Muchas han sido las campañas realizadas en nuestro país para que la población se vacune contra la influenza. De hecho, en el sistema público éstas son gratis para menores de dos años, mayores de 65, mujeres embarazadas y enfermos crónicos, siendo estos grupos los que corren un mayor riesgo contra este tipo de virus.
Pero, ¿son eficaces? La efectividad de la vacuna puede variar de persona a persona y de acuerdo a las condiciones ambientales que se enfrenten en un determinado periodo de tiempo. No obstante, un reciente estudio realizado por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos demostró que esta vacuna reduce entre un 40% y un 60% el riesgo de contraer esta enfermedad durante la época de invierno, siendo los virus de la influenza B y la AH1N1 los que más reaccionan frente a ellas.
Si bien las características de la persona influirán a la hora de estudiar la efectividad de una vacuna, es fundamental también la combinación entre los virus incluidos en la vacuna y los que se diseminan en el periodo. Si en un año determinado la vacuna no coincide con los virus que están en circulación, obviamente la vacuna podría ser menos efectiva en la población.
Por esta razón, los expertos señalan que la mejor opción siempre será una vacuna que sea elaborada para la mayor cantidad de virus posibles. En nuestro país es común tener acceso a la trivalente y tetravalente, tres y cuatro tipos de virus, respectivamente. Por supuesto, la última contiene los elementos para generar anticuerpos a un mayor número de virus que puedan estar presentes en cada temporada de invierno.
Aún cuando determinar la efectividad de una vacuna de este tipo presupone todo un reto, este centro estima que durante 2016 y 2017 la vacunación contra la influenza previno 5,3 millones de enfermedades derivadas, entre un 40% y un 60% menos de consultas al médico asociadas a la influenza y 85.000 hospitalizaciones asociadas a la misma enfermedad sólo en el territorio norteamericano.
Asimismo, se ha demostrado que esta vacuna puede reducir el riesgo de hospitalización asociada a la influenza en niños, enfermos crónicos (diabetes y enfermedades pulmonares crónicas, por ejemplo) y reduce en un 40% este riesgo en mujeres embarazadas.
Por esto, es importante seguir los consejos de las autoridades de salud y vacunarse para enfrentar el invierno protegido, además de llevar una vida saludable. Con esto, no sólo se protegerá el vacunado, sino también a su familia y quienes lo rodean, evitando la propagación del virus. Sólo el autocuidado nos ayudará a sobrellevar esta época del año sin mayores inconvenientes.
*Químico farmacéutico de Farmacias Ahumada.