio reconocido en el fútbol.

Por ejemplo, Ada Hegerberg, la primera mujer en ganar el Balón de Oro femenino en 2018, no participará del Mundial en Francia como un acto de protesta a la brecha de género en el fútbol en Noruega, su país.

Otro ejemplo, la Encuesta Nacional de Actividad Física y Deporte – desarrollada por el Ministerio del Deporte en 2018 en población mayor de 18 años – demuestra que la desigualdad género también se expresa en el deporte: el 74,2% de las entrevistadas se declaró inactiva (versus el 54,7% de los entrevistados).

Ahora bien, este avance se ha centrado en dos frentes – la igualdad salarial y la cobertura mediática de eventos deportivos – y ha sido disputado por las mismas mujeres en los deportes, lo que no hace del fútbol un campo de disputa 'diferente' a otros como el derecho a voto o a la educación.

Esta disputa, indudablemente 'más contemporánea', es un avance en la dirección correcta en la medida en que cuestiona los estereotipos de género y visibiliza a las mujeres en espacios y actividades tradicionalmente masculinos.

Sin embargo, cuidado, porque pese al avance, sabemos que la Copa del Mundo femenina no paralizará al país como sí sucedió con el Mundial de Rusia en 2018. Y, al mismo tiempo, tenemos casos menos esperanzadores en el deporte como el de la atleta sudafricana Caster Semenya.

Por un tema de visibilidad y reconocimiento, sí es importante que la cobertura mediática ayude a visibilizar a mujeres y niñas en espacios tradicionalmente masculinos. En este sentido, borrar la distinción del 'fútbol para hombres' y el 'fútbol para mujeres', y difundir el ´fútbol es fútbol'.

Por ejemplo, leyendo la biografía de Ada Hegerberg es interesante ver que al crecer en una pequeña ciudad en Noruega, en donde no había mayores distinciones entre equipos de fútbol para hombres y fútbol para mujeres (por ejemplo: su hermana era la capitana del equipo de fútbol y su mamá la entrenadora del mismo), le hizo amar al fútbol por el deporte mismo.

* Socióloga y directora de la Comisión de Contenidos de La Rebelión del Cuerpo

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