¿Una “Ómicron plus” peor que la cepa original o que Ómicron 2? Científicos debaten las posibilidades evolutivas del coronavirus
Expertos ya adelantan que es cosa tiempo para que aparezca una nueva variantes, pero ¿es posible saber cuándo aparecerá la próxima variante de preocupación y estar mejor preparados para ese momento?
Según datos de Outbreak, hasta ahora la variante BA.2, también conocida como Ómicron 2 ya ha sido detectada en 85 países alrededor del mundo, entre los cuales se encuentran India, Sudáfrica, Polonia, Nueva Zelanda, Irlanda, Estados Unidos, Canadá, Australia, Brasil e, incluso, Chile.
Su propagación refrenda a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha señalado recientemente que la pandemia no terminará con la variante Ómicron y que los altos niveles de infección observados en todo el mundo probablemente darán lugar a nuevas variantes a medida que el virus mute.
Por eso, una de las grandes incertidumbres que muchos científicos están tratando de responder, continúa siendo qué viene ahora. ¿Cuándo llegará una nueva variantes y de qué forma nos afectará?
De acuerdo a diversos análisis realizados hasta el momento, la mayoría de los científicos cree que la próxima variante probablemente se atenuará. Sin embargo, también reconocen la posibilidad de una cepa que sea más transmisible y más letal, por lo que enfatizan la necesidad de considerar todos los escenarios, según reporta Medical News Today (MNT).
Hay dos escenarios probables en el futuro, dijo a Nature Jesse Bloom, virólogo evolutivo del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, Washington. En primer lugar puede pasar que Ómicron continúe evolucionando, creando algún tipo de variante Ómicron-plus que sea peor que BA.1 o BA.2 y la otra posibilidad es que aparezca una nueva variante no relacionada.
Escenario que han repetido las últimas variantes de preocupación anterior a ¨Ómicron, lo que sugieres que hay una gran cantidad de plasticidad en el virus”, dijo Lucy Thorne, viróloga del College London University. “Tiene diferentes opciones evolutivas”.
¿Cuándo surgirá la próxima variante?
“No es posible adelantar cuándo se producirá una nueva variante ni de interés o de preocupación, porque eso depende no solamente de que se produzca, sino de que luego sean capaces de ser detectadas por los mecanismos moleculares que permiten la secuenciación del virus y compararlos con los otros virus circulantes”, señala el Dr. César Bustos, infectólogo de Clínica Universidad de los Andes.
Asimismo lo reafirma el Dr. Ricardo Soto-Rifo, virólogo del Instituto de Ciencias Biomédicas ICBM de la Facultad de Medicina Universidad de Chile ,“Es imposible (saber), nadie tiene la bola de cristal”. “Mientras siga habiendo transmisión y no haya una vigilancia buena, más que nada es la transmisión, la que va a determinar que aparezca o no una variante nueva“.
El Dr. John Roberts, director de Programas y Respuesta de Emergencia de los Estados Unidos del International Medical Corps, dijo a MNT que “es difícil decir cómo será la próxima variante. En general, estos tipos de virus se vuelven más contagiosos pero menos mortales con el tiempo. Sin embargo, ese no es siempre el caso”.
Por ejemplo, “muchas personas han sugerido que Ómicron puede ser un serotipo diferente (a lo que ya se conocía)”, por lo tanto, lo que vaya a salir después, será super difícil de predecir “porque no sabemos si va a tener como esqueleto Ómicron, que fue un poco lo que pasó con Delta” comenta Soto-Rifo.
Muchos científicos decían Delta era el esqueleto de lo que iba a venir, “pero si uno mira bases de datos, hay más 200 sub-linajes de Delta, y pasó que surgió Ómicron que es completamente diferente” agrega. Incluso a BA.2 hay científicos que postulan que debiese ser considerada una variante de preocupación diferente, “porque no hay claridad si BA.2 tiene como esqueleto a ómicron, porque en el fondo tienen mutaciones que comparten, pero también tienen mutaciones que son exclusivas de Ómicron 1 y otras que son exclusivas de Ómicron 2″ entonces es difícil saber lo que viene.
Por lo tanto, conocer si la próxima variante será “más leve” como se ha descrito a Ómicron 1 y 2, o si una nueva variante que se genere va a ser más virulenta que las anteriores y por lo tanto vaya a provocar una enfermedad más grave o mayor números de contagios “no es posible”, reiteró el Dr. Bustos.
Esto debido a que como las mutaciones son aleatorias, y esos cambios pueden ir en cualquier dirección. Por ejemplo, la variante Alfa causó una enfermedad más grave que el virus de tipo salvaje original, y Delta también fue más grave que Alfa, pero con Ómicron las enfermedades graves reportadas han ido a la baja, sin embargo, la cantidad de contagios superaron a las cepas anteriores.
Dr. Roberts enfatizó en que estos cambios en una posible nueva variante dependerán de “una serie de factores, incluida la mutación y la salud general de la población”.
La Dra. Megan Ranney , profesora de Medicina de Emergencia y decana académica de Salud Pública en la Universidad de Brown dijo a NBC News que el virus todavía está mutando y no hay garantía de que las variantes futuras sean leves. Existe una alta probabilidad de que haya más aumentos repentinos en nuestro futuro, particularmente para las personas no vacunadas.
Por ahora, los científicos esperan ver si el Sars-CoV-2 comenzará a evolucionar de manera más predecible y se parecerá más a otros virus respiratorios, como el resfriado común, mientras que otra teoría plantea que podría evolucionar hacia algo más peligroso, como lo han hecho otras enfermedades infecciosas.
Futuras variantes de la familia Ómicron
También es bastante improbable, por la manera en la que se replican los virus, “que las variantes nuevas que se vayan produciendo a su vez de alguna manera vuelvan al pasado y se parezcan al virus original. Por el contrario, las variantes se caracterizan por ir acumulando un número de mutaciones cada vez mayores que las van distanciando de las variantes de las que dieron origen, es decir, son virus que se van alejando cada vez más de las variantes predecesoras”, explica Bustos.
Mark Woolhouse, profesor de Epidemiología de Enfermedades Infecciosas en la Universidad de Edimburgo, destacó en The Guardian que “la variante Ómicron no provino de la variante Delta”.
“Vino de una parte completamente diferente del árbol genealógico del virus. Y dado que no sabemos de qué parte del árbol genealógico del virus vendrá una nueva variante, no podemos saber qué tan patógena podría ser. Podría ser menos patógeno, pero fácilmente podría ser más patógeno”, señaló.
Como se desprende de Alfa, Delta y Ómicron, el Sars-CoV-2 no evolucionó de manera lineal. De todas las variantes hasta el momento, la Dra. Semih Tareen, Ph.D. , virólogo y director sénior de terapia génica en el laboratorio Sana Biotechnology, en Seattle, dijo a Medical News Todaye que Ómicron y su reciente subvariante BA.2 como representantes de “grupos que son únicos y distantes de los grupos de variantes Alfa, Beta y Delta”.
“Lo que esto significa es que las variantes futuras podrían surgir de un grupo Ómicron (también conocido como BA.1), de un grupo BA.2 o de un grupo Delta (los grupos aquí se refieren a subvariantes que surgen de estas variantes principales). Solo el tiempo lo dirá, pero por el momento, estas son las variantes prominentes en la mayor parte del mundo”, dijo.
¿Las vacunas protegerán contra las próximas variantes?
Estar al día con la vacunación contra el Covid-19 es fundamental para protegerse contra la infección por Sars-CoV-2 y la hospitalización asociada advierten los médicos, ya que “es el principal factor que en estos momentos está jugando un rol para que las personas evolucionen de manera grave o no, ya se ha dicho hasta el cansancio que la vacuna protege sobre todo para los cuadros graves para quedar hospitalizado o en la UCI y eso se ve reflejado con los casos de ahora”, dijo en una nota a Qué Pasa el Dr. Javier Tinoco, infectólogo Clínica Universidad de los Andes.
Pero, ¿se puede saber si las vacunas protegerán contra las futuras variantes emergentes? o ¿hay forma de crear una vacuna que se adelante a los hechos?
“Lo único que se puede saber respecto de la efectividad de las vacunas frente a las variantes que van apareciendo es probándolas, inicialmente en laboratorio y ver si a nivel de laboratorio existe protección y las vacunas funcionan”, comenta Bustos.
Luego, “eso se debe pasar al plano observacional clínico en el que se ve si efectivamente las dosis de las vacunas que se están administrando protegen o no a un grupo poblacional con el que se han vacunado esas personas”, agrega.
Según Nature, cada vez más difícil para los inmunólogos anticipar cómo la inmunidad de la población dará forma al curso de la pandemia, ya que los impulsores de esa inmunidad se vuelven cada vez más complejos. Las personas pueden haber recibido una de varias vacunas, o una combinación de vacunas, o haber experimentado una infección de una o más variantes, con o sin vacunación.
Por eso, Bustos, reitera la idea de que solo “hay formas de crear vacunas que se adapten a las variantes circulantes, no así crear vacunas frente a variantes que aún no existen, porque eso es ilógico solamente de por si”.
Pero, de las cosas más importantes que este virus nos va enseñando por su alta tasa de replicación es que “es importante que hayan sitios concretos en diversas ciudades, regiones, países, que vayan monitorizando las variantes circulantes mayoritariamente, como se hace con la influenza, de tal manera que al reconocer las variantes predominantes en un territorio o en un hemisferio, se pueda ir fabricando o creando vacunas hechas a medida en este caso, que cubran y que sean eficaces contra las variantes que se encuentran circulando” agrega.
En última instancia, los datos continúan apuntando a la importancia de la vacunación, dice la inmunóloga Wendy Burgers de la Universidad de Ciudad del Cabo en Sudáfrica. “Sabemos que las vacunas refuerzan nuestra inmunidad y que la inmunidad será de reacción cruzada, cuando se trata de células T, con otra variante”, dijo. “Hay mucho que no sabemos, pero hay mucho que está bajo nuestro control”.
Por otra parte, el virólogo del ICBM, plantea que lo que es importante en este momento, “es tratar de disminuir al máximo los casos”.
Ómicron surgió cuando ya había inmunidad, y si surge una nueva variante va a ser en un contexto que ya hay respuesta inmune y eso va a hacer que la nueva variante tenga propiedades que escapen de Ómicron, plante Soto-Rifo. “Por eso es importante controlar los contagios, porque todos sabemos el desastre que causa en el sistema hospitalario” y reitera la importancia de vacunarse sobre todo con la tercera dosis de refuerzo que “está documentado que la tercera dosis ayuda bastante al desenlace que tiene Ómicron”.
Por su parte la Dra. Tareen expresó a MNT que el mayor desafío en este momento es la inequidad de las vacunas. “Tenemos suerte de que existan vacunas y de que haya partes del mundo donde las campañas de vacunación y la voluntad de vacunarse hayan resultado en altas tasas de vacunación con refuerzos. Pero no vivimos en un mundo de fronteras cerradas”.
Además, se refirió a cómo la vacunación y la inmunidad adquirida por infección podrían afectar la siguiente variante. “En teoría, es posible que aparezca una cepa más virulenta, pero con el aumento continuo de la inmunidad, tanto por las vacunas como por las infecciones, las posibilidades de que una cepa más virulenta cause estragos está disminuyendo”.
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