El acelerado proceso de envejecimiento llegó para quedarse y por mucho tiempo. Un Chile para todas las edades. Así lo evidencian las cifras entregadas recientemente por el INE, en el documento de Estimaciones y Proyecciones a nivel regional de la Población en Chile 2002- 2035.
Las estadísticas también confirman que este fenómeno demográfico se extiende a todo el país, siendo llamativo que tal como se puntualizara en un artículo anterior de este mismo medio el grupo de personas mayores de 65 años será predominante en 13 regiones del país.
Esta situación plantea una serie de desafíos para el Estado, las políticas públicas, las instituciones involucradas con la temática y la sociedad civil en su conjunto.
Las personas mayores representan un mundo muy heterogéneo y diverso, con necesidades multidimensionales imposibles de encasillar, aunque lamentablemente a veces se tiende a eso, es decir a colocar en un mismo saco la situación de la vejez, con prejuicios, discriminaciones de todo tipo, estereotipos, estigmas que muestran una imagen que no se condice con la realidad.
Por ejemplo, la mayoría de los que superan los 60 años son autovalentes, por lo tanto esta etapa de la vida no es sinónimo de enfermedad, ellos y ellas conviven con el irreversible paso de los años, en muchos casos con patologías crónicas no transmisibles como la hipertensión y la diabetes, lo que no les impide disfrutar de una activa existencia familiar y social, o compartir afectiva y sexualmente, volver a estudiar, capacitarse y seguir trabajando por necesidad económica o por el gusto de sentirse útil y de poder transferir sus experiencias a las nuevas generaciones.
Dado lo anterior es recomendable que las acciones diseñadas, implementadas y evaluadas desde los organismos públicos para mejorar su calidad de vida sean con un enfoque de derechos humanos, inclusivo, participativo e intergeneracional, considerando la Convención Interamericana sobre la Protección de 27 garantías de la cual Chile es parte.
Esto significa que las personas mayores sean sujetos protagonistas en las políticas que les afectan, en las investigaciones que las involucran, es decir que sean consultadas tal como lo somos quienes integramos la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile.
Es así como en estos últimos 25 años hemos sido testigos privilegiados, pero también actores en el desarrollo de programas, planes, guías y distintas políticas en el ámbito sociosanitario, producto del aumento progresivo de la expectativa de vida de los chilenos y chilenas.
Nuestra disposición y compromiso de colaboración ha sido permanente en distintas instancias de opinión, diálogo y debate, integrando mesas de trabajo a nivel de Gobierno, sosteniendo reuniones intersectoriales, participando en sesiones en el Parlamento, realizando operativos de salud y actividades de promoción hacia la comunidad.
Como parte de nuestra visión y misión, continuamos trabajando para reducir la brecha de especialistas y profesionales con formación geriátrica y gerontológica, promoviendo la formación y enseñanza de la geriatría en todas las universidades que imparten Medicina, la creación de unidades geriátricas agudas en los principales hospitales, actividades de educación continua en Santiago y regiones, entre otras.
Con este ánimo, celebraremos nuestro aniversario 25 en el marco del XXIII Congreso Nacional de Geriatría y Gerontología Un Chile para todas las edades, un encuentro que reunirá a destacados expositores nacionales e internacionales en torno a temas como fragilidad, demencia, salud mental, sarcopenia, nutrición, diabetes, farmacología clínica, cuidados al final de la vida, cardiogeriatría y odontogeriatría.
La invitación está extendida para los días 24, 25 y 26 de julio. Todos los detalles en www.socgeriatria.cl ¡¡Los esperamos!!
Marco Espíldora H. Periodista, Mg. Políticas Públicas y miembro de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile
Homero Gac. E. Médico Geriatra y Presidente de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile