Las peticiones por una educación no sexista que en 2018 se hicieron masivas a través de tomas, marchas y manifestaciones en gran parte de las universidades chilenas, no sólo incluían modificaciones en mallas académicas y sanciones efectivas a situaciones de acoso sexual, también apelaban por mayor representatividad de género en todos los niveles. Un aspecto en deuda y que se grafica claramente en que de las 56 universidades chilenas solo tres tienen a mujeres como máximas autoridades.
De ese pequeño grupo de rectoras, dos son de universidades privadas, y una de universidad estatal. Este último caso, corresponde a la rectora de la Universidad de Aysén, Teresa Marshall, nomidada por la expresidenta Michelle Bachelet, para encabezar el plantel creado en 2016.
La Universidad de Aysén, es el plantel estatal más joven y vive actualmente un proceso histórico: la elección por primera vez por parte del cuerpo académico de su máxima autoridad. El junio pasado, el Consejo Superior de esa universidad aprobó el Reglamento de Elección de Rector (a), y estableció los integrantes de la Junta Electoral y definió el calendario del proceso eleccionario.
La elección se inicia a las 8.30 horas del miércoles 24 de julio, y se extenderá hasta las 17.00 horas. Son 27 los académicos que votarán. De ella saldrá la próxima rectora de la Universidad de Aysén hasta el año 2023. Se presentaron dos candidatas, la actual rectora, María Teresa Marshall, y la académica Natacha Pino.
Rectora hasta el 2023
En el año 2016 cuando María Teresa Marshall asumió en su cargo, la elección de rector no era posible. "Cuando yo asumo el cargo en ese momento no tenemos los estatutos, no tenemos académicos, no tenemos estudiantes, ni locales ni equipamientos para partir, la presidenta Bachelet lo que me pide es armar esto, y tenía que tener el rango de rectora, fui nominada para levantar esa tarea", explica.
En el actual elección, ella decide participar "para avanzar en el mismo proceso de construir universidad", comenta. Lo que viene para la universidad, detalla, se trata de una etapa muy delicada: preparar el informe de autoevaluación que deben entregar a la Comisión Nacional de Acreditación (CNA). "Es un tema fundamental que tiene que ver con reflexionar sobre la universidad en el que han participado todos los estamentos y que se tiene que resolver de aquí a fin de año. Ese documento va a generar el proceso futuro de acreditación propiamente tal, para una universidad nueva como ésta, eso es decisivo, es complejo porque no lo hemos hecho anteriormente", dice Marshall.
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María Teresa Marshall. Foto: U. de Aysén.[/caption]
Que su candidatura represente continuidad, indica la actual rectora, no es lo correcto. El proceso de acreditación implica cambios y ajustes, indica. Y con ese informe se hacen mejoras que puede tener aspectos tanto de continuidad, como otros de cambios. "Ese es un gran elemento de mi programa, la universidad se tiene que enfocar en esa cultura de instalar que el tema de la calidad tiene que estar en el día a día".
Cómo hoy se está dirigiendo la universidad va a ir cambiando progresivamente, agrega Marshall, "y vamos a ir ampliando la mayor participación de la comunidad universitaria en la toma de decisiones y eso implica un cambio en la gestión de la rectoría".
Otro aspecto importante es el tema de la infraestructura. Actualmente es arrendada y en el mes de agosto estará el primer diseño del futuro campus, "es un gran salto, y a la vez, estamos en conversaciones con las autoridades, porque tenemos aprobados recursos para construir un segundo edificio", comenta Marshal. Para el 2020 la universidad aumentará de seis carreras de pregrado a 10, lo que implican muchos ajustes en términos de espacio, de más profesores, laboratorios, etc.
Natacha Pino, es la otra candidata. Académica del Departamento de Ciencias Naturales y Tecnologías, es jefa de la carrera de Ingeniería Civil Industrial. En su caso, cuenta, la idea de la candidatura surgió desde los mismos académicos. "Llegué en noviembre del año pasado a la universidad, y ellos me lo pidieron, que a la universidad le haría bien tener un contrapunto, para que no hubiera solo la candidatura de continuidad de la rectora, y que presentarse con una propuesta interesante y atractiva, sería un camino viable".
"Esta fue una candidatura que surgió desde los propios académicos, con el apoyo de 15 académicos se firmó la candidatura, y eso es lo que destaco, porque son los propios académicos los llamados a construir universidad", subraya Pino.
En su programa, dice Pino, se destacan tres aspectos. "Está el liderazgo más fluido en términos de la gestión más eficiente en la utilización de los recursos, el poner el modelo educativo al centro de la universidad, la relevancia de la docencia y la vinculación con el medio, y cómo nos relacionamos y creamos clima, en una comunidad que todavía es pequeña, y donde cada cual sepa qué es lo que aporta en el proceso educativo", señala.
Sin duda la conexión con la región, indica Pino, es algo que la universidad debe considerar con más fuerza. "La reconexión con el territorio, no hay que olvidar que la universidad partió desde las propias bases, hay iniciativas en las comunas cercanas, pero nos falta estar más presentes con municipios y organizaciones sociales".
Que sean dos candidatas, Pino resalta, es propio de los tiempos actuales. "Esto no fue intencional, fue circunstancial, ella quería continuar y coincidió que me lo pidieron a mí", dice. Algo que se ve con más frecuencia, señala, que aparecen más mujeres con los requisitos para estos cargos, "si pasa aquí, puede pasar en cualquiera otra universidad, se requieren solo académicas con experiencia y con interés en la gestión".
Coincide en ese sentido Marshall, que subraya que "como universidad del Estado lo hemos estado conversando y lo hemos propuesto, que es muy relevante avanzar en la equidad de género y de oportunidades, es algo que hemos avanzado desde el año pasado con el ministerio, es parte de una agenda nacional".
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Natacha Pino. Foto: U. de Aysén.[/caption]
