En el marco del Roche Press Day 2024, un encuentro, diseñado para fomentar el debate y la búsqueda de soluciones sostenibles en pro de pacientes, tres destacadas doctoras de Latinoamérica compartieron sus conocimientos sobre enfermedades que afectan de manera diferenciada a las mujeres.
En entrevista con Qué Pasa desde Miami, la Dra. Flavia Nelson, neuróloga y especialista en esclerosis múltiple, la Dra. Carolina Sardi Correa, oftalmóloga en la Clínica Oftalmológica de Antioquía (Colombia), y la Dra. Melissa Juárez, oncóloga en CIMCA y coordinadora del posgrado de Oncología Médica en la Universidad de Costa Rica, coincidieron en que reconocer y actuar ante estos síntomas puede ser determinante para la prevención y atención adecuada de las pacientes.
Tres enfermedades que afectan de manera diferente a las mujeres
La Dra. Flavia Nelson, experta en neurología y directora del Centro de Excelencia en Esclerosis Múltiple en la Universidad de Miami, detalla las particularidades de esta enfermedad y su impacto en las mujeres.
“La esclerosis múltiple suele presentarse con una pérdida gradual de visión en un ojo, un síntoma inicial común en el 60% de los pacientes”, explica. Otros signos incluyen dificultad para caminar o neuralgia del trigémino, que puede causar dolor en la mandíbula y dificultades al masticar. La presentación de los síntomas varía según la ubicación de las lesiones en el cerebro o la médula espinal.
En cuanto a las diferencias de género, la Dra. Nelson señala que no hay grandes variaciones en los síntomas iniciales entre hombres y mujeres. Sin embargo, subrayó que el tipo de esclerosis múltiple primaria progresiva, que afecta al 10% de los y las pacientes y se manifiesta generalmente con dificultades para caminar y pérdida de fuerza en una pierna, es más común en personas de 50 a 60 años. “En general, lo más común es la pérdida de visión”, reiteró.
Sobre los tratamientos, la especialista mencionó una importante laguna en la investigación clínica: “Aunque la esclerosis múltiple afecta a tres mujeres por cada hombre, los estudios de medicamentos se han realizado sin un enfoque específico en las mujeres”. La mayoría de los análisis estadísticos no diferencian entre géneros, lo cual limita la comprensión integral de la enfermedad y sus tratamientos.
La Dra. Nelson enfatiza la necesidad de cambiar esta práctica en los ensayos clínicos. “Es fundamental que comencemos a analizar la información de manera independiente para hombres y mujeres, no solo en los síntomas y su mejoría, sino también en otros aspectos secundarios como el volumen cerebral y los biomarcadores”, indica. Estudios recientes han revelado que la disminución del volumen cerebral varía entre géneros, lo que podría influir en los enfoques terapéuticos
Enfermedades oftalmológicas
Las enfermedades oftalmológicas afectan de manera desproporcionada a las mujeres, con la degeneración macular y la ceguera siendo más comunes en ellas que en los hombres. “La degeneración macular es una enfermedad relacionada con la edad y, como la mujer vive más tiempo que el hombre, se vuelve más frecuente en ellas”, explica la Dra. Sardi. Sin embargo, la causa exacta de esta diferencia aún es incierta. La prevalencia de la ceguera también es mayor en mujeres, un fenómeno que continúa siendo objeto de estudio.
El envejecimiento de la población agrava el problema, lo que hace que la prevención y la detección temprana sean más importantes que nunca. La Dra. Sardi señala que, aunque existen tratamientos capaces de preservar la visión si la enfermedad se detecta a tiempo, muchas veces las pacientes esperan a experimentar una pérdida significativa de visión antes de buscar ayuda. “Las enfermedades relacionadas con el envejecimiento de las células de la retina pueden prevenirse con hábitos saludables: no fumar, hacer ejercicio, una buena alimentación y antioxidantes”, menciona.
Detectar los primeros signos de problemas de visión puede marcar la diferencia. La Dra. Sardi aconseja que “si tienes más de 55 años, es recomendable taparte un ojo y luego el otro regularmente para identificar cambios en la visión. Uno de los síntomas más tempranos es ver líneas deformadas, como si un televisor o una puerta recta se vieran ondulados”. La revisión oftalmológica anual después de los 50 años es esencial, y también lo es para niños hasta los 12 años, subraya.
Las mujeres diagnosticadas con diabetes deben tener especial cuidado con su salud visual. “Cerca del 30-40% de las pacientes diabéticas desarrollarán alguna lesión en los primeros 15 años de la enfermedad, por lo que deben ver a un oftalmólogo cada año”, recomienda la doctora. En el caso de mujeres embarazadas con diabetes, el riesgo aumenta considerablemente. “Deben acudir al oftalmólogo inmediatamente después de saber que están embarazadas”, añade.
En el contexto latinoamericano, las barreras para el diagnóstico temprano de enfermedades oftalmológicas en mujeres son significativas. La Dra. Sardi menciona que la escasez de especialistas y la falta de aseguramiento son dos de los principales obstáculos. “El costo de las consultas se incrementa para las mujeres debido a un menor acceso a seguros médicos, y la falta de conciencia hace que muchas no acudan al oftalmólogo hasta que tienen un problema serio”, explica.
Cáncer de pulmón
El cáncer de pulmón es una de las enfermedades más letales y subestimadas en la región. Aunque tradicionalmente se asocia con el hábito de fumar, la Dra. Juárez señala que un 25% de los casos de cáncer de pulmón en la región se presenta en personas no fumadoras, predominando en mujeres.
“Si tenemos un paciente que no ha fumado y sospechamos de cáncer de pulmón, probablemente será una mujer”, afirma la especialista. Este tipo de tumores suelen ser adenocarcinomas y, en muchos casos, presentan mutaciones que permiten tratamientos personalizados y terapias dirigidas.
El diagnóstico temprano es vital para el pronóstico y tratamiento del cáncer de pulmón. Según la Dra. Juárez, la supervivencia a cinco años de los y las pacientes con cáncer de pulmón es de apenas un 22%, una cifra muy inferior al 90% de supervivencia en cáncer de mama. Sin embargo, las mujeres no fumadoras tienden a tener mejores resultados gracias a los biomarcadores que permiten opciones de tratamiento más específicas, como pastillas que evitan la necesidad de quimioterapia intravenosa.
“Tengo pacientes con enfermedad avanzada que han estado en tratamiento durante 5, 6 o 7 años con una pastilla”, detalla la doctora, destacando la importancia de informar sobre estas alternativas para que la población sepa que hay opciones viables y menos invasivas.
A pesar de que el tabaco sigue siendo el principal factor de riesgo, existen otras causas relevantes. La exposición al radón, un gas que emana de ciertas rocas, y al humo de leña, así como trabajar en ambientes cerrados como cocinas mal ventiladas, incrementan el riesgo.
“Las personas que trabajan en la construcción con materiales como el asbesto también deben tener protecciones adecuadas”, advierte la Dra. Juárez. Además, subraya la importancia del ejercicio regular y dejar de fumar antes de los 30 o 40 años, lo que reduce en un 80% la probabilidad de fallecer por esta enfermedad.
La falta de datos epidemiológicos en América Latina dificulta un entendimiento completo de la enfermedad en las mujeres no fumadoras. La Dra. Juárez comparte la historia de su amiga, una médica que, sin antecedentes de tabaquismo ni exposición a otros factores de riesgo, fue diagnosticada con cáncer de pulmón a los 38 años y falleció tras cuatro años de tratamiento. “Creo que todos tendremos un caso cercano de cáncer en nuestra vida”, reflexiona. Esta carencia de datos también afecta la detección temprana y el desarrollo de estrategias de prevención más efectivas.
Los síntomas del cáncer de pulmón pueden variar y, en ocasiones, se confunden con otras afecciones menores. “La tos persistente, flemas con sangre, pérdida de peso y dolor torácico son señales de alerta”, advierte la Dra. Juárez.
El diagnóstico temprano es crucial y debe incluir estudios como la tomografía de dosis bajas, ya que una radiografía de tórax no es suficiente para detectar cambios significativos. La especialista destaca la esperanza puesta en el uso de la Inteligencia Artificial para mejorar la detección y el seguimiento de nódulos pulmonares en imágenes médicas.
Las mujeres tienden a responder mejor a los tratamientos gracias a la presencia de mutaciones en los tumores que permiten el uso de terapias dirigidas. “Una mujer con cáncer de pulmón tiene mejor supervivencia tras cirugía y responde mejor a la quimioterapia”, señala Juárez. Sin embargo, la inmunoterapia puede no ser tan efectiva en ellas como en los hombres. Detectar la enfermedad de forma temprana es clave para aprovechar estas ventajas en los tratamientos.
“Muchas veces justificamos un síntoma leve pensando que es algo menor, como alergias o secuelas del Covid. Pero la duda debe llevarnos a consultar”, concluye la experta. Además, destaca la importancia de avanzar en estudios epidemiológicos para entender mejor la realidad de las mujeres en Latinoamérica y mejorar las políticas de prevención y tratamiento.