“Un sector que no se rompe hace tiempo”: Seguidilla de 40 sismos en Los Vilos “revive fantasmas” de desconocido megaterremoto de la zona central
Aunque es normal una secuencia de temblores en el país, lo anormal es la frecuencia, lo que genera inquietud sobre un eventual evento sísmico de gran magnitud en el centro del país.
Tras 24 horas con más de 40 sismos en Los Vilos, muchos de ellos sobre 5.0 Mw, historiadores, sismólogos y geólogos se acordaron de un antiguo y misterioso megaterremoto de 9,3 grados ocurrido en 1730, hace casi 300 años, en Valparaíso y Viña del Mar, el segundo más grande y poderoso que se haya registrado, solo superado por el de Valdivia en 1960 (9,5 Mw).
La zona central ha sufrido importantes sismos en 1647, 1730, 1822, 1906 y 1985, pero ninguno como el de 1730. Esto da fe de que Chile es un país sísmico, con un amplio y prolongado historial telúrico.
Los sucedido en el siglo XVIII en la Quinta Región también trajo consigo un importante tsunami con olas de ocho metros de altura. Si bien no existe mucha información al respecto, ni material gráfico, recientemente un grupo de investigadores nacionales indagó sobre este desconocido evento.
De acuerdo a los antecedentes que recopilaron los investigadores Matías Carvajal y Marco Cisternas, ambos de la Escuela de Ciencias del Mar de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y Patricio Catalán de la Universidad Técnica Federico Santa María y del Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales (Cigiden), este terremoto causó la destrucción de edificios, dejó pérdidas estructurales entre Copiapó y Chillán, e incluso llegó a Japón.
Lo ocurrido en Los Vilos durante las últimas jornadas de cierta manera “revive los fantasmas” de lo ocurrido en 1730, además se produjo con una frecuencia poco común, destaca Pablo Salucci, geólogo de la Universidad Católica y académico de la Universidad San Sebastián. “Además, suceden justo al sur del límite de la ruptura del terremoto de 2015 en Canela Baja, al interior de una zona considerada como ‘brecha o laguna sísmica’ en la zona central de Chile, es decir, un sector que no se rompe hace bastante tiempo”.
Se observa una secuencia sísmica en donde se han generado cuatro sismos principales con sus respectivas réplicas. “Estos sismos de magnitud 5, forman parte de lo normal en el registro nacional y dentro de nuestra realidad sísmica del país, en donde sismos de estas magnitudes bordean el centenar cada año. Lo anormal es el corto período de tiempo en el que han ocurrido”, añade Salucci.
En la zona, explica Salucci, “la placa de Nazca, y su interacción con la placa Sudamericana, ha estado acumulando bastante tensión”.
Según el modelo al que llegaron los investigadores, en Valparaíso el mar ingresó hasta la iglesia de la Merced la que resultó completamente destruida (donde actualmente se ubica el Colegio Pedro Nolasco) y también a la Iglesia de la Matriz, el lugar donde está actualmente el Palacio de Tribunales.
“Toda la información que obtenemos se ingresa a un modelo matemático en el que vamos reproduciendo lo que tiene que pasar en la ruptura para que ocurra todo lo que hemos encontrado en los registros históricos. Cuando tenemos una ruptura con todas las condiciones, nos quedamos con ese tamaño y determinamos la magnitud del terremoto, es decir, la energía liberada”, dice Cisternas.
Salucci establece que el terremoto de 1730 y posterior maremoto, supuso una zona de ruptura muy considerable (600-800 km de largo). “El Valparaíso de esa época era muy distinto, la ciudad como tal no existía, sino más bien, existían bodegas de los productos que se comerciaban desde y hacia Santiago”.
Lo peor de todo, es que los expertos advierten que un evento de estas características, se repetirá.
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