Investigadores del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, en conjunto con el Hospital San José, dieron inicio este jueves, al estudio fase 3 de la vacuna candidata AZD1222, desarrollada por la Universidad de Oxford y el Laboratorio AstraZeneca.

En la actividad también estuvieron presentes el ministro de Ciencia, Conocimiento, Tecnología e Innovación, Andrés Couve, y el vicerrector de Investigación y Desarrollo de la U. de Chile, Dr. Flavio Salazar.

El ministro de Ciencia, Andrés Couve, durante la ceremonia de inicio del ensayo.

Trabajadores de la salud serán los primeros en recibir la dosis de esta inmunización, en un proceso que espera enrolar hasta 1500 voluntarios.

La convocatoria se hace extensiva a personas mayores de 18 años, quienes podrán inscribirse en los formularios dispuestos en las plataformas digitales de la Facultad de Medicina, el Hospital San José y el Servicio de Salud Metropolitano Norte. También en el correo vacunacovid.med@uchile.cl.

“Esperamos que quienes reciban la vacuna desarrollen los anticuerpos neutralizantes necesarios, de manera que si tienen contacto con el virus puedan eliminarlo mucho más rápido y entonces no tener síntomas o, de tenerlos, que sean mucho más leves”, señaló el doctor Sergio Vargas, académico del programa de de Microbiología y Micología del ICBM y uno de los investigadores principales del ensayo clínico.

La vacuna AZD1222 ha reportado una efectividad promedio de un 70%, cifra que aumenta hasta un 90% tras la administración de una segunda dosis a los 28 días de la primera inmunización. El Gobierno ha anunciado recientemente la firma de un contrato de compraventa anticipado por 4 millones de vacunas entre la la subsecretaría de Salud Pública y el laboratorio inglés.

Dos dosis en un mes

La inmunización utiliza como plataforma de vector viral el adenovirus CH, que se modificó genéticamente para contener una parte de la proteína de superficie Spike.

“Consiste en disfrazar de coronavirus a un virus que es inofensivo para introducirlo en el paciente, de manera que su sistema inmune sea capaz de inducir proteína spike para estimular las defensas y así después, cuando tenga que enfrentar al verdadero coronavirus, pueda eliminarlo rápidamente y reducir sus efectos”, detalla Vargas.

Uno de los voluntarios vacunados hoy en el ensayo que realiza la U. De Chile. FOTO: AGENCIAUNO

El Campus Norte de la Facultad de Medicina de la U. de Chile será uno de los cuatro centros a nivel nacional donde se llevarán a cabo los estudios para acreditar la efectividad y seguridad de este desarrollo. Cada voluntario recibirá dos dosis de la vacuna con 29 días de diferencia.

Luego de esto los participantes serán monitoreados por 24 meses. “Se realizarán estudios y contactos permanentes desde el día 1”, explicó el investigador del ICBM, quien precisó que las personas serán monitoreadas en controles al primer, segundo, tercero, sexto, duodécimo, y vigésimo cuarto mes, y estarán en permanente contacto por teléfono y correo electrónico o WhatsApp.

Entre otros parámetros, los análisis permitirán detectar la efectividad y seguridad de la vacuna para prevenir Covid-19, además de cumplir otros objetivos secundarios, como seguir el nivel de anticuerpos capaces de neutralizar el virus y la respuesta inmune a nivel celular, agregó el académico.

“Todos los controles son planificados y el objetivo fundamental del estudio es prevenir la enfermedad por covid-19”, puntualizó Vargas. Una parte de los voluntarios recibirán una dosis placebo, por lo que todos los individuos que participen del proceso deben mantener las mismas precauciones que el resto de la población hasta el término del estudio.

“Si bien el placebo no lo predispone a la enfermedad, el hecho de ser parte de estos estudios no implica que el voluntario se confíe y no mantenga las mismas precauciones para no contagiarse que el resto de la población. No se trata de que tengan la falsa seguridad de que están inmunizados y se expongan. El voluntario tiene que seguir manteniendo su actividad en forma normal, y cuidándose igual que como lo hacía al momento de recibir la vacuna”.

ICBM: Confianza en vacunas

El Dr. Juan Diego Maya, director del Instituto de Ciencias Biomédicas, destacó la participación de investigadores nacionales como líderes de los estudios en fase 3 y agregó que se trata de procesos fundamentales para garantizar la efectividad y seguridad de los desarrollos, así como para entregar confianza a la población en el acceso a los mismos.

“Para ICBM, y así como para toda la comunidad científica del país, es muy importante contribuir al desarrollo de uno o varios productos que puedan contener y por qué no eliminar la amenaza que impone el SARS-CoV-2. Estos estudios se hacen en un marco de altísima rigurosidad con comités externos para verificar la seguridad durante todo el estudio”.

“Aunque parece ser una carrera contra el tiempo, motivada por la urgencia de prevenir miles de muertes, la seguridad es un elemento fundamental en estas investigaciones”, expresó Maya, quien valoró los esfuerzos internacionales para impulsar las investigaciones de manera veloz, manteniendo altos estándares en la verificación y procesamiento de los datos de los estudios.

Por su parte, Vargas remarcó como un logro de la ciencia chilena ser parte de la generación de conocimiento científico de vanguardia, en especial aquel que permitirá controlar la pandemia por el nuevo coronavirus.

Es un gigantesco esfuerzo internacional por proveer protección y acelerar de forma nunca antes vista los periodos de desarrollo. Hay un trabajo de toda la comunidad científica internacional que nunca antes vimos, presionado por una pandemia. Una enorme coordinación económica y humana”.