A simple vista nada, pero tienen mucho en común. Ambos grupos parecen moverse de manera sincrónica y organizada como si fueran una unidad. Lo hacen los pájaros al volar en bandadas que se mueven como si fuera un solo manto. Y lo hacen las células, que se mueven colectivamente cuando van, por ejemplo, a curar una herida en nuestro cuerpo.
Ambos ejemplos, están dentro de lo que la física llama materia activa, un término acuñado para describir sistemas compuestos por muchos elementos biológicos o artificiales, donde cada individuo tiene la capacidad de extraer energía del ambiente para generar movimiento o autopropulsarse.
El uso de la física para entender la materia activa, tiene un interés fundamental hoy en la ciencia, ya que conocer y entender las propiedades que tienen estos sistemas, permitirá predecir sus movimientos y manipularlos.
¿Qué importancia tiene eso? Las tecnologías de última generación que usan materia biológica a microescala, incorporan materia activa, por lo que dominarla permitirá importantes avances en biotecnología, electrónica y medicina. ¿Te imaginas un grupo de microrobots o de bacterias que se pueda mover a nuestro antojo por el torrente sanguíneo llevando medicamentos para atacar un cáncer?
En eso están trabajando los investigadores del Núcleo Milenio Física de la Materia Activa, alojado en el Departamento de Física de la FCFM de la Universidad de Chile, que investigan el movimiento de bacterias y células en tejidos, a la vez que diseñan microrobots artificiales que se mueven de manera muy similar a la materia viva.
*Director del Núcleo Milenio Física de la Materia Activa
Charla
Rodrigo Soto realizará la charla gratuita "La Física de la Vida", este miércoles 8 de mayo, a las 12:00, en el auditorio Gorbea, 3 piso, Beauchef 850. Para todo público: Inscripciones acá