El fenómeno de la migración en el país es innegable. La comunidad de extranjeros en Chile, es cada vez mayor. Y si bien las cifras aún se mantienen en términos bajos si se observa en relación a lo que ocurre en otros países, con un total de 746.465 personas (cifra que representa un 4,4% respecto de la población residente en el país, según Censo 2017); se trata de una realidad solo comparable a los grandes procesos de migración que el país tuvo en 1907 (punto en el que alcanzó un 4% respecto de la población total).

Un crecimiento que muestra su mayor dinamismo desde el siglo XXI en adelante. Los datos del Censo lo muestran: En 1992, la cifra de extranjeros era 0,8%, la que aumento a 1,3% en 2002, para tener en 2017 un 4,4%.

Pero no solo se trata de un aumento, también ha cambiado la composición de la comunidad de extranjeros en Chile. Si desde 1990 a 2017, los migrantes peruanos fueron la principal comunidad migrante, seguida por los argentinos, bolivianos y ecuatorianos, eso se modificó en 2018 con la comunidad venezolana como la más extensa.

Según una estimación realizada en conjunto por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y el Departamento de Extranjería y Migración (DEM), el número de personas extranjeras residentes habituales en el país llegó a 1.251.225 al 31 de diciembre de 2018. Pero además, al indicar los cinco países desde donde proviene la mayoría de ellas, Venezuela está en el primer lugar, con 288.233 personas (23% del total de migrantes). Luego vienen Perú, con 223.923; Haití, con 179.338; Colombia, con 146.582 personas, y Bolivia, con 107.346 personas.

Comunidad peruana

A pesar de estos nuevos flujos migratorios, hasta hace dos años, la colonia peruana seguía siendo el grupo migratorio más grande del país, con un 20,6% del total de migrantes, seguido por Colombia (18,8%), Venezuela (15,7%), y Haití (12%).

¿Cómo partió esta ola migratoria proveniente de Perú? La socióloga Iskra Pavez, académica de la U. Bernardo O' Higgins (UBO) y especialista en temas de migración, detalla que las primeras migraciones peruanas fueron de carácter más bien político, en la década de los 90. "Eran personas que fueron exiliadas por parte del gobierno de Alberto Fujimori. A raíz de eso, el país cayó en una crisis económica e institucional, razón por la que emigraron más peruanos a Chile", indica.

Antes de 1990 el porcentaje de población peruana comparada con la población total del país era 6,5%. Pero entre 1990 a 1999 creció a 31,2%. Hasta antes de ese gran flujo migratorio, dice Pavez, los peruanos con mayor poder adquisitivo emigraban a Estados Unidos y a España.

Otra de las características que tuvo ese primer gran flujo migratorio fue que la mayoría de migrantes eran mujeres. Luis Eduardo Thayer, sociólogo e investigador de la U. Católica Silva Henríquez (UCSH), explica que esto se debió, en parte, por la oportunidad de ofertas laborales para mujeres en el sector del servicio doméstico.

El fenómeno descrito se mantuvo y se acrecentó con los años, dice Thayer. "Las condiciones de desigualdad que existían entre Chile y Perú fueron cambiando y el flujo migratorio se mantuvo, ya que existía una red social instalada en el país. Se creó una realidad trasnacional y venir a Chile se convirtió en una posibilidad efectiva que se mantiene hasta el día de hoy", comenta.

Posteriormente, la otra gran migración peruana en Chile coincidió con el atentado a las Torres Gemelas, en el año 2001, en Nueva York. Ello generó que Estados Unidos cerrara sus fronteras, explica Pavez. "Perú comenzó a mirar nuevos destinos más cercanos y coincidió también que en los 2000 nuestra economía estaba más asentada, no había la crisis que sí había en otros países, como Argentina".

Fenómeno que se apreció en Chile entre los años 2000 y 2009, donde un 47,6% del total de extranjeros eran peruanos.  Los resultados de este flujo migratorio quedaron los reflejó el Censo realizado en 2002, que muestra que en una década, la migración peruana en Chile se incrementó en un 395%. Mientras en 1992 se registraron 7.649 peruanos residentes, en 2002 esta cifra aumentó a 37.860.

La presencia de residentes peruanos se ha mantenido. En 2017 se contabilizaron 187.756 residentes peruanos en Chile, según datos INE, mientras que en octubre de 2018, esa cifra se incrementó a 223.923.

Se trata de procesos que se mantendrán, explica Medardo Aguirre, director del Centro Nacional de Estudios Migratorios de la U. de Talca. "Estos procesos migratorios no son temporales, se seguirán dando en la medida que Chile se visualice con mayor estabilidad política y económica y, también mayor seguridad ciudadana que el resto de los países de la región", detalla.

El académico de la UCSH comenta que otro factor importante en esto, es el social. El hecho de existir una comunidad peruana estable en Chile, señala, incrementa las posibilidades de que esta siga existiendo y aumentando con el tiempo: "La migración, en general, surge por condiciones de pobreza en el país de origen, pero se perpetúa por la sola existencia de una red social, de amistades, y se convierte en un factor que se explica en los nuevos flujos".

Pavez explica que el repunte económico de Perú significaría que se estanque la migración. "Hoy, como están las cosas, todo indica que la migración peruana se va a estabilizar, principalmente porque la comunidad ya está asentada y con una segunda generación que ha sido recibida con mayor apertura".

Por otro lado, Aguirre sostiene que si bien en un principio la migración peruana fue resistida por la sociedad chilena, en la actualidad es un grupo que está totalmente integrado al país. "El prejuicio o desconfianza de los chilenos hacia la migración peruana ha pasado a segundo plano y se ha trasladado hacia otros grupos de las denominadas nuevas migraciones, especialmente la haitiana y colombiana. Creo que la migración peruana en estos momentos ya ha sido aceptada y asimilada por la sociedad chilena", comenta.

Antes de 1990 el porcentaje de población venezolana en Chile era de 2,8%. Una cifra que aumentó entre 1990 y 1999 a 3,2%. Pero esas cifras, aún bajas comparadas con otras comunidades como la peruana o argentina, experimentaron una fuerte alza en 2017, cuando fue de 11,1%, lo que en 2018 pasó a 23% (Perú, 17,9%; Bolivia, 8,6%; y Colombia, 11,7%).

En efecto, concuerda Aguirre, en estos momentos la migración venezolana es una de las más numerosas en nuestro país, superando ampliamente a la peruana. "Y es muy probable que siga creciendo mientras no se logre estabilidad política y económica en Venezuela; y ellos vean en Chile mayor estabilidad política, económica y también mejores niveles de seguridad ciudadana", indica.

Además Chile ha dado más facilidades a esta migración que a la proveniente de otros países, "en principio por razones humanitarias", dice Aguirre. Según detalla un estudio del Centro Nacional de Estudios Migratorios de la Universidad de Talca (CENEM-Utalca), realizado en 2018, la principal razón de la migración hacia Chile es la búsqueda de trabajo (65,4%); sin embargo, lo que más aprecian del país una vez instalados, es la seguridad (29,9%)

Por otro lado la migración venezolana es en general joven, y con mayor escolaridad promedio (25,4 años) que los chilenos (11,1 años), según datos de Casen, 2017. "Esto les ha facilitado el acceso al mercado laboral, donde, también según la Casen 2017, presentan mayor ingreso promedio por trabajo que lo chilenos $571.018 versus $383.667 de los chilenos", sostiene Aguirre.

Discriminación

"En antropología se ha dicho que todos los seres humanos son etnocéntricos, es decir, que siempre miran el mundo desde su propia cultura. Por eso, siempre las comunidades extranjeras o migrantes, han sido motivo de conflicto", dice Pavez.

Según un estudio de la U. de Talca, para el 47,5% de los inmigrantes uno de los principales problemas para su integración al país ha sido la discriminación o racismo y cerca del 80% ha tenido que escuchar chistes acerca de personas extranjeras. Aún así, Pavez dice que esto ha ido disminuyendo, lo que se explicaría por un movimiento contracultural, que viene desde las propias comunidades, desde los barrios, por los lazos que se arman y por la sociabilidad.

Pero esto no ocurre con todo grupo migrante, sino solo con aquellos provenientes de ciertos países y eso tiene que ver con la Aporofobia, palabra que acuñó la filósofa española Adela Cortina, que significa el rechazo o miedo hacia la pobreza y la gente pobre, explica Pavez. "Es por esa razón que somos así con personas de ciertos países, pero no con alemanes, ni franceses. Ni con la misma comunidad argentina. Ellos nunca sufrieron discriminación durante las dos décadas que fueron la mayoría migratoria en el país".

Según Thayer, la discriminación social hacia los peruanos se ha mantenido. "En el caso de los peruanos, la discriminación tiene que ver con una asociación a lo indígena, que representa nuestro origen mapuche y que habría sido superado por colonización española. Entonces, es como si los migrantes con estas características nos trajeran de vuelta esa condición indígena que nosotros habríamos superado. Esto tiene que ver también con la construcción de identidades nacionales. En el colegio nos enseñan que nuestra identidad nacional se construyó triunfando contra un enemigo".