Durante la mañana de este lunes, un hallazgo en las costas de Arica provocó una ola de incertidumbre y temor. Apareció una criatura marina, de casi seis metros de largo. Colgada desde una grúa, los habitantes murmuraban lo que estaban viendo. Se trata de un ejemplar adulto de “pez remo” (Regalecus glesne) que apareció inusualmente entre los pescadores de la zona. Este pez es asociado, sobre todo en culturas orientales, como un pregonero de tsunamis o terremotos. ¿Tendrá este pez alguna propiedad para predecir catástrofes?
Su hallazgo significó en la población, y especialmente en redes sociales, un elemento de preocupación por los mitos y conjeturas asociadas a esta especie marina. Los hechos dicen que es uno de los 17.000 tipos de peces que habitan los océanos, y se han visto en prácticamente todo el planeta. Su relación con los tsunamis, terremotos y otros eventos naturales, parecieran no tener relación alguna con este pez.
Según explican científicos y especialistas en biología marina, no existe relación entre la aparición de esta especie y algún desastre natural próximo. Eso sí, llama la atención la aparición de este tipo de pez en las orillas, ya que principalmente habita entre los 500 y 1.000 metros de profundidad.
Cristian Aldea, biólogo marino de la Universidad de Magallanes detalla que esta especie habita prácticamente en todos los océanos y mares. “La distribución geográfica que tiene esta especie corresponde a una pelágica, vale decir que nada libremente en las aguas a lo largo y ancho de prácticamente todo el mundo. En todos los océanos, excepto el Antártico”. En Chile, su distribución abarcaría incluso hasta la Región de Magallanes. Es una especie de aguas tropicales y templadas, de poca abundancia pero presente en gran parte del ambiente marino.
El investigador agrega que este tipo de pez no es raro, en particular. “Lo que es raro es su abundancia, la cantidad de ejemplares que podrían haber, como habita nadando en las aguas libres a grandes profundidades, cercano a los 500 y 1000 metros de profundidad, por lo cual es difícil capturarlo”, remarca Aldea.
Asimismo, Guido Plaza, investigador y académico de la Escuela de Ciencias del Mar, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, detalla que el pez remo es una especie que hasta los científicos conocen poco. Pertenecen a una familia que pertenece a los “Regalicidae”, y son solo cuatro especies reportadas en dos géneros. Son escasos, aunque muy presentes en todo el mundo, principalmente en los trópicos.
“Son especies mesopelágicas que tienen la capacidad de hacer migraciones verticales. Pueden estar en la columna de agua, e incluso hacer inmersiones más profundas. A veces hacen “migraciones tróficas”, en busca de alimentos. Esto, ya que buscan crustáceos pequeños para comer”, detalla Plaza. Además, el académico declara que de esta familia de peces no hay más de 20 trabajos científicos. Es decir, se sabe muy poco de ellos. “Lo que sí se sabe es que son depredados principalmente por tiburones, y se ha podido determinar que una especie de 5 metros (como la encontrada en Arica) puede tener 5 o 6 años de vida. Son de crecimiento muy rápido”, declara.
Es muy difícil que sus apariciones puedan estar relacionadas con terremotos. Lo que sí, sus presencias repentinas son explicadas porque se mueven libremente por prácticamente todo el mar, declaran los investigadores. A su vez, vale destacar que el pez remo es catalogado como el pez óseo más grande del que se tenga registro. Existen especímenes de tiburones que llegan a tener un mayor tamaño, pero estos recaen sobre la categoría de “cartilaginosos”.
¿Por qué este pez se acerca a la orilla?
Cada vez que aparece un ejemplar de pez remo en las orillas llama la atención de los curiosos. Más aún, si su presencia está asociado a un al presagio. Lo cierto es que regularmente se reportan ejemplares cerca de la superficie, a 30 o 40 metros de la orilla costera, “pero siempre se asocia a ejemplares enfermos, o que están desovando”, añade Aldea al respecto.
El biólogo marino remarcó además que en el ambiente marino hay aproximadamente 17 mil especies de peces. “Entonces muchísimos de ellos son especies que la gente no va a ver nunca, inclusive la gente que trabaja en el mar”. Lo de su relación con los temblores es, a juicio del investigador, una simple conjetura muy difícil de probar. “El continente llega hasta los 200 metros de profundidad, y de ahí ocurre un quiebre brusco hacia el lecho marino, el piso oceánico. Una de las conjeturas o hipótesis que podría hablar de alguna sensibilidad a varazones o terremotos, pero no es nada probado”, especifica.
El origen de esta creencia que relaciona al pez remo y los terremotos apunta principalmente al folklore de Japón. Ante esto, en 2019 se realizó un estudio en la Universidad de Tokai, en el mismo país, para intentar relacionar avistamientos de este espécimen marino y los desastres naturales desde 1928. De la investigación apenas se encontró la relación espaciotemporal entre las apariciones de peces de aguas profundas y los terremotos. Por lo tanto, no pudo ser comprobado y se concluyó que esto es solamente “una superstición atribuida a la correlación ilusoria entre los dos eventos”.