“Como Gobierno nos hemos propuesto avanzar hasta lograr que el 1% del PIB sea destinado a la investigación y desarrollo”, dijo ayer en su primera cuenta pública el Presidente Gabriel Boric Font. Y con eso se busca apuntar a fortalecer la investigación intersectorial en ciencia, tecnología e investigación.
El compromiso ya figuraba en el programa de Apruebo Dignidad: “Aumentaremos los fondos para Investigación y Desarrollo a más del doble, con la meta de que Chile invierta un 1% del PIB”.
Actualmente, la inversión en ciencia y tecnología -proveniente del sector público y privado- es el 0,34% del PIB, por lo que la iniciativa supone triplicar los fondos. Esa cifra corresponde a “unos 800 millones de dólares. Y triplicarlo serían 2.400 millones. Es un salto bien importante respecto de lo que hoy día hay. Por eso es un tema que hay que hacerlo de forma progresiva e incentivando que, a partir de las inversiones públicas, se fomente la inversión privada”, dijo a La Tercera el ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Flavio Salazar.
De ese porcentaje, los fondos públicos son el “60 o 70%. La inversión privada es bastante baja todavía. Se supone que al aumentar la inversión del Estado, se van a generar espacios para incentivar la inversión privada, y que esta vaya completando el 1% en un porcentaje que pudiese ser, ojalá, del 50 y 50″, explicó el secretario de Estado.
El plazo para concretar el aumento, agregó el secretario de Estado, es “ojalá al término del gobierno, pero probablemente vamos a tener que seguir proyectándolo en el futuro”.
¿De dónde saldrán los recursos? Salazar señaló que “hay un fondo especial del royalty del litio, por una parte, pero también está la decisión dentro del presupuesto nacional de redestinar fondos a esas áreas. En una primera etapa eso será factible para este año. Y luego, con la reforma tributaria, que se va a producir probablemente a partir del 2024, vamos a poder hacer un salto más importante”.
La cartera ya contempla un aumento para el 2023, que destinará a mejorar la infraestructura y equipamiento de universidades, aumentar los proyectos que entrega la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (Anid), y fortalecer y crear nuevos centros tecnológicos y científicos dirigidos por el Estado, a través del Fondo de Financiamiento de Centros de Investigación en Áreas Prioritarias (Fondap).
El gobierno apunta a aumentar la inversión en el área, porque “el modelo de desarrollo que ha presentando el Presidente implica que hay que generar nuevas capacidades en el país, lo que significa que tenemos que tener más expertos, científicos, doctorantes, para que se puedan hacer cargo, por ejemplo, de la transición energética que se va a producir con el desarrollo del hidrógeno verde”, agregó el ministro.
María Cecilia Hidalgo, presidenta de la Academia Chilena de Ciencias, dijo que la inversión estatal en Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación es el 0,21% del PIB, “más de diez veces inferior al promedio de la OCDE. Ello no permite el desarrollo del conocimiento en todas las áreas que Chile requiere, que son muchas, y además se desperdicia talento, porque esta inversión es tan baja que no permite insertar a todas los jóvenes formados/as en el país o en el exterior, mediante Becas Chile”.
El promedio de la OCDE era (en 2019) de 2,5. Ese mismo año, Chile invertía el 0,34% -cifra que se mantiene en 2022-; Argentina, 0,46; y China, 2,2. Los países que más invirtieron ese año fueron Corea, con 4,8; e Israel, con 5,1.
Según cifras publicadas por el organismo, en el período comprendido entre 2010 y 2019, el país registró su aporte más alto el 2013 -durante el primer gobierno de Sebastián Piñera-: 0,39%. En adelante, los aportes comenzaron a descender, registrando 0,375 en 2014; 0,36 en 2017; y 0,34 el 2019.
El exministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Andrés Couve, comentó que “un anuncio de la envergadura del que se hizo hoy sin duda debe estar acompañado de los mecanismos concretos que van a permitir alcanzar esa meta. De otra manera, es solo una forma distinta, y en este caso, un tanto irresponsable, de refrasear un anhelo”.
Couve -a quien le tocó instalar el ministerio, creado en 2018- dijo que durante su administración desarrollaron una institucionalidad, que vinculó investigación y desarrollo con economía, y “preparó al Estado para que podamos enfrentar una discusión de cómo insertar la ciencia en el desarrollo del país. En el fondo, construimos un chasis institucional que le permite al país enfrentarse a decisiones como el aumento significativo del presupuesto”.
El consejo asesor del ministerio elaboró una propuesta para aumentar el presupuesto en ciencia y tecnología, que contempla agencias más robustas, invertir en las investigaciones que impulsan las universidades y en servicios tecnológicos, que brinden servicio a la comunidad científica y al sector privado; a modo de incentivo para que incrementen sus aportes en I+D.
El anuncio del Presidente Boric, “requiere cambios en el aparato y también en cuanto al modo de inversión; no solamente cuanto vamos a invertir”, apuntó Couve.