En los casos más grave, la enfermedad que provoca el virus SARS-CoV-19 es una neumonía, una inflamación y daño pulmonar que puede llegar a requerir cuidados más especializados, hospitalización y conexión a un ventilador mecánico como apoyo a la función pulmonar.
Hoy en el país de los 342 casos hasta ahora confirmados, un 5% ha requerido hospitalización y de ellos, apenas el 1,8% (seis personas), ha necesitado ser conectado a ventilación mecánica.
La preocupación surge de las proyecciones que se realizan respecto del número de casos. El propio ministro de salud ha dicho que a fines de abril se espera el mayor número de casos y unos 10 mil pacientes hospitalizados.
Un ventilador mecánico es un soporte, una ayuda transitoria para los pulmones dañados pero en ningún caso es un tratamiento que lo mejore de la enfermedad.
El jefe de la Unidad de Cuidados Coronarios de Clínica Las Condes, Juan Carlos Venegas, explica que son varias las causas por las que un paciente puede necesitar un ventilación mecánica y una de ellas es Covid-19, la enfermedad que causa este nuevo coronavirus.
“En los pacientes que entran en falla respiratoria, el ventilador ayuda al intercambio de gases que deben hacer los pulmones y que ahora no son capaces de hacerlo. La máquina lo que hace es introducir oxígeno y sacar CO2. Entonces se intuba al pacientes, se conecta al equipo y el ventilador hace el trabajo de los pulmones, como una bomba que impulsa oxígeno. Se programa según las veces que se necesite hacer por minuto y el volumen de oxígeno que deba introducir”, dice Venegas.
Jerónimo Graf, médico intensivista de Clínica Alemana, señala que hay dos maneras de utilizar los ventiladores mecánicos, una más invasiva que la otra.
“Una es durmiendo a la persona totalmente y colocando un tubo en la tráquea de tal forma que todo el aire que emite el ventilador llegue a los pulmones. También se puede hacer con una máscara bien ajustada, sin necesidad de intubar y que entregar el aire a presión sin reemplazar completamente la musculatura respiratoria, sino que es un apoyo parcial”, indica Graf.
“Cualquiera sea el método, el ventilador mecánico no mejora al paciente, no es un tratamiento. Si se trata de un virus, este equipo no mata al virus, sino que da tiempo al paciente para que supere el periodo de falla respiratoria mientras su sistema inmune intenta superar la crisis, tiempo para que supere la crisis de forma natural”, explica el intensivista quien además recuerda que no hay un tratamiento específico para esta infección viral.
COVID-19 se comporta igual que una neumonía y produce un distrés respiratorio, señala Venegas. La diferencia está, dice el especialista, en que los pacientes que llegan a necesitar un ventilador lo utilizan por un tiempo más prolongado que un paciente con neumonía bacteriana o por otro virus.
¿Cuántos ventiladores hay en el país?
Según el Ministerio de Salud, existen 2.500 ventiladores mecánicos en el sistema público de salud, cifra que incluye los 800 equipos que fueron comprados esta semana dentro de acciones que ha tomado el Ministerio de Salud para afrontar los casos más graves de COVID-19 que en las próximas semanas tendrán que ser atendidos por los hospitales.
Una cifra que para los médicos es todavía muy baja y que claramente no dará abasto para la cantidad de pacientes que requerirá este soporte
Manuel Inostroza, secretario ejecutivo del Consorcio Universidades de Salud, explica que no está claro cuánto son los ventiladores y las camas para pacientes críticos que tiene el sistema porque no hay información pública al respecto, ni en el sistema público ni en el privado.
De acuerdo a los datos que el maneja, antes de la crisis en el sistema público habían 1.600 camas de unidad de pacientes críticos. De esas hay 960 que son camas de UTI que son las más complejas y todas ellas tienen un ventilador mecánico conectado. Las UCI, que son unidades de tratamiento o cuidado intermedio, son un poco menos complejas y de ellas hay 640, pero no todas tienen un ventilador mecánico.
Además de esos, dice el ex superintendente de Salud, hay entre 4 y 5 ventiladores promedio por hospital que generalmente se utilizan para traslado en ambulancia o están en las urgencias. “Si pensamos que tenemos 192 hospitales, pero no todos tienen, yo calculo que hay unos 500 más. Eso da del orden de los 1.460 ventiladores antes de la crisis. Si se suman los 800 recién comprados, nos acercaríamos a 2.260 ventiladores y si calculamos unos 400 más en el extrasistema, llegamos con todo a 2.600 ventiladores en el país”, advierte Inostroza.
José Miguel Bernucci, secretario del Colegio Médico, tiene otras cifras. Según él, en Chile en el servicio público alrededor de 700 camas de paciente crítico, camas con ventiladores hay alrededor de mil camas intermedios, que son camas de unidad de intensivos pero que no tienen ventilador y en el mundo privado, unas 800 camas que incluyen con y sin ventilador.
Eso da un total de camas de paciente crítico, es decir, cama con ventilador, cerca de mil y tienen una tasa de ocupación del 95%, es decir, ya están ocupadas con enfermedades que no tienen que ver con COVID-19. Todo esto sin considerar, los 800 ventiladores que se compraron esta semana.
Bernucci dice que con la conversión de camas que ha anunciado se llegaría a las 4 mil camas críticas según las autoridades.
¿Alcanzará para la cantidad de pacientes graves que se espera? Depende, dice el secretario ejecutivo del Consorcio Universidades de Salud. “Si tenemos un escenario de contagio agresivo y simultáneo obviamente nos va a pasar lo de Italia y no va a alcanzar. Si logramos aplanar la curva de casos -y por eso hay que intentar de ser lo más agresivo con el aislamiento y la cuarentena- sí podríamos alcanzar. Hasta ahora, mirando los datos, de todas las personas contagiadas (342 casos a la fecha), solo el 5% está hospitalizada y el 1,8% de ellos (seis personas) ha requerido ventilador”, señala.
El problema es que no sabemos cómo se comportará la curva de casos nuevos, advierte Inostroza.