Esta jornada la Oficina de Meteorología de Australia emitió una alerta de "tormentas severas" que incluyen fuertes vientos y granizadas en gran parte de Nueva Gales del Sur, una de las zonas más afectadas por los incendios forestales que ya han consumido cerca de 12 millones de hectáreas y han dejado 29 víctimas fatales. 

Pero este fenómeno climático también ha afectado a ciudades como Canberra donde los granizos han llegado a tener el tamaño de pelotas de golf y han roto varios parabrisas y ventanas de automóviles.

Durante el fin de semana, muchas de las ciudades afectadas por las llamas se inundaron ayudando al trabajo de los brigadistas para apagar las llamas.

Entre las consecuencias de las precipitaciones está que las estados del Queensland y Victoria se inunden; tal y como pasó durante días previos en Melbourne.

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