La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó el desarrollo de un moderado a fuerte evento meteorológico de La Niña, el que según el organismo, durará hasta el próximo año.
Este fenómeno cíclico afectará a las temperaturas, las precipitaciones y los patrones de tormentas en muchas partes del mundo. La última vez que hubo un evento fuerte de este fenómeno, fue en la temporada 2010-2011, y un evento mucho más moderado en el período 2011-2012.
La Niña es un fenómeno climático que produce el enfriamiento a gran escala de las temperaturas de la superficie del océano en el Océano Pacífico ecuatorial central y oriental, junto con cambios en la circulación atmosférica tropical, que incluyen vientos, presión y precipitaciones.
Por lo general, tiene impactos opuestos en el tiempo y el clima respecto al fenómeno de El Niño, que es la fase cálida de la denominada Oscilación del Sur de El Niño (ENOS).
“El Niño y La Niña son los principales impulsores naturales del sistema climático de la Tierra. Pero todos los eventos climáticos que ocurren naturalmente ahora tienen lugar en un contexto de cambio climático inducido por el hombre que está agravando el clima extremo y afectando el ciclo del agua”, dijo en un comunicado el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
Para Chile, la confirmación del evento tiene varias consecuencias, dependiendo de la zona de su impacto. “La anómala baja en la temperatura superficial del mar frente a Ecuador y Perú, que usualmente llamamos La Niña, provoca en Chile varios efectos que varían de acuerdo a la región”, sintetiza Raúl Cordero, climatólogo de la U. de Santiago.
Explica que para el caso del centro del país y en la Patagonia, el fenómeno se asocia a bajas precipitaciones. “La Niña explicaría parcialmente los déficit de lluvias que afectan tanto a la zona central como a la Patagonia”, dice.
Para el caso de la zona centro-sur del país, La Niña se asocia a mayores precipitaciones. “La Niña explicaría parcialmente porque la zona presenta lluvias cerca de valores normales este año”, señala.
“Aunque en el centro del país, La Niña provoca anomalías negativas en las precipitaciones, también modera las altas temperaturas. Esto significa que gracias a La Niña, quizás el próximo verano verano no sea tan caluroso como el anterior en la zona central”, agrega.
Finalmente, explica que para norte, el fenómeno se asocia a activos inviernos altiplánicos. “Esto significa que durante este verano debemos poner especial atención a los riesgos de aluviones en el norte grande.”
Cambio climático no se detiene pese a regreso de la Niña
Taalas señaló que La Niña normalmente tiene un efecto de enfriamiento en las temperaturas globales, pero esto es más que compensado por el calor atrapado en nuestra atmósfera por los gases de efecto invernadero. Por lo tanto, dijo, 2020 sigue en camino de ser uno de los años más cálidos registrados y se espera que 2016-2020 sea el período de cinco años más cálido registrado.
“Los años de La Niña ahora son más cálidos incluso que los años con fuertes eventos de El Niño del pasado”, señaló.
La nueva Actualización ENSO de la OMM establece que existe una alta probabilidad (90%) de que las temperaturas de la superficie del mar del Pacífico tropical permanezcan en los niveles de La Niña hasta finales de 2020, y tal vez hasta el primer trimestre de 2021 (55%).
Esto sigue a más de un año de condiciones ENOS neutrales (es decir, ni El Niño ni La Niña). La actualización se basa en pronósticos de los centros mundiales de producción de pronósticos a largo plazo de la OMM y en la interpretación de expertos.
La presencia de la llegada del fenómeno ya había sido anunciado por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EE.UU., que en septiembre señaló que existen probabilidades de que el fenómeno se mantenga hasta marzo de 2021.