Un británico y dos estadounidenses ganan el Premio Nobel de Medicina 2020 por el descubrimiento del virus de la hepatitis C
Se trata de un logro histórico en la batalla en curso contra las enfermedades virales. El descubrimiento permitió que hoy se disponga de análisis de sangre altamente sensibles para el virus, lo que ha eliminado la hepatitis postransfusional en muchas partes del mundo, mejorando enormemente la salud mundial.
El británico Michael Houghton y los estadounidenses Harvey Alter y Charles Ricefueron anunciados este lunes como los ganadores del Premio Nobel de Medicina 2020, por el descubrimiento del virus de la hepatitis C.
“Antes de su trabajo, el descubrimiento de los virus de la hepatitis A y B había sido un paso crítico hacia adelante, pero la mayoría de los casos de hepatitis transmitida por la sangre seguían sin explicación. El descubrimiento del virus de la hepatitis C reveló la causa de los casos restantes de hepatitis crónica y posibilitó análisis de sangre y nuevos medicamentos que han salvado millones de vidas”, indica la organización.
“El descubrimiento del virus de la hepatitis C por los premios Nobel es un logro histórico en la batalla en curso contra las enfermedades virales. Gracias a ello, ahora se dispone de análisis de sangre altamente sensibles para el virus que esencialmente han eliminado la hepatitis postransfusional en muchas partes del mundo, mejorando enormemente la salud mundial”, indica el jurado del galardón.
“Su descubrimiento también permitió el rápido desarrollo de medicamentos antivirales dirigidos contra la hepatitis C. Por primera vez en la historia, la enfermedad se puede curar, lo que aumenta las esperanzas de erradicar este virus de la población mundial. Para lograr este objetivo, se requerirán esfuerzos internacionales para facilitar los análisis de sangre y hacer que los medicamentos antivirales estén disponibles en todo el mundo”, sostiene.
Silenciosamente mortal
Aunque la inflamación del hígado es causada principalmente por infecciones virales, factores como el abuso de alcohol, las toxinas ambientales y las enfermedades autoinmunes también aparecen como causas importantes.
En la década de 1940, se descubrió que existen dos tipos principales de hepatitis infecciosa: A y B. La primera se transmite por agua o alimentos contaminados y generalmente tiene poco impacto a largo plazo en el paciente; mientras que el segundo tipo se transmite a través de la sangre y los fluidos corporales, representando una amenaza mucho más grave, debido a que puede conducir al desarrollo de cirrosis y cáncer de hígado.
Esta última forma de hepatitis resulta más compleja, ya que personas sanas pueden infectarse silenciosamente años antes que surjan complicaciones graves, causando más de un millón de muertes por año en todo el mundo, comparable a la infección por el VIH y la tuberculosis.
De esta forma, en la década de los años 60, Baruch Blumberg estableció que una forma de hepatitis transmitida por la sangre era causada por un virus que se conoció como virus de la hepatitis B, lo que condujo al desarrollo de pruebas de diagnóstico y una vacuna eficaz. Blumberg recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1976.
Casos inexplicables
En aquél momento, Harvey J. Alter se encontraba estudiando la aparición de hepatitis en pacientes que habían recibido transfusiones de sangre. Notó que si bien el reciente descubrimiento para el virus de la hepatitis B, y el desarrollo de pruebas para la hepatitis A habían reducido el número de personas enfermas, aún quedaba un gran número de casos inexplicables.
Así, Alter y sus colegas demostraron que la sangre de estos pacientes con hepatitis tenían la capacidad de transmitir la enfermedad a los chimpancés, el único huésped susceptible además de los humanos. Estudios posteriores también demostraron que el agente infeccioso desconocido tenía las características de un virus. Las investigaciones metódicas de Alter habían definido de esta manera una forma nueva y distinta de hepatitis viral crónica. La misteriosa enfermedad se conoció como hepatitis “no A, no B”.
Fue entonces como la identificación del nuevo virus se convirtió en prioridad. Los esfuerzos por lograr su aislamiento duraron más de una década, hasta que Michael Houghton se encontró un clon positivo, que llamó virus de la hepatitis C. La presencia de anticuerpos en pacientes con hepatitis crónica implicaba fuertemente a este virus como el agente faltante.
Aún así, faltaba una pieza esencial del rompecabezas: ¿podría el virus por sí solo causar hepatitis? Charles M. Rice, investigador de la Universidad de Washington en St. Louis notó una región previamente no caracterizada en el extremo del genoma del virus de la hepatitis C que sospechaban que podría ser importante para la replicación del virus. A través de ingeniería genética y un complejo proceso en chimpancés, Rice detectó virus en la sangre y cambios patológicos similares a los observados en humanos con la enfermedad crónica. Fue la prueba final que el virus de la hepatitis C podría causar los casos inexplicables de hepatitis mediada por transfusiones.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el mundo se estiman 70 millones de infectados por la hepatitis C, que causa 400.000 muertes al año.
En Chile, la Hepatitis C es considerada de baja ocurrencia. Durante el año 2018 se han registrado dos casos de Hepatitis C en la región de Aysén, mientras que casos de Hepatitis A y B no han existido.
Otros Nobel
El prestigioso premio incluye una medalla de oro y un premio de 10 millones de coronas suecas (más de 1,1 millones de dólares), cortesía de un legado dejado hace 124 años por el creador del premio, el inventor sueco Alfred Nobel.
El año pasado, el Nobel de Medicina recompensó a los estadounidenses Willial Kaelin y Gregg Semenza, así como al británico Peter Ratcliffe por sus trabajos sobre la adaptación de las células a los niveles variables de oxígeno en el cuerpo, abriendo perspectivas en el tratamiento del cáncer y de anemia.
Este martes se concederá el Nobel de Física, el miércoles el de Química y el jueves, Literatura. El prestigioso Nobel de la Paz será otorgado el viernes en Oslo. Y el premio de Economía, creado en 1968, cerrará la temporada el lunes siguiente.