“Un viaje al Inframundo”: el documental sobre los primeros humanos en descender al punto más profundo del Pacífico

Atacama Hadal: Un viaje al Inframundo, es el nuevo documental dirigido por Julián Rosenblatt. La pieza audiovisual retrata la extraordinaria aventura de los primeros seres humanos en descender y explorar el fondo de la Fosa de Atacama, la más extensa del planeta, a 8.062 metros de profundidad.

Los valientes y afortunados son el chileno Osvaldo Ulloa, director del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO), y el explorador estadounidense Víctor Vescovo, quienes, a mediados de enero de 2022, navegaron por fondos arenosos, paredes rocosas y acantilados en una travesía que duró casi diez horas. Se esperaban un mundo gris y falto de vida, pero fue todo lo contrario.

“Uno piensa, ´¿cómo?, si no hay luz´, pero encontramos una riqueza de especie y colores” expresó Ulloa hace dos meses, en el panel oceánico de Congreso Futuro.

La expedición, llamada Atacama Hadal, contó con el apoyo del Ministerio de la Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación; el respaldo de la Universidad de Concepción, y el patrocinio de Lotería Chile, y surgió de la invitación Vescovo a los científicos del IMO. El explorador estadounidense es propietario del buque de investigación “DSSV Pressure Drop” y del sumergible “DSV Limiting Factor”, en el que llevaron a cabo la tarea. Sin embargo, no fue primera vez que exploraban la fosa, ni que la documentan.

En el año 2018 se realizó, frente a las costas de Iquique, la primera expedición no tripulada en la fosa de Atacama. Osvaldo Ulloa también lideró esa hazaña, en la que sumergieron un lander a 8.081 metros de profundidad. Nunca antes una expedición científica chilena o internacional había alcanzado un registro tan profundo en esa parte del océano.

Entre las especies que hallaron tanto en 2018 como 2022, se encuentran camarones “gigantes” de más de ocho centímetros de largo y únicos de la fosa, que apodaron Eurythenes atacamensis. Además, peces azules que denominaron Paraliparis selti, por “selti” que significa “azul” en la lengua kunza. “Tenemos abajo un oasis debido a la biodiversidad que es prácticamente desconocido, y que es nuestra responsabilidad estudiar y proteger”, aseguró el director del IMO.

La proeza de 2018 quedó registrada en el documental Atacamex: Explorando lo desconocido, también dirigido por Julián Rosenblatt y ganador en la categoría de “Mejor Documental” en los UNOFEX International Film Awards.

“Este es un reconocimiento que permite al equipo confirmar que los esfuerzos valen la pena. Es un documental que nos tomó mucho tiempo y que se logró con el esfuerzo de muchas personas” señaló, en una oportunidad, Rosenblatt a Qué Pasa.

Hoy, cuatros años después del estreno de Atacamex: Explorando lo desconocido, Julián Rosenblatt insiste en la importancia de seguir documentando la fosa, y en lo afortunado que se siente por haber sido parte del nuevo proyecto.

“Es contar una historia que no se iba a repetir, como la primera vez que el hombre llegó a la luna o el primero que escaló el monte Everest”, expresa.

Ante la pregunta por su experiencia durante la creación del documental, el director hace una pausa un tanto larga. Procede a destacar dos etapas importantes; la primera es la incertidumbre: no saber con exactitud si el proyecto se logrará. Se trata del período previo a adentrarse en el océano, cuando el ambiente está rodeado de permisos, logística y circunstancias mucho más burocráticas.

“Una vez en el barco es que realmente empieza la travesía”, indica. Pero en el océano las aguas no son precisamente tranquilas.

Por un lado, estaba el hecho de querer superarse en aspectos técnicos, respecto del documental anterior. Tenían la experiencia y los antecedentes, así que pretendían mejorar la calidad de las capturas y el registro del audio. Sin embargo, para el documentalista el mayor desafío es que eran un equipo muy pequeño que desempeñó de forma multifacética: entre dos personas, se repartieron tareas de dirección, fotografía, sonido y entrevistas.

“Solo íbamos dos personas a bordo y debimos pasar largas horas acompañando jornadas maratónicas. Los barcos funcionan todo el tiempo, no se detienen. Fue un sacrificio intenso, pero cuidamos que lo técnico fuera bien registrado”.

Rosenblatt es enfático en que su rol es el de un acompañante silencioso. Estar lo más cerca posible de los protagonista -Ulloa y Vescovo-, pero sin ser un estorbo o una molestia. Un acompañante respetuoso que busca retratar las emociones y sensaciones vividas.

Desde este punto de vista, Osvaldo Ulloa muestra su entusiasmo: “Queremos trasmitir la experiencia de lo que significa ser exploradores submarinos del siglo XXI, y cómo desde Chile podemos también ser protagonistas”.

“Mientras hoy el ser humano invierte en explorar otros planetas, nos queda la tarea pendiente de conocer el fascinante y desconocido mundo de las grandes profundidades, una tarea para las nuevas generaciones” añade, el también magíster en biología marina.

Atacama Hadal también tuvo una segunda inmersión, en la que descendió el subdirector del IMO y académico de la UdeC, Rubén Escribano, junto al explorador Víctor Vescovo. En esta ocasión los científicos llegaron al punto histórico Richards Deep, con el objetivo de observar los mejores lugares para la instalación del Observatorio Integrado del Océano Profundo.

Finalmente, el director del esperado Atacama Hadal: Un viaje al Inframundo, que se emitirá el próximo 30 de marzo a las 22.00 en NTV, manifiesta que el documental es esencial para que los niños y jóvenes “se den cuenta del valor cultural que pueden tener hazañas como esta, donde los primeros en llegar a un lugar completamente desconocido en el planeta son científicos chilenos”.

La expedición, agrega, es una aventura y una pieza con un significado patrimonial para esta y futuras generaciones. “Ojalá que se siga contando la historia y motive a más niñas y niños a seguir el camino de la ciencia”, concluye.