Los científicos lo han bautizado como “fatiga pandémica”. Conforme avanzan las semanas, las personas parecen menos dispuestas a acatar las medidas restrictivas. Por eso abundan las noticias de distendidas fiestas o incluso reuniones familiares o sociales con más aforo del permitido.
Esta fatiga ha provocado inimaginables estrategias, como la de un ministro de Canadá, que durante la última Navidad, aparecía junto a una chimenea simulando haberse quedado en casa para las fiestas de fin de año, tal como lo había sugerido su gobierno, cuando en realidad, se encontraba de vacaciones en el Caribe.
En este escenario, parece inevitable pedirle a la gente que no tome vacaciones. Tan improbable que el propio gobierno ha intentado evitar restricciones draconianas, y ha dilatado la autorización para salir este verano, pese a que ha debido someter a muchas comunas a la impopular cuarentena, incluso en clásicos destinos estivales, como Pucón y Algarrobo.
“La gente tiene derecho de salir de vacaciones e ir a regiones a visitar a familiares, ya que hemos estado sometidos a mucho estrés”, dijo el ministro Enrique Paris cuando anunció el debut del llamado “Permiso de vacaciones”.
“También la salud mental es muy importante. Si la gente no puede salir de vacaciones…eso atenta contra la salud mental de nuestros compatriotas”, señaló. “No le podemos negar a la población la posibilidad de salir, siempre que cumplan las medidas sanitarias”, agregó la autoridad.
Y en esta dualidad, muchos debaten sobre la conveniencia o inconveniencia de salir de casa. Aunque la recomendación podría ser quedarse en casa, después de un año, puede ser contradictorio. Por eso, más que no ir de vacaciones, lo sensato es precisamente hacer eso: ser sensato. Ir de vacaciones, pero siguiendo las recomendaciones generales que han dado las autoridades y los médicos.
De acuerdo a Lissette Domínguez, directora de Reclutamiento y Selección de la empresa de recursos humanos SOS Group,“es necesario tomar vacaciones para descansar porque el cansancio laboral este año se acentuó por la angustia que provocó la pandemia. Muchas personas están agotadas porque trabajaron desde la casa y al mismo tiempo cuidaron a sus hijos, y otros fueron a trabajar presencialmente a sus empresas con temor al contagio, lo que causa estrés”.
Entonces, sí realmente necesita vacaciones, tómeselas, solo sea cuidadoso y sensato.