Para condimentar o conservar alimentos, la sal forma parte del día a día de las personas alrededor del mundo. Podemos encontrarla en la casa de casi todos los chilenos y en productos a los que normalmente en supermercados, almacenes o quioscos.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), explicó en un artículo que, a pesar de lo que normalmente se pensaría, la mayoría del sodio dietético –o el sodio presente en la dieta– “proviene del consumo de alimentos envasados y preparados, y no de la sal de mesa que añadimos a la comida mientras cocinamos o comemos”.
Su ingesta es necesaria, pero su sobreconsumo podría acarrear problemas a la salud. Según un estudio del Ministerio de Salud (Minsal), un 98,4% de los adultos en Chile tiene un consumo de sal mayor a la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero ¿por qué es importante regular su consumo? ¿cómo afecta al organismo? ¿es posible dejar de consumirla totalmente?
Importancia de la sal en la dieta
La sal aporta sodio en la alimentación de las personas, compuesto imprescindible para que el cuerpo funcione correctamente. La cantidad indicada para el consumo no debe sobrepasar los 5 gramos, según la OMS.
“El cuerpo necesita una cantidad de sodio diaria que obviamente es mucho menor de la que se está consumiendo, porque el sodio –que es parte de la sal que consumimos– regula todos los líquidos del organismo, los fluidos. El sodio participa en la conducción nerviosa y también favorece la absorción de glucosa en el intestino”, explica la doctora Eliana Reyes, nutrióloga del Programa de Obesidad y Diabetes de Clínica Universidad de los Andes.
“Participa en muchas reacciones químicas que generan energía en el organismo, entonces, no es que uno no necesite el sodio, sino que se necesita en cantidades muy pequeñas”, agrega Reyes. “Además, la sal que todos consumimos está yodada y eso es muy bueno, porque es un mineral que participa también en el organismo”.
Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), el organismo necesita del yodo para generar las hormonas tiroideas, encargadas de controlar el metabolismo del cuerpo y tener un buen desarrollo de huesos y cerebro durante el embarazo y la infancia. Así mismo, la cantidad a consumir dependerá de distintos factores, como la edad –caso similar ocurriría con el sodio–.
“Los alimentos procesados, como las sopas enlatadas, casi nunca contienen sal yodada. Además, las sales especiales, como la sal marina, la sal kosher, la sal del Himalaya y la flor de sal, no suelen estar yodadas”, indicó la organización.
Existen diferentes tipos de sal, como las nombradas anteriormente, pero ¿hay alguna que sea más saludable que otra? Reyes explica que no, todas tienen la misma cantidad de sodio, por lo que solo dependería de la cantidad el cómo afectará al organismo. Sin embargo, lo que sí tienen de distintas estas sales son la presencia de minerales, como el hierro en las sales rosadas o el yodo.
Afecciones y regulación del consumo
A pesar de que se recomienda el consumo de no más de 5 gramos de sal al día, los adultos chilenos ingieren casi el doble, llegando a 9,4 gramos en promedio. Estos niveles de sodio en la dieta pueden afectar al cuerpo, provocando enfermedades.
Reyes explica que el exceso de sal produce retención de líquidos en el organismo y conlleva a un aumento de la presión arterial. Además de poder producir insuficiencia cardiaca, ataques cardiacos y accidentes vasculares, además de problemas renales.
Algunos hipertensos podrían normalizar su situación disminuyendo el consumo de sal. “Un 30% de ellos, al reducir su consumo de sal, pueden normalizar su presión y no tener que tomar medicamentos”, por eso dentro de las primeras medidas que se les aconseja a estas personas es reducir su ingesta, dice Reyes.
Entonces, ¿se debe eliminar completamente su consumo? Reyes explica que es difícil llegar a suprimir la presencia de la sal en la dieta, debido a que muchos alimentos comercializados tienen sodio dentro de sus componentes.
“Hay muchos alimentos que uno compra que ya tienen sal añadida, entonces en el fondo tu podrías cocinar sin sal, pero igual estas recibiendo sal comprando ciertas cosas. Cuando compras embutidos, cosas en lata, salsas preparadas, todo eso tiene preservante que tienen sodio. Entonces, cero sal es muy difícil de obtener”, agrega.
De consumirse comida chatarra o procesada, la nutrióloga recomienda que sea de manera ocasional.
La FDA señaló algunas recomendaciones para reducir el consumo de sodio, entre ellas se encuentra leer la etiqueta de la información nutricional de los alimentos que se compren – aunque en el caso de Chile también se le puede dar una mirada a las indicaciones de “alto en sodio”–, limitar la cantidad de sal a la hora de condimentar y preparar la comida en casa restringiendo artículos envasados, instantáneos o embutidos, por mencionar algunos.