Una reciente investigación arqueológica ha desvelado los restos de una “ciudad fantasma” en medio del Océano Pacífico, en la pequeña isla de Temwen, ubicada en Micronesia. Las imágenes obtenidas mediante tecnología LiDAR (Light Detection and Ranging), un avanzado sistema de mapeo aéreo con láser, han revelado un sofisticado paisaje de terrazas agrícolas y estructuras de piedra que yacen ocultas bajo la densa vegetación.

Este hallazgo ha cambiado por completo la percepción histórica de las civilizaciones del Pacífico, poniendo en duda la creencia de que eran principalmente sociedades de subsistencia que dependían de la pesca y los recursos naturales tropicales.

Revelan imágenes de una “ciudad fantasma” en medio del Pacífico: la tecnología revela sus misterios ocultos

Conocida como Nan Madol, esta ciudad megalítica ha sido comparada con leyendas como la Atlántida y, en su día, sirvió de inspiración para el famoso escritor de terror H.P. Lovecraft. El autor se basó en el descubrimiento de las ruinas para escribir su icónica obra “El llamado de Cthulhu”. Hoy, casi un siglo después, un equipo internacional de investigadores trabaja contra reloj para desenterrar más detalles sobre la enigmática ciudad y, además, preservar sus ruinas bajo la designación de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

La tecnología LiDAR ha sido fundamental en este proceso. A través de su capacidad para penetrar la densa vegetación que cubre la isla de Temwen, el equipo ha podido mapear una red compleja de terrazas de irrigación, que fueron utilizadas en tiempos antiguos para guiar las reservas de agua dulce a través de la ciudad de piedra.

Según los expertos, este descubrimiento promete “reescribir la historia de las culturas del Pacífico”, demostrando que estas sociedades tenían un sofisticado sistema de planificación agrícola, muy avanzado para su tiempo.

Los estudios aéreos, realizados a través de LiDAR han descubierto 'un paisaje sofisticado y extenso de características de cultivo ocultas bajo la vegetación de la isla Temwen', lo que demuestra que se llevó a cabo una agricultura planificada. Foto: Remote Sensing

De acuerdo con el Dr. Douglas Comer, director del proyecto, experto en mapeo arqueológico desde el espacio (quien literalmente escribió el libro Mapping Archaeological Landscapes from Space) este hallazgo desafía las nociones antiguas sobre la agricultura en la región de Micronesia. “El consenso entre los arqueólogos ha sido que no hubo intensificación de la agricultura en Micronesia por medio de sistemas de campo formales”, declaró el Dr. Comer. Sin embargo, los nuevos estudios indican que la isla de Temwen contaba con un sistema agrícola complejo y planificado, comparable a otros sistemas de terrazas en el Pacífico, como los observados en Hawái y Samoa Americana.

Este “sistema sorprendentemente complejo de campos irrigados que cubren la isla de Temwen”, como lo expresó en un comunicado del Departamento de Estado de EE. UU. , sugiere un cultivo temprano y sofisticado de la raíz de taro, que habría ofrecido mayor seguridad alimentaria y poder económico.

El equipo de investigadores, que incluye a expertos del Colegio de Micronesia, la Universidad de Stanford y los Laboratorios Nacionales Sandia, ha descubierto que los antiguos habitantes de Nan Madol no dependían únicamente del fruto del pan (Artocarpus altilis), como se creía anteriormente. En su lugar, cultivaban de manera sofisticada la raíz de taro, un cultivo que ofrecía una mayor seguridad alimentaria y poder económico para la sociedad. “El sistema Temwen se parece a algunos sistemas de terrazas polinesios, incluido el sistema de campo Kohala en la isla de Hawái”, escribieron los investigadores en la revista Remote Sensing en 2019.

El uso del LiDAR ha sido clave para descubrir y entender la complejidad de Nan Madol. Este sistema de teledetección ha permitido mapear detalles minuciosos del terreno, como bermas y canales de irrigación que, a simple vista, son imposibles de detectar debido al espeso follaje tropical. De hecho, la tecnología ha sido comparada con la datación por radiocarbono como un avance revolucionario para la arqueología moderna.

Micronesia (Estados Federados de). Foto: UNESCO

A través del mapeo digital de terreno (DTM), los arqueólogos han identificado islotes ocultos y vías fluviales que fueron utilizadas por los antiguos habitantes de Nan Madol. Estas estructuras no solo proveían agua a la ciudad, sino que también protegían el paisaje agrícola de las inundaciones, manteniendo un delicado equilibrio entre la naturaleza y la intervención humana.

El descubrimiento de Nan Madol no solo representa un hito en la arqueología, sino que también plantea la necesidad urgente de preservación. La vegetación salvaje de la isla amenaza con destruir las frágiles ruinas de piedra, por lo que los investigadores han colaborado con el Servicio Forestal de los Estados Unidos y otras organizaciones para capacitar a los habitantes locales en técnicas de poda, tala de árboles y manejo del ecosistema. Este esfuerzo busca proteger las estructuras y prevenir que los árboles de manglar, que crecen a un ritmo acelerado de hasta cinco pies por año, sigan deteriorando la ciudad.

“La vegetación no solo oculta las maravillas del lugar, sino que lo está destruyendo”, advirtió el equipo de la Fundación CSRM en 2021. Para evitar este daño, los lugareños han sido entrenados en el uso de motosierras y en la plantación de vegetación adecuada para equilibrar el ecosistema de la isla con la conservación de las ruinas históricas.

A medida que el equipo de investigadores sigue desvelando más detalles sobre Nan Madol, el uso de la tecnología LiDAR continúa siendo una herramienta indispensable. Esta técnica ha revolucionado la manera en que los arqueólogos estudian sitios antiguos ocultos bajo la vegetación y ha permitido hacer descubrimientos más rápidos que los métodos tradicionales.

El mapeo aéreo no solo ha sido útil en Micronesia, sino que también ha permitido descubrir ciudades mayas ocultas bajo la selva de América Central, lo que confirma el enorme potencial de esta tecnología para seguir revelando secretos del pasado. En el caso de Nan Madol, las expectativas son altas, ya que aún quedan muchas ruinas por descubrir en el denso follaje de Temwen.

Este avance arqueológico tiene el potencial de reescribir la historia de las islas del Pacífico y arrojar luz sobre cómo las antiguas civilizaciones gestionaban recursos tan valiosos como el agua y la agricultura. Nan Madol, una vez una poderosa ciudad perdida en el corazón del Océano Pacífico, vuelve a surgir, esta vez con la ayuda de la tecnología moderna.