Unesco incluye asentamientos y momificación artificial de la Cultura Chinchorro en la Lista de Patrimonio Mundial
El lugar fue destacado como un testimonio único y excepcional de una sociedad cazadora-recolectora marítima hoy desaparecida. Se trata del séptimo sitio en el país en conseguir el máximo grado de protección patrimonial debido a su “valor universal excepcional”
El Comité del Patrimonio Mundial de Unesco, reunido hoy en Fuzhou, China y de manera telemática con los Estados Parte para la 44ª sesión anual, decidió incluir en la Lista del Patrimonio Mundial los Asentamientos y Momificación Artificial de la Cultura Chinchorro en la Región de Arica y Parinacota nominado por Chile en un proceso liderado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, el Ministerio de Relaciones Exteriores y que es fruto de un trabajo junto a la Universidad de Tarapacá y diversas instituciones locales.
Lo anterior en virtud de su Valor Universal Excepcional al corresponder a un ejemplo sobresaliente de la interacción de un grupo de cazadores-recolectores marinos con uno de los ambientes más secos del mundo y ser un testimonio único de la compleja espiritualidad de una tradición cultural ya desaparecida -la Cultura Chinchorro- expresada a través de los cementerios en los que se encuentran cuerpos momificados natural y artificialmente.
La ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, celebró este importante hito: “Esta es una gran noticia para Chile, es un reconocimiento al esfuerzo sostenido del Estado, de la Universidad de Tarapacá y de muchos actores locales, y constituye también un aliciente para continuar trabajando para la proyección de este patrimonio cultural milenario y magnífico. Esta declaratoria aporta una tipología poco representada en la Lista de Patrimonio Mundial, correspondiente a culturas de cazadores recolectores tempranos que dan cuenta de la excepcional adaptación de los seres humanos a medioambientes extremos, a la par que exponen la compleja cosmovisión de estas culturas y su relación con la muerte”.
Por su parte, el rector de la Universidad de Tarapacá Emilio Rodríguez sostuvo: “La Universidad de Tarapacá destaca este gran logro para el país y para nuestra Región. En efecto, incluir a los asentamientos de la cultura Chinchorro en la lista de Patrimonio mundial de UNESCO es la resultante de un trabajo de décadas. Reconocemos el esfuerzo de nuestros investigadores y de sus equipos, así como el esfuerzo de las instituciones regionales y nacionales, que han apostado por potenciar a la cultura Chinchorro. En esta magnífica ocasión reiteramos nuestro total compromiso con el rescate, conservación y puesta en valor permanente de nuestra milenaria cultura, que hoy saluda a la humanidad toda”.
De esta forma, Chile consigue el séptimo reconocimiento de parte de UNESCO como parte de la Lista de Patrimonio Mundial, el máximo grado de protección patrimonial debido a su “valor universal excepcional”, sumándose así a los sitios Oficinas salitreras Humberstone y Santa Laura; el Parque Nacional Rapa Nui; las Iglesias de Chiloé; Campamento Sewell; Área histórica de la ciudad-puerto de Valparaíso; y a Qhapaq Ñan-Sistema Vial Andino.
Los asentamientos de la Cultura Chinchorro nominados como Sitio de Patrimonio Mundial son tres: Faldeos del Morro y el Museo Colón 10, los que se encuentran en el entorno urbano de Arica y destacan por ser los cementerios más importantes y representativos de la tradición funeraria Chinchorro-, y se suma la desembocadura del río Camarones, ubicado en la zona rural de la comuna de Camarones, donde es posible encontrar distintos vestigios de esta cultura, tantos funerarios como habitacionales, los que se conservan en un ambiente y paisaje similar a la época que lo habitaron.
Un largo camino
Esta postulación acumula más de 20 años de trabajo y tiene su inicio formal en 1998, cuando este milenario patrimonio fue incluido por Chile en la Lista Tentativa de Patrimonio Mundial. Una década más tarde la Universidad de Tarapacá (UTA) inició las investigaciones para elaborar el expediente de postulación, el que contó con el apoyo del Ministerio de las Culturas, el Gobierno Regional y distintas instituciones locales y nacionales y fue enviado a UNESCO en 2020 tras la firma de la Ministra Consuelo Valdés. En su versión final, cuenta con casi 400 páginas de texto de postulación y 900 de anexos.
Junto a la elaboración del expediente, Chile fue avanzando en otros pasos clave para la protección del bien y la nominación ante UNESCO y que fueron enviados y considerados por el Comité de Patrimonio Mundial para su decisión. Es así como en 2019 se conformó la Corporación Chinchorro Marka, que agrupa a la UTA y a las corporaciones culturales de los municipios de Arica y Camarones, contando con el apoyo del Ministerio de las Culturas. Dicha corporación estará a cargo de administrar la gestión de los asentamientos arqueológicos de la Cultura Chinchorro y ya redactó un Plan de Manejo para proteger y preservar el Sitio.
Entre diciembre de 2020 y febrero de 2021 se llevaron a cabo a cabo diferentes instancias de evaluación por parte de UNESCO, entre las que se contó una misión del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios de UNESCO (ICOMOS) para conocer en terreno las condiciones de autenticidad, integridad y gestión de estos vestigios arqueológicos.
Asimismo, parte de los bienes postulados son propiedad del Estado de Chile y ya cuentan con la máxima protección patrimonial que otorga el país en la categoría Monumento Arqueológico reconocida en la Ley 17.288 de Monumentos Nacionales. Para efectos de la nominación, a esa protección existente se suma la de Monumento Histórico y Santuario de la Naturaleza, esta última en proceso de tramitación. Por lo anterior, estos sitios quedan definidos como áreas protegidas para efectos de la ley de bases del medio ambiente chilena y cuentan con todo el procedimiento de evaluación de impacto ambiental asociado.
Desde las comunidades de Arica y Camarones, sus ediles destacaron la importancia de esta nominación para el desarrollo comunal y el resguardo de estos tesoros arqueológicos.
Gerardo Espíndola, alcalde de Arica subrayó: “Para nosotros como ariqueños es clave contar con este reconocimiento de este valor material que tenemos hoy día de la Cultura Chinchorro, no solo de su proceso de momificación, sino que el valor que ha significado para quienes vivimos en nuestro territorio y cómo este pueblo logra trascender para nuestro país, pero sobre todo para el mundo, a través de este reconocimiento que entrega la UNESCO”.
El edil de la comuna de Camarones Cristian Zavala señaló que “nos encontramos en un momento histórico con mucha relevancia para nuestra región y para nuestro Chile. Esta nominación de la Cultura Chinchorrro, del sistema de momificación más antiguo del mundo, es fundamental para el desarrollo de cultural de nuestras localidades”.
Cultura Chinchorro
La Cultura Chinchorro se desarrolló hace más de 7 mil años por cazadores recolectores marinos que se asentaron y habitaron en la costa del desierto de Atacama, el más árido del mundo, aprovechando los abundantes recursos marinos que proporciona la corriente de Humboldt. Esta profusión de materias primas les permitió generar asentamientos semipermanentes en las desembocaduras de los escasos ríos y quebradas de la zona, con una tecnología marítima especializada, cuyas frágiles evidencias se han podido preservar gracias a las excepcionales condiciones climáticas del norte de Chile.
El Subsecretario del Patrimonio Cultural, Emilio De la Cerda, -quien actúa como punto focal ante UNESCO en estas materias- destacó en su intervención durante la sesión del Comité que estos tres componentes incluyen la evidencia arqueológica conocida más antigua del mundo de momificación artificial de cuerpos. En los cementerios chinchorro hay cuerpos momificados debido al medio ambiente y a la momificación humana artificial. Esto último es notable debido a la antigüedad y la técnica, pues los Chinchorro fueron innovadores en cuanto a la momificación artificial. Con el tiempo perfeccionaron prácticas mortuorias complejas, para crear momias “artificiales” que poseían cualidades materiales, escultóricas y estéticas que presumiblemente reflejaban el papel fundamental de los muertos en su sociedad.
Por las evidencias del lugar de entierro, a pocos centímetros de la superficie, y cerca o en los lugares en que vivían, y por el desgaste y reparaciones que presentan, los especialistas plantean que estas momias seguían formando parte de la vida comunitaria o familiar de los Chinchorro, en que eran desenterradas para ciertas ocasiones y posteriormente vueltas a sepultar. Este proceso de momificación es más antiguo que el de las momias egipcias.
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