Nos encontramos viviendo un momento histórico para las personas en situación de discapacidad (PsD) en Chile, a diferencia de la forma en que comúnmente las representamos, es decir como personas que generan lástima, posicionados para despertar compasión y dependientes de la caridad de todas y todas, hoy se nos devela “la realidad”, donde podemos ver la expresión máxima de sus capacidades alejándonos de esos estereotipos negativos que hemos construido: los Juegos Paralímpicos.
Al parecer este evento fuera de las normativas y aspectos legales de los cuales debemos hacernos parte como agentes fiscalizadores y promotores de su cumplimiento, está impactando en los ciudadanos, demostrándonos que tener acceso a un evento de alto nivel para ocupar nuestro tiempo, promoviendo hábitos y conductas que apuntan a un bienestar general, puede captar la atención de los televidentes así como también lo hacen los juegos olímpicos o juegos de deportistas convencionales que sin duda generan expectación admiración y rating para quienes adquieren sus derechos.
Cuando presenciamos los juegos olímpicos nos deslumbramos con deportistas que llevan al máximo las capacidades físicas y mentales, superando records y cruzando la línea de lo que fisiológicamente creemos es el límite de nuestras posibilidades, bueno estamos frente a lo mismo al presenciar los juegos paralímpicos personas que realzan el concepto de la diversidad entendiendo que todos y todas somos distintos y que eso enriquece a nuestra sociedad, en este caso la funcionalidad física, sensorial y mental es distinta al común en cada uno de ellos y ellas, pero al momento de enfrentar un reto deportivo explotan al máximo sus capacidades, con marcas distintas pero que al estar compitiendo en igualdad de condiciones y garantizando la competencia justa superan records y llevan al límite sus posibilidades también.
*Académico Escuela de Kinesiología U. Andrés Bello