En 117 años de historia, solo tres mujeres han ganado el Premio Nobel de Física: Marie Curie, Maria Goeppert Mayer y recientemente Donna Strickland. Pero durante décadas la comunidad científica asegura que al menos otra mujer debió ganar esta distinción, la astrónoma Vera Rubin. Pero la científica, que ayudó a demostrar la existencia de la materia oscura, murió en 2016 sin recibir este merecido reconocimiento.
Vera Rubin fue una de las astrónomas que más evidencia aportó para probar la existencia de la materia oscura. Como la mayoría de las científicas de su época, debió luchar contra el machismo imperante a mediados del siglo pasado.
Fue la única graduada en astronomía de la Universidad Vassar en 1948. Cuando quiso hacer su maestría en Princeton, se enteró de que esa universidad no admitía mujeres en el posgrado de astronomía, por lo que tuvo que hacerlo en la Universidad de Cornell.
Rubin encontró que las galaxias no giran totalmente en la manera pronosticada, lo cual aportó sustento a la teoría de que otra fuerza estaba interviniendo, la que más tarde se conocería como la materia oscura.
La materia oscura, que no se ha observado directamente, conforma el 27% del Universo, en comparación con el 5% de la materia normal del Universo. Los científicos están más seguro de lo qué no es la materia oscura respecto de lo que sí es.
Por ello, la presidenta del Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología de la Cámara de Representantes de EE.UU., Eddie Bernice Johnson, y la comisionada Jenniffer González presentaron un proyecto de ley para bautizar con el nombre de la doctora Vera Rubin al Gran Telescopio para Rastreos Sinópticos (LSST, su sigla en inglés), una iniciativa de la Fundación Nacional de Ciencias de EE.UU., financiada por el Departamento de Energía de ese país, y que está actualmente en construcción en el cerro Pachón en la Cuarta Región (a un costado del cerro Tololo).
"Estamos en conocimiento del nombre propuesto para LSST por el Comité Científico de la Cámara de Representantes. La Dra. Vera Rubin hizo importantes contribuciones a la astronomía y al avance de las mujeres en la ciencia, y apreciamos el reconocimiento de su trabajo que está realizando el comité", dijo a Qué Pasa Rampal Gill, encargada de comunicaciones del LSST desde su oficina en EE.UU.
Según Gill, se trata de una decisión que aún no ha tomado, pero que Aura, el consorcio de universidades americanas que está construyendo el telescopio, "continúa su diálogo con el comité de ciencia" para ver la decisión final sobre el nombre del telescopio.
La astrónoma pionera estadounidense
Debido a sus logros científicos, Rubin obtuvo numerosas distinciones. El presidente Bill Clinton le otorgó en 1993 la Medalla Nacional de la Ciencia "por sus investigaciones precursoras en la cosmología de observación". Y fue la segunda astrónoma incorporada a la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU.
Fue además, la primera mujer en obtener oficialmente autorización para investigar desde el Observatorio Palomar, en 1965, que en aquel entonces albergaba el telescopio más importante del mundo.
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Vera Rubin fue la primera mujer en ser autorizada para investigar desde el Observatorio Palomar.[/caption]
Rubin empezó a interesarse de joven por la astronomía. Su padre, Philip Cooper, un ingeniero electrónico, le ayudó a construir un telescopio y la llevaba a reuniones de aficionados a la astronomía.
Rubin decía que sus padres le dieron pleno apoyo para que se dedicara a la carrera de su elección, pero su padre le había sugerido que se dedicara a la matemática, preocupado de que le resultara difícil ganarse la vida como astrónoma, según dijo en 1995 en una entrevista con el Instituto Estadounidense de Física.
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Vera Rubin junto a otro pionero: el astronauta John Glenn.[/caption]
Rubin obtuvo su doctorado en la Universidad de Georgetown, donde fue profesora durante varios años, para luego trabajar en la Institución Carnegie de Washington, un centro de investigaciones científicas sin fines de lucro.
Durante su carrera, Rubin estudió más de 200 galaxias.