Después de tres meses navegando por las costas de Chile de sur a norte, el barco-laboratorio Tara se despidió del territorio nacional para seguir con su travesía por los mares del Caribe y Atlántico. La expedición continúa por el borde del Pacífico y Atlántico, y así entender el efecto del océano en el cambio climático a través de sus microorganismos.
En nuestro país, nueve centros de investigación participaron y aportaron sus conocimientos para contribuir en una de las expediciones científicas más ambiciosas de este siglo. Los laboratorios nacionales, acoplados en el programa Ceodos, entregaron sus perspectivas científicas y trabajaron de manera multidisciplinaria para llevar a cabo este proyecto en nuestro país.
Desde Francia, el director científico de la expedición Tara Ocean, Erik Karsenti, detalló que la idea de esta travesía “fue organizar el muestreo a escala global, tan exhaustiva como fuera posible, de pequeños organismos en el océano, como organismos unicelulares y algunos organismos multicelulares de unos pocos centímetros”.
La expedición partió por Punta Arenas, a comienzos de este año, para luego detenerse en los puertos de Puerto Montt, Talcahuano, Valparaíso e Iquique. Allí, la goleta recopiló información sobre los microorganismos que habitan en las profundidades del mar chileno. Esto, con la intención de recopilar información suficiente para entender cuál es el impacto que tiene el mar en la mitigación del cambio climático.
La codirectora de Ceodos, Camila Fernández, detalló que el trabajo realizado en Chile resolverá una serie de preguntas para entender lo más profundo de los mecanismos que gobiernan la productividad biológica del ecosistema marino. “Hemos hecho los primeros diagnósticos sobre la salud de la bomba biológica del océano costero chileno, con las mejores herramientas disponibles para la secuenciación del microbioma”, explicó.
Por su parte, Alejandro Maass, codirector del programa Ceodos y director del Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile, valoró la participación de variadas miradas científicas para contribuir con este estudio. Además, agregó que “estas expediciones son tremendamente multidisciplinarias, donde oceanógrafos, expertos en genómica, y expertos en análisis de datos, entre otros, se unieron para resolver este gran desafío de cuantificar la ecología y la evolución de la masa biológica más importante en el planeta”.
Microbioma en Chile
Sobre la importancia de pasar por las aguas de Chile, Karsenti explicó que en los glaciares de la Patagonia chilena ocurre una interfase donde se convergen aguas dulces y saladas, “lo que nos permite ver el rol del medio ambiente en esta estructura del ecosistema. Esto es particularmente importante porque tenemos problemas de impacto en el ecosistema costero, obviamente producido por el calentamiento global y la importante polución realizada por el humano en la Tierra”, comentó el científico francés.
El ministro de Ciencia y Tecnología, Andrés Couve, valoró esta participación entre científicos de Francia y Chile, y agregó que “estamos ingresando a lo que va a ser la definición de la política oceánica chilena, que por primera vez incorpora a la ciencia. Este tipo de proyectos colaborativos, multidisciplinarios, es el tipo de ciencia que debemos impulsar como país”. Además, el secretario de Estado enfatizó que estas acciones colaborativas son estratégicas para Chile y para los grandes desafíos mundiales, como el cambio climático”.
Para concluir esta expedición por las costas nacionales, los representantes de esta intervención científica realizaron un taller llamado “Cooperación Francia-Chile en océanos, biodiversidad y cambio climático: Nuevas perspectivas científicas para explorar el océano”. Allí, los representantes de cada país en esta investigación, incluyendo autoridades políticas y científicas, entregaron su balance sobre el paso de la goleta Tara a lo largo del mar de Chile.
Además de la expedición científica, la tripulación de la goleta Tara y los científicos que apoyaron esta investigación en Chile, realizaron una serie de actividades educativas con colegios de los distintos puertos donde el velero atracó. Ahora, el velero seguirá su curso por el Canal de Panamá, para bordear Sudamérica por el Atlántico Sur, hasta llegar a la Antártica. Luego, atravesarán el océano para recopilar la información del micromundo marino de las costas de África, y retornar finalmente a las costas de Francia en 2022.