Trasplantes de órganos de cerdos a humanos: científicos presionan por más ensayos clínicos
Los investigadores piden a los reguladores de EE.UU. que permitan iniciar ensayos clínicos de xenotransplante cuanto antes para avanzar en la investigación y así, eventualmente, aliviar las listas de esperas de personas que esperan donantes.
Un xenotrasplante es el trasplante de células, tejidos u órganos de una especie a otra. Idealmente se realiza entre especies parecidas para evitar el rechazo, como de cerdos a humanos.
Recientemente, en enero, se realizó un histórico hecho médico: se logró trasplantar con éxito un corazón de cerdo a un paciente humano en EE.UU. Se trataba de un hombre de 57 años que tenía cero posibilidades de sobrevivir sin un corazón, pues padecía una enfermedad cardiaca terminal.
Como el paciente se enfrentaba a una muerte segura, la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA por sus siglas en inglés) entregó una autorización de “uso compasivo” a médicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland para el procedimiento.
El hombre no rechazó el órgano, sin embargo, luego de dos meses falleció. Los médicos investigaron el hecho y se dieron cuenta que el corazón que recibió el paciente era portador de un virus porcino (citomegalovirus porcino, PCMV), y creen que eso pudo contribuir a su muerte.
Aunque el receptor del trasplante de corazón murió, la cirugía representa un logro enorme, dice al portal Nature Allan Kirk, cirujano de trasplantes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke. Y agrega que “la ciencia del xenotrasplante ha avanzado hasta el punto de que hay una respuesta a la pregunta más importante: ¿Puede un órgano de cerdo mantener la vida en un ser humano que de otro modo moriría? Y la respuesta es sí”.
Anteriormente ya se había realizado un xenotrasplante humano exitoso a fines de 2021. Con el permiso de las juntas éticas institucionales, los cirujanos transfirieron riñones de cerdo genéticamente modificados a dos personas que figuraban legalmente muertas, pues no tenían una función cerebral perceptible y estaban conectadas a ventiladores. Con resultados alentadores los riñones funcionaron normalmente durante las 54 horas de prueba y parecían producir orina.
Sin contar estos casos excepcionales, aún no ha habido ensayos formales de xenotrasplantes humanos, y a los médicos les urge la necesidad de realizar ensayos clínicos para avanzar en la investigación y así, eventualmente aliviar las eternas listas de espera de personas que necesitan un donante.
La falta de donantes acelera la urgencia
En Chile, las listas de espera aumentaron debido a la pandemia del Covid-19. Con las patologías del AUGE/GES la situación es delicada. De acuerdo al informe que envió el Ministerio de Salud al Congreso, al 31 de diciembre de 2019 la cantidad de tratamientos postergados era de 7.944. Al 31 de marzo de 2022, las garantías GES retrasadas marcaron 62.848, es decir, en un poco más de dos años se produjo un incremento del 691% (54.904).
Además, el promedio de retrasos en el tiempo alcanzaba los cinco meses en mayo de este año. Si a finales de 2019 había 130 atenciones con promedio de retraso mayor a un año, en mayo eran 8.528.
En EE.UU. la situación es mayor y más de 100 mil personas están esperando trasplantes de órganos. Es por esto que los investigadores piden a la FDA que permita ensayos clínicos para probar los procedimientos a fondo con pacientes humanos. “Tenemos personas que mueren todos los días esperando órganos”, dice Jay Fishman, especialista en enfermedades infecciosas de trasplante en el Hospital General de Massachusetts, quien participó en la reunión de la FDA.
A finales de junio, los asesores de políticas de la FDA se reunieron durante dos días con profesionales médicos para discutir el futuro de los xenotransplantes. Según la revista Nature, la mayoría de los asistentes estuvo de acuerdo en que se necesitan ensayos en humanos para ayudar a responder las preguntas de investigación más apremiantes.
Allan Kirk se presentó en la reunión y aseguró que los datos respaldan el inicio de los ensayos clínicos “pequeños y enfocados” con “pacientes seleccionados adecuadamente”.
Hasta ahora la agencia no ha dado respuesta a lo hablado en la reunión, pero un informe del 30 de junio de The Wall Street Journal dice que la FDA está diseñando planes para permitir los ensayos.
Dichos ensayos ayudarían a saber el mejor cóctel de inmunosupresores para ayudar al cuerpo humano a aceptar un órgano de cerdo, y qué raza es la más adecuada para el cultivo de órganos, dijo al medio Nature Caroline Zeiss, especialista veterinaria de la Escuela de Medicina de Yale.
Faltan respuestas
En cuanto al trasplante de órganos de cerdos, los investigadores ya han avanzado exitosamente en primates no humanos, como babuinos. Pero estos experimentos no son prueba suficiente para garantizar la seguridad de un xenotrasplante humano. Caroline Zeiss dijo a Nature que si el objetivo final es hacer trasplantes en personas, se necesitan ensayos en humanos.
Sin embargo, hay personas que expresan su preocupación por la transmisión de virus porcinos a los pacientes receptores, e incluso, a contactos cercanos.
Dicha preocupación también fue evidenciada por la FDA, que buscó el consejo en los miembros sobre cómo mejorar la detección de virus PCMV (ya que puede permanecer en silencio en los cerdos infectado) y cómo reducir el riesgo de criar cerdos con infecciones virales.
La respuesta de Zeiss fue que quiere ver pruebas validadas que puedan eliminar la posibilidad de que PCMV y otros virus estén al acecho en los cerdos criados como donantes de órganos.
Los cirujanos comentaron que se puede utilizar tecnología de detección existente que puede ser de ayuda para ver si los cerdos donantes tienen virus, pero no hay forma de garantizar que los órganos de los cerdos estén libres de patógenos.
Aún falta responder a una serie de preguntas fundamentales antes de que la tecnología pueda utilizarse ampliamente, así como determinar la combinación correcta de reproducción y retoques genéticos necesarios para garantizar que los cuerpos de los receptores no los rechacen.
“Nuestro objetivo no es tener una excepción, sino avanzar en el campo para ayudar a nuestros pacientes”, dijo al New York Time el Dr. Jayme Locke, cirujano principal del estudio renal y director del Programa de Trasplante de Riñón Incompatible de la UAB, y agregó: “Qué día tan maravilloso será cuando pueda entrar a la clínica y saber que tengo un riñón para todos los que esperan verme”.
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