24 horas después de que lo debería, la Cumbre del Clima (COP28) celebrada en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, llegó a su fin con un contundente aplauso a quien lideró la cita, Sultan Al Jabar.
La COP28 tenía una tarea nada de sencilla: acordar el llamado Balance Mundial (o Global Stocktake por sus siglas en inglés). Es la instancia que el propio Acuerdo de París determina para evaluar los avances y corregir el rumbo. “Hemos trabajado muy duro para asegurar un mejor futuro para nuestra gente y nuestro planeta. Debemos estar orgullosos de este logro histórico”, dijo el también CEO de ADNOC, la empresa nacional de petróleo de los Emiratos Árabes.
Como gran resultado, la COP emiratí se anota el haber incluido el llamado para avanzar a un mundo que se aleja de los combustibles fósiles. Es la primera vez que en el marco de una decisión de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático, se incluye la frase “combustibles fósiles”, en referencia al carbón, petróleo y gas, cuya extracción, producción y quema generan los gases de efecto invernadero que causan el cambio climático.
Durante los 13 días que duró la cita, los combustibles fósiles estuvieron en el centro del debate.
Una transición energética global
La decisión final del Balance Mundial llama a los países a realizar una transición lejos de los combustibles fósiles.
En Naciones Unidas, las palabras importan, y mucho. El “llama a los países” es, formalmente, el lenguaje más débil de acción, pues es estrictamente una invitación.
La segunda parte de la decisión (“transición lejos de los combustibles fósiles”), aunque histórica por la mención, también dejó algunas dudas. Particularmente, en las islas y pequeños estados insulares, probablemente los más afectados por la crisis climática -por el aumento del nivel del mar- y los menos responsables de ocasionarla.
Al tomar la palabra en el plenario de cierre, Anne Rasmussen, representante de la pequeña isla de Samoa, afirmó: “En términos de salvaguardar 1,5 ºC de forma significativa, el lenguaje es sin duda un paso adelante, habla de la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles de una forma que el proceso no ha hecho antes. Pero hay que tener en cuenta que el texto no habla específicamente de la eliminación progresiva de los combustibles fósiles y la mitigación de una manera que sea de hecho el cambio radical que se necesita”.
Vale recordar que Octubre de 2023 fue el mes de mayor aumento de temperatura de la historia. Y con altísima probabilidad, 2023 será el año más cálido en la historia. Tomando lo que va del año, tenemos 1,43 °C por encima de la media preindustrial.
Toda la evidencia científica demuestra que no hay espacio para aumentar la producción de combustibles fósiles si se quieren cumplir los objetivos del Acuerdo de París. Solo este año lo han dicho el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), la Agencia Internacional de Energía (IEA) y el programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente: Si el mundo sigue expandiendo los fósiles, la ventana de los 1,5° (la meta del Acuerdo de París) se cerrará definitivamente.
El enojo de las pequeñas islas encontró eco inmediatamente. El propio secretario de la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático afirmó tras el cierre: “Las islas han dejado claro que este consenso no va lo suficientemente lejos para proteger a sus poblaciones y al planeta. El hecho de que recibieran los aplausos más prolongados es un claro indicio de que estas opiniones son ampliamente compartidas”.
En la misma línea se sumó el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, apenas se conoció el resultado final: “A aquellos que se opusieron a una referencia clara a la eliminación progresiva de los combustibles fósiles durante la COP28quiero decirles: Les guste o no, la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es inevitable”.
En el propio plenario de cierre, el jefe de la delegación chilena, Julio Cordano, director de Océanos y Cambio Climático en la Cancillería, si bien valoró los avances del texto, cuestionó dos puntos que -desde la posición chilena y los otros países latinoamericanos- ven como un riesgo: “Nos preocupa la nueva formulación de los subsidios a los combustibles fósiles, así como el reconocimiento de los llamados de combustibles de transición. Creemos que estos elementos no ayudarán a una transición más fácil, y van en contra del lenguaje de hacer una “transición alejada de los combustibles”, que reconocemos como uno de los avances más significativos de esta decisión”.
Como “el comienzo del fin de la era de los combustibles fósiles”, lo calificó la ministra Medio Ambiente, Maisa Rojas, quien ya viajaba de regreso a Chile cuando se dio el cierre de la cumbre.
Una meta global de Adaptación y fondo para desastres e impactos climáticos
A la ministra Rojas le tocó liderar el trabajo de la llamada “Meta global de Adaptación”, un trabajo que no vio acuerdo alguno hasta recién las últimas horas de la COP.
La cumbre tenía el mandato de crear un “marco” que permita guiar a países en sus esfuerzos por proteger a sus habitantes y ecosistemas del cambio climático. La negociación buscaba reducir las brechas que suele enfrentar la adaptación, que no suele tener el nivel de importancia que tiene la mitigación del cambio climático en estos procesos.
Pese a que finalmente se alcanzó un acuerdo, Chile marcó un punto de discrepancia en el plenario de cierre, al cuestionar que el texto final incluyó el condicional de “cuando sea posible”, al referirse a que al adoptar las acciones de adaptación, los países deben tener un enfoque de transparencia y respeto a los derechos humanos.
Si bien la ministra Rojas tuvo un rol en la facilitación del debate, quien propuso la redacción final fue la presidencia de la COP, de Emiratos Árabes.
Otro de los grandes resultados de la cumbre fue la operacionalización del fondo de “Pérdidas y Daños”, como se le llama en estos espacios a los desastres ocasionados por eventos extremos causados por el cambio climático. En total, la COP recaudó 792 millones de dólares para la ejecución de este fondo, que estará bajo la administración del Banco Mundial.
De todas maneras, todas las estimaciones de cuánto dinero se necesita para enfrentar los desastres del cambio climático supera esas cifras. El acuerdo de la COP insta a los países desarrollados a brindar apoyo a los países en desarrollo “de forma voluntaria” en dicha materia.
Revisa el texto final completo del acuerdo en este link