Vientres de alquiler: qué es y en qué países es legal esta práctica

Polémica generó la reciente portada de la revisa “¡Hola!”, en donde se puede ver a Ana Obregón, famosa actriz, presentadora y productora de España, saliendo de un hospital en Miami (Estados Unidos) con su hija recién nacida en brazos.

La mujer, de 68 años, fue madre mediante la técnica de vientre de alquiler, práctica que en Miami es legal, a diferencia de España, lugar en donde está prohibido.

Según declaró la ministra de Igualdad e integrante del izquierdista Podemos de España, Irene Montero, utilizar este tipo de procesos es una “forma de violencia contra las mujeres” que se alimenta de la pobreza de las gestantes.

Pero, ¿en qué consiste el vientre de alquiler o gestación subrogada?

Esta práctica consiste en “contratar” a una mujer para que quede embarazada -usualmente con un contrato legal de por medio- para así gestar el hijo de una pareja o persona, quienes una vez el bebé nace, se convierten en el padre y/o madre del recién nacido. Usualmente los óvulos y espermatozoides son dados por la pareja, y si no, buscan un donante.

Las personas escogen esta opción cuando no quieren o no pueden llevar ellos mismos un embarazo, usualmente por razones médicas, o porque prefieren evitar riesgos, como fue el caso de la modelo Kim Kardashian, quien tuvo a dos de sus cuatro hijos por este método.

Las leyes referentes al tema varía dependiendo del país, algunos contando con legislaciones que obligan a que en caso de necesitar un vientre de alquiler, esto sea un procedimiento únicamente altruista, mientras que otros países permite cobrar variadas sumas de dinero. En el caso de Chile, esta práctica no se encuentra legislada, ya que la legislación establece que la maternidad queda determinada legalmente por el parto”. Por lo tanto, las personas que la quieren utilizar van al extranjero a países en donde sí se permite.

Actualmente la gestación subrogada es legal en Canadá, Australia, en algunas partes de Estados Unidos, Rusia, Ucrania, Georgia, Grecia y Reino Unido.

En Canadá, la práctica está regulada por el Ministerio de Salud, y la gestante no puede recibir ninguna compensación económica ya que esto implicaría un beneficio por la gestación: a esto se le conoce como vientre de alquiler altruista.

Si bien la gestante no recibe compensación económica, sí se considera que la persona reciba un reembolso de los gastos médicos, pero éstos deben estar acreditados y justificados. La ley canadiense no hace distinción entre parejas heterosexuales, homosexuales o solteras.

En Estados Unidos algunos estados permiten solo gestación subrogada altruista, otros solo vientre de alquiler comercial -como se le conoce cuando hay un pago por este proceso- y algunos estados, reconocen ambos como legales. Dependiendo también del estado es si hay restricciones para el tipo de pareja -heterosexual u homosexual- que puedan acceder a esto. En cuanto a los valores asociados a estos procedimientos, un parto por vientre de alquiler comercial puede costar desde los US$110.000.

En Rusia, Ucrania y Georgia tanto los vientres de alquiler altruista como los comerciales son legales. En el caso específico de Rusia, pueden también acceder las personas solteras, aunque con indicaciones médicas, mientras que en Ucrania, es solo para las parejas heterosexuales casadas.

Reino Unido por su parte, su legislación prohíbe la gestación subrogada comercial, por tanto solo es posible la altruista. Además de esto, no es posible obligar legalmente a la gestante a que cumpla con los acuerdos, por lo que mantiene su derecho de maternidad sobre el hijo o hija, incluso si no están vinculados genéticamente. Si existe el consentimiento de la gestante, es posible transferir la filiación del hijo.

En Australia, solo está permitida la gestación subrogada altruista, mientras que en Grecia está permitida para parejas heterosexuales y mujeres solteras que certifiquen su infertilidad.

Tailandia, Portugal, India y Sudáfrica por su parte, también es permitida esta práctica, pero solo para personas de su propio país. En Brasil y Uruguay si bien está prohibido, se permite de manera altruista entre parientes.