Fue considerado en su minuto como uno de los mayores hitos medioambientales globales: 195 países acordaron el 12 de diciembre de 2015 un pacto para limitar el aumento de la temperatura del planeta por debajo de 2°C respecto a los niveles preindustriales (0 a 1,5°C idealmente), para así reducir de manera considerable los riesgos y el impacto del cambio climático.
Firmado en la COP21, que tuvo como sede la capital de Francia, fue bautizado como Acuerdo de París y comenzó a operar el 4 de noviembre de 2016 bajo el alero de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Fue ratificado por 185 países -incluido Chile- y su principal acuerdo fue crear las llamadas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, su sigla en inglés), un plan obligatorio de recorte de emisiones (definido autónomamente por cada país).
Pero en junio de 2017, el presidente Donald Trump anunció sus intenciones de retirarse del Acuerdo suscrito por Barack Obama, alegando un trato injusto para EE.UU. en desmedro de otros países como China. Sin embargo, hasta ahora -dos años después- solo era una declaración de intención, porque según se establece en el Acuerdo, un país podrá iniciar su proceso formal de salida solo tres años después de su entrada en vigor.
Ese plazo se cumplió este lunes y sin perder tiempo, el secretario de Estado Mike Pompeo afirmó que su país ya notificó a Naciones Unidas su decisión de retirarse del pacto. A través de su cuenta de Twitter, aseguró que el país se siente orgulloso de su historial como "líder mundial" en la reducción de las emisiones, del fomento de la resiliencia, el crecimiento de la economía y la garantía de energía para todos sus ciudadanos.
https://twitter.com/SecPompeo/status/1191455541052289024?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1191455541052289024&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.latercera.com%2Fque-pasa%2Fnoticia%2Festados-unidos-notifica-manera-formal-la-onu-retiro-del-acuerdo-paris%2F888260%2F
El retiro es un duro golpe al Acuerdo. Según los últimos informes de la ONU, Estados Unidos es el segundo país, después de China, que más emisiones de CO2 produce.
Pero la salida de Estados Unidos no podrá concretarse de manera inmediata: Washington tardará al menos un año en lograr el abandono, por lo que dejaría el pacto climático a comienzos de noviembre de 2020.
"Primero tiene que transcurrir un plazo, no es algo inmediato", explica Ezio Costa de la ONG Fima.
Dependiendo de la fecha, la salida coincidiría con el inicio de la COP26 (entre el 9 y el 19 de noviembre de 2020) y de las elecciones presidenciales de Estados Unidos (el 3 de noviembre de 2020).
Una encuesta de la U. de Yale dice que el 77% de estadounidenses cree que su país debería mantenerse en el Acuerdo de París, incluyendo al 60% de los republicanos consultados.
Pese a esto, como esperanza para los negociadores climáticos, el abandono no es irrevocable, por lo que un eventual nuevo presidente estadounidense podría -después de asumir el mandato en enero de 2021- volver a sumarse al Acuerdo de París en un proceso menos engorroso que el retiro, y que tarda unos 30 días tras la presentación de la solicitud formal.
Según los críticos de Trump, su retiro de la lucha contra el calentamiento global seguramente será un tema que los demócratas usarán contra él en la campaña electoral.
"Con o sin la documentación que la administración está haciendo para retirarse de París, ya se han retirado efectivamente de cualquier tipo de compromiso", dijo a Bloomberg Joe Goffman, director ejecutivo del Programa de Derecho Ambiental y Energético de la Facultad de Derecho de Harvard.
Trump reiteró su plan la semana pasada, calificando el pacto como "un desastre total para nuestro país" que perjudicaría la competitividad estadounidense al permitir "una transferencia gigante de riqueza estadounidense a naciones extranjeras que son responsables de la mayor parte de la contaminación del mundo".
Pese a que el retiro de EE.UU. no acaba con el Acuerdo, empina el camino a otros actores, para así alcanzar objetivos que los científicos dicen que evitarían un cambio climático catastrófico. Para mantenerse bajo los 1,5°C, el total de emisiones debe reducirse en 50% para 2030 y Estados Unidos representa hoy, por sí solo, el 14% de las emisiones globales.
Además de reducir sus propias emisiones, se esperaba que Estados Unidos contribuyera en gran medida al Fondo Verde para el Clima que ayuda a las naciones más pobres a invertir en energía renovable.
¿Fracasó el Acuerdo?
Según Hernán Blanco, director Fundación Avina, EEUU seguirá siendo observador del proceso de negociación. "Que se retire es que no tiene derecho a voto, pero el Acuerdo ya tiene buena parte de estructura elaborada, quedan temas como el Art 6 que se espera finiquitar en la COP25, pero la mayor parte ya está bastante avanzada, definida", dice, por lo que estima, no habrá un gran impacto. Podrá mantenerse como observador, e insisto que la salida solo se materializaría en noviembre 2020, un día después de elecciones. Si se elige un nuevo presidente, que es lo más probable, que se comprometa con combatir la crisis, podrá estar de vuelta en el Acuerdo en 30 días".
"El Acuerdo no ha fracasado", dice Costa, pero lamenta que haya líderes globales que no tengan ninguna intención de contribuir a solucionar los problemas globales. "Es de esperar que esos líderes cambien luego y mientras tanto el resto del mundo debe seguir poniendo su esfuerzo".
"No es un fracaso en absoluto", coincide Blanco, pero a su juicio "habla de un líder mundial muy poco sintonizado con lo pasa en el mundo".
Según Costa, el retiro de EE.UU. será tema obligado en la COP25. "Hay un tema importante que es el financiamiento, en que la salida de EE.UU. podría impactar bastante, hay que estar atento a los compromisos que hagan otros países, para compensar esa pérdida", dice.
Michelle Nunn, presidenta de la organización global CARE en Estados Unidos, dijo que "al retirarse del Acuerdo de París, la administración de Trump está renunciando al necesario liderazgo de Estados Unidos, ignorando a la ciencia y las experiencias de quienes se llevan la peor parte de la crisis".
Dice que se trata solo de un enfoque miope de la Casa Blanca, que solo aísla a Estados Unidos del resto del mundo. "El Acuerdo de París debe tener éxito en interés del futuro de la humanidad, por el momento, con la ciudadanía estadounidense, no con el liderazgo del gobierno".